Mi salvadora -L

Mirate al espejo

De vuelta al edificio todos siguen trabajando. Pero eso no es lo que me duele más.
Lo que me suele es ver que toda mi comida está en el bote de basura, y hay cajas de pizza y pastel vacías.

También hay una Misa Amane muy enfadada, esposada a una ventana, viendo desde lejos a Light trabajar.

-Hola Amane- murmuro saliendo desanimada de el cuarto de investigación. Despreciar mi comida... Es casi despreciarme a mi.

-Miralos a todos- chilla- están muy cómodos mientras yo estoy aquí encadenada.

-¿Y eso?- pregunto

-Ryuzaki y Z me han impedido acercarme.- chilla de nuevo - ¡Solo queria ir con mi novio Light! ¡Tengo derechos!

-Sin duda- afirmo.

-Por favor, ¿Me ayudas a que me suelten? ¿Puedes? Prometo volver a mi apartamento. Solo quiero irme ahora.

Eso termina de hacerme enfadar. ¿Que se traen todos ahora?

El que puede que tenga las llaves es... L, definitivamente.

Camino hacia el con pisadas fuertes y antes de incluso llegar, me da las llaves el mismo.

Se las arrebato y me voy a liberar a Misa. Casi está llorando la pobre chica.

En cuanto la suelto, se me escapa, y de un momento a otro está abrazando a Light.

-Tonta Amane, por eso te amarran.- murmuro

-Tonta Azuki, por eso tiran tu comida- dice Z en voz alta.

¿Le contesto? ¿O no me pongo a su nivel? ¿Me voy deprimida así como estoy?

Me llevo a Amane.

Camino rápidamente sin contestarle a Z, casi con lágrimas en los ojos, y arrastro a Misa hasta el elevador. Subimos a su departamento y le preparo un pastel sin azúcar y de pocas calorías, con su nombre.

Misa come depresivamente.

-Sabes que tenemos que hacer algo, ¿Verdad Azul?- pregunta usando mi nombre de modelo.

-Si...- susurro- Vuelvo en un momento, y por favor, quedate en tu departamento.

Salgo de con Amane y voy a mi piso, donde encuentro a los Shinigamis hablando de algo importante, por sus gestos, y en cuanto me ven, se callan.

-Sigan hablando, no me importa- murmuro enfadada y triste. Y me acuesto en mi cama boca arriba. Cierro los ojos.

B se acerca a mi.

-Azura...- susurra. No le hago caso.-Azuki... Azul... Azucena... Azucar... Azuki.

Dice mis nombre de una manera tan extraña que abro los ojos y lo miro consternado.

-¿Pasa algo?- pregunto

-Mirate en un essspejo- contesta Hu - Usa tus ojos shinigami.

Lo hago. Voy por un espejo y me siento en la cama. No veo nada anormal.

-¿Es por mis números?- pregunto decepcionada -Si lo olvidan no puedo verlos.

-No jajaha, eres interesante, menciona tus nombres y mirate- dice Ryuk

Lo hago. Pero no pasa nada.

-Es... Curioso- murmura B. Se lleva un dedo a los labios igual que L.

Eso me recuerda como L me ignoró y tiró mi comida a la basura.

Deprimida me acuesto en la cama con una almohada en la cara. Creo que empiezo a llorar, no lo se bien, me empiezo a quedar dormida.

-Azura, volveremos en unos días. Vamos con el rey Shinigami. Hay algo importante que debemos decirle.- suelta B cuando estoy casi dormida. No puedo contestarle ya.

Despierto a lo que es mitad de la noche. Bajo en el elevador al piso de L, donde todos duermen, sin embargo, al seguir la cadena que va desde la mano de Light a la de L, encuentro un extremo suelto. Y no es el de Light, el está dormido en un sofá.

Analizo la habitación oscura, y tampoco está Z.

Comienzo a pensar posibilidades... ¿Que tal si L esta durmiendo con Z? O algo peor.

No. No creo. La vez en que me lastimé el pié, parecia que había algo un poco mayor a una amistad entre nosotros.