Mi salvadora -L

Hasta que te separes

Tomo el pastel de fresas con chocolate que preparé justo hace unos momentos.

Salgo de mi piso y bajo dos pisos hasta llegar al elevador. De ahí, bajo hasta la habitación indicada por L.

Abro la puerta levemente.

Sus compañeros están dormidos en distintos sofás, y el esta en una silla mirando fijamente las pantallas, tanto donde está Light como donde está Misa y... Y ¿El padre de Light? ¿Que hace él ahí?

Me quito los zapatos y camino de puntas para hacer menos ruido. A unos pasos de estar con L, siento una opresión muy fuerte en el estomago, y las piernas me tiemblan. También las manos, un poco.

-Déjalo en la mesa- murmura L.

Lo dejo con suavidad en una mesa baja que esta enfrente de el, y camino a otra puerta, donde supongo que es la cocina de este piso. Tomo un plato y cubiertos para L. Y un cuchillo para partir el pastel.

Me arrodillo a un lado de el y comienzo a partir el pastel.

Un escalofrío me recorre cuando L estira la mano y levanta un mechón de mi cabello, en la parte donde está mi oído. Luego me quedo inmóvil cuando se acerca

-Quítate los lentes de contacto.- susurra en mi oido

-Necesito ir al baño de mi piso para eso.- murmuro y lo volteo a ver. Quedamos muy cerca.

-Te compré muchos. Hazlo ahora- dice y vuelve a su posición normal.

Me quito los lentes y los dejo en la mesita también. Le sirvo la rebanada y antes de pasársela me fijo en una de las pantallas para ver mi reflejo, tengo mis ojos normales.

-Ten- digo y se lo paso

-Gracias.- murmura y sigue mirando las pantallas

-L...- comienzo a decir. No se como pedírselo...-¿Recuerdas nuestro trato?

-Si- contesta

-Entonces...- intento decir. Me acerco levemente.

-¿Que esperas? Ya nos hemos besado antes. ¿Por qué tantos nervios?- murmura -Supongo que no es arrepentimiento.

Tiene razón.

Me levanto y me acerco a el.

Me inclino y comienzo poco a poco a juntar sus labios con los mios. Primero suave de manera que aun respiro y luego un poco mas intenso. Sube su mano a mi cabeza y me atrae levemente. Abre la boca y con su lengua recorre levemente mi labio inferior. Hago lo mismo y por unos instantes nuestras lenguas se tocan.

-L...- susurro separandome más de sorpresa que de otra cosa.

-Se acabó- contesta. Baja su mano y vuelve a su posición normal, mirando las cámaras -Cuenta hasta que te separes.