Mi salvadora -L

Abogado..

NARRA L

-Solo di que tu no eres Sugar Marshmellow y yo me encargo de lo demás- digo al micrófono y Light lo repite.

Lo mira.

Esta desconcertada, desanimada.

¿Cómo es posible que yo haya causado esto? No esperaba que cometiera el robo del siglo en Japón. Menos que ella sola se culpara.

-Yo…-empieza a contestar

Así como se culpará ahora si no la interrumpo.

-Light, detenla. No dejes que diga nada mas. Di que tu te encargas en el juicio y retirate de su celda

-No digas nada. Me encargo en el juicio yo.- comenta Light.

Ella levanta la vista, dolida. De verdad yo… ¿yo cause esto? Azuki… Sugar… Azúcar… Azura... Azucena, no era mi intención. Era para que Z se fuera. Nos olvidara.

Light se levanta. Apago un micrófono y cuando estoy a punto de desconectar la cámara de su corbata, veo como el se gira y habla. Enciendo el micrófono de nuevo.

-Las cosas están bien. Ya tenemos a un sospechoso. En los dos días pasados investigamos a una empresa y Matsuda se encargo de probar que quien buscamos se encuentra entre ellos. Hoy llevaremos a cabo un plan para atraparlo... Y Ryuzaki me dio permiso de venir, me vigila en todo momento. El cree que no eres Sugar, pero ha decidido no intervenir.

Yo… yo se que es Sugar.

Pero...

Light se inca a su altura. Puedo apreciar el cansancio, el sufrimiento que ella lleva.

-No te preocupes. Todo va a estar bien.- escucho. Le esta dando ánimos… solo que yo soy quien debería estar ahí. No Light.

Con una mano toma su mejilla. Aprieto los dientes. Ella es mía. No la toques Light. Ella lo mira a los ojos. Lágrimas quieren escurrir. Light se acerca y posa sus labios en su frente. ¿Por qué el? Ella es mía. Mía.

Era mía.

La perdí por un momento, en la mañana. Y no quiero que vuelva a pasar. Ya basta.

Se acabo. Lo admito. La quiero. La quiero conmigo. No soportare que esté con nadie más. Voy a sacarla de ese confinamiento. Para mi ella es inocente.

Y merece vivir. Conmigo.

Pase lo que pase. Tenga que hacer lo que tenga. No importa.

Light se retira de la celda y ella se queda mirando al suelo. Azuki. Te dije que confiaras en mi. Hazlo. Yo te cuidare.

Cambio de planes. Azucena, te has vuelto mi prioridad, antes que el caso Kira, es tu libertad.

NARRA Azu M.

El oficial me levanta de un tirón y camino esposada por un pasillo iluminado con farolas azules, hasta una sala, con bancas de madera. La luz aquí es tenue. Evito mirar al frente, solo miro hacia abajo.

Veo mis pies descalzos y un uniforme naranja que me han puesto. Luego mi silla cuando me siento. Ni siquiera a mi abogado, si es que tengo.

El juez da dos golpes con su martillo en la mesa. Aunque es innecesario, ya que no hay mas personas que los que me acusan.

Miro al frente con ojos llorosos. Hay un detector de mentiras en el espacio donde declaran los testigos.

Estoy acabada.

Además ni siquiera tengo testigos.

Miro ahora mis manos. Una lágrima escurre por mi mejilla. Siento como algo la detiene... Y volteo a mi izquierda.