No L, tu eres la Justicia

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NARRA L

-Light, no se como tomaras esto, pero debes saber algo sobre Misa Amane, la arrestamos por sospecha de ser el segundo Kira. Recolectamos evidencia física de los videos que envió el segundo Kira. Particularmente cabellos y fibras de la cinta adhesiva con las que se sellaron. Coinciden con los de la habitacion de Misa. Será un escandalo si se sabe que fue detenida como el segundo Kira, así que la versión oficial es que detuvimos a su representante por drogas y que ella es un testigo, pero dudo que sepa algo de esto.- digo

Light se queda pensando, nervioso. En su lugar, supongo que cualquiera lo estaría, y más en caso de que de verdad sea Kira. Aunque si yo tuviera novia, y supiera que es el segundo Kira, también reaccionaría parecido.

Pensando en eso... ¿A dónde se habrá ido Azuki?

No es tan cobarde como para irse llorando al edificio, ni tan valiente como para estar espiandome esperando el momento en que esté solo. Es demasiado obsesiva como para haberse ido a su casa y desaparecer de mi lado, y es demasiado tranquila como para querer desahogarse. Lo más probable es que se haya ido a caminar para templar sus animos. Y como es costumbre en muchas personas, buscó algo que la hiciera sentir bien, como comida. Su inconsiente debe haberla llevado a la cafetería.

Dejando a Light aun en shock, camino a la cafetería, cuando veo que un tipo la está cargando mientras ella murmura cosas inentendibles.

-¿A dónde la llevas?- le pregunto mientras me pongo frente a él.

-Qué te importa, raro. Muévete.- contesta

-Dime a dónde la llevas.

-A enfermeria- miente. Lo sé porque desvía la mirada y mueve los dedos con incomodidad.

Levanta un poco más a Meko por su cintura. Es detestable como este maldito se atreve a tocar a mi cocinera. Y peor, que me miente.

Me acerco y se tensa de inmediato.

-Meko, ¿Que pasó?- pregunto

Solo quiero ver cuanta droga puso en su malteada. Seguro era de fresa con vainilla, galleta y canela, o al menos a eso huele. Y también cuadraria con los restos de la vomitada de su blusa y su cabello.

Es asqueroso, pero al menos debió de darse cuenta, como para vomitar. Muy tarde. Pensé que era más lista, al burlar mi sistema de seguridad, no creí que la drogaran tan rápido. Y estoy seguro de que la drogó, solo esa seria la manera en que ella estuviera así.

-¡Mi amol!- dice con un tono adormecido. - ¿A quién quieles más, a mi o a Misa Misa?

Maldito. La drogó demasiado.

-¿Tu eres su novio?- pregunta el despreciable ser que la carga. Me recorre con la mirada de arriba a abajo - Vaya, si que es tonta esta chica.

¿Novio?

-Si. Déjala y nadie saldrá herido - contesto

¿Como se atreve? Bueno, admití que era tonta, pero es por dejarse cargar por otro. Aunque ¿Que esperaba? No puede ni hablar.

-Yo creo que me la llevo al hospital. ¿Que dices? ¿No crees que así estaría mejor...?

Mi pie se estrella en su cara cuando acaba de terminar la frase. No la quiere llevar al hospital, estoy seguro al 100%.

Levanto a Azuki y la cargo en mi hombro. Es muy ligera.

-Ryuzakito, no me has contestado...

No ahora por favor.

El sujeto se queda frotándose la mandíbula enrojecida mientras me doy la vuelta orgulloso y camino a la salida. L ganó de nuevo.

Y por cierto... L no puede llamar a Watari para que venga por él, o le haría deshacerse de su premio, Azuki Meko...

Mi salvadora -LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora