Escena

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Camino procurando el silencio por la habitación hasta encontrar una puerta donde se escuchan voces levemente.

Pongo mi oído en la puerta.

-Supongo que no estas conforme- afirma L.

-No. Esa chica planea algo - murmura Z- quizá si nosotros...

-No- contesta L

-¿No que? Ni siquiera sabes lo que...

-Me ibas a decir que ella necesita más presión. Pero no. Bastó para mi con desperdiciar su comida. Y el equipo entero odió la pizza hoy. De hecho, a nadie le gustó ignorarla.- comenta L

-Es por un bien mayor- murmura Z

-Como sea. Tuviste tu oportunidad.- dice L

¿Asi que esto fue planeado para saber mi reaccion? Y lo peor. Todos accedieron a probarme. Incluso L.

-No es suficiente- suelta Z

-Entonces deberás ofrecer algo más...- responde L

Si lo es. Es suficiente.

Enfadada abro la puerta de golpe...

Y de verdad, que si esto era darme presión, lo logra. Y un poco mas.

Z esta arriba de L en un sofá, donde él parecía sentado, y ella lo está besando.

Me quedo estática viendo la escena.

¿Esto podría ser la cosa que L pidió que ella ofreciera?

Lo sostiene con ambas manos de la cara, inclinándola hacia arriba donde está ella, mientras que el sostiene sus rodillas sin responder.

Siento que es una eternidad la que pasa mientras ella lo aplasta contra el sofá, y aunque L no corresponde... No se aparta.

Simplemente no hace nada. Y eso me duele. Una opresión en el pecho me cala hasta hacer que casi se me salten las lágrimas, me tiemblan las piernas y me dan náuseas.

De tan solo pensar que lo esta tocando y probando sus labios también me dan unas ganas locas de lanzarle cuchillos o dispararle.

Se separan y Z se da la vuelta con una sonrisa triunfal.

¿Y si lo que de verdad quiere es hacerme pedazos el corazón? ¿Hacerme pedazos a mi?

Veo a L, que agacha la mirada y se muerde la uña del pulgar derecho. No dice nada. No hace nada...

-¿Pasa algo, cocinera?- pregunta Z -¿A que se debe tu interrupcion?

Vamos. Tu puedes. Vamos Azuki. De verdad, tu puedes con esto.

No dejes que Z gane antes de empezar el juego. Simplemente no dejes que gane.

-No- murmuro. Se me rompe un poco la voz, espero que no lo haya notado. L levanta la vista.-Nada. ¿Gustan algo de cenar?

Z me mira divertida. Intento mantenerme seria. Y poco a poco se desconcierta.

Suspira resignada.

-Nada, fuera de aquí, tengo cosas que hacer- suelta

Con paso firme pero tranquilo salgo y cierro la puerta. Cada paso es un terremoto que parece llegar a mi, derrumbandome.

Agradezco que no haya pedido nada de cenar, no hubiera podido hacerlo.

Voy al elevador.

-Shhh, tranquila- me murmuro a mi misma varias veces mientras me frotó los bazos como si tuviese frío. Quizá el de mi corazón.

Llego a mi piso caminando de manera casi robótica. No enciendo las luces, y camino lentamente hasta mi habitación.

Ryuk está jugando con una manzana acostado en mi cama.

-¿Azuki?- pregunta

Una lágrima silenciosa cae rodando hasta el suelo. Puedo incluso escuchar como se estrella en el suelo.

-Ahora no Ryuk, por favor- susurro empezando a romperme.

Pero si lo hago será más difícil continuar.

Ryuk se levanta y viene hacia mi. Pone una mano cerca de mi cara.

-¿Quieres mi manzana?- pregunta casi preocupado

Niego con la cabeza y agradezco. Luego camino con pasos cansados hasta el baño.

-Quiero estar un momento sola- susurro

-Claro. No molestare. No te vez de ánimos hoy...

Cierro la puerta agradeciendo la buena actitud de Ryuk.

Luego entro al baño donde no hay cámaras, y me dejo caer en el suelo, junto a la bañera.

Entonces el llanto empieza a salir. Me desahogo hasta que alguien abre la puerta...

Mi salvadora -LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora