Rota

Capítulo 3

Durante el siguiente par de horas nos la pasamos conversando muy bajo sobre nuestros gustos. Tenemos mucho en común y es muy agradable. Atendemos a pocos chicos, algunos muy raros y otros solo tienen el rostro inexpresivo.

—Disculpa el atrevimiento, pero tú no eres de hablar mucho. —me dice Alex cuando ya no tenemos a quien atender.

—Sí, soy muy mala para sacar un tema de conversación y la mayoría de veces no pregunto porque no me gusta sonar muy entrometida.

—No se trata de ser entrometido, solo de conocer más a la otra persona. Así es como haces nuevos amigos.

—Lo entiendo, pero no necesito más amigos —se arma un silencio incómodo tan largo que siento la necesidad de disculparme—Oye, lo siento, pero no tuve una buena mañana.

—No te preocupes, me agradas y no tienes porqué disculparte por ser como eres. —me sonríe.

—Ves —alzo los brazos— ni siquiera te enojas, así no puedo ser grosera contigo como lo soy con todo el mundo.

—Te vendes como una mala persona, pero en el fondo eres una muy linda -se encoje de hombros— No te preocupes, te guardaré el secreto.

Y es ahí en donde me quedo estupefacta, nadie me había agradado tanto en tan poco tiempo, no me había sentido tan cómoda con alguien que no sea Sam.

—Me serviré un café, ¿quieres uno? —le pregunto a mi compañero.

—Esperaré al almuerzo, gracias. Iré a acomodar los libros que dejaron allá —señala una mesa alejada y se va.

Me doy media vuelta y le doy la espalda al mostrador, la cafetera queda detrás de mi.

—Tú debes ser la nueva —esa voz, suelo reconocerla pero no lo creo posible— Me dijeron que eras linda, pero no tanto —usa ese tono de seductor.

Por un momento me quedo inmóvil, doy media vuelta confirmando la voz de aquella persona.

Darren Morgan. Es el tipo de chico que muestra mucha seguridad de si mismo, siempre tiene un buen tema de conversación. Me agradaba hablar con él en algunas reuniones que suele hacer Sam y a las que ya no voy más.

Se queda unos segundos mirándome incómodo.

—Lo siento, no creí que eras tú —se rasca la nuca, su forma de demostrar que está nervioso.

—No hay problema, ¿necesitas algo? —me acerco al mostrador sin expresión en el rostro.

—Sí, vengo entregar estos —saca de su mochila tres libros y me los entrega.

—¿Algo más? —alzo una ceja.

—Eso es todo, gracias.

Se aleja maldiciendo, creyendo que nadie lo estaba escuchando.

—¿Todo bien? —me dice Alex al llegar.

—Sí, solo vi a alguien conocido —me encojo de hombros y me sirvo el café que tanto quería, luego en el computador anoto los libros que trajo Darren.

No me parece extraño verlo en esta universidad junto con Sam, pero él no me lo había mencionado.

Sam y Darren siempre fueron mejores amigos, incluso antes de que yo fuese mejor amiga de Sam a los 10.

A las 13:30 nos toca ir a almorzar al comedor, junto con los estudiantes de esta universidad. Camino alegremente junto a Alex, es muy chistoso y me parece muy raro que no tenga muchos amigos.

Cuando estoy cerca, Sam me reconoce, sonríe y me hace un ademán con la mano para que me siente con los del grupo.

—Bien chicos, él es mi nuevo amigo Alex. Alex, ellos son Jacob, Ethan, Ryan, Sam, Luke y Darren —lo presento a cada uno mientras los saludo con un apretón de manos o un choque de puños. No, no soy de dar besos en la mejilla al saludar y ellos lo saben.

Este es el grupo con el que me reunía siempre. Tenemos más amigos, pero no siempre tienen tiempo y algunos se fueron de la ciudad por asuntos familiares. Hasta ahora era la única chica que se reunía con ellos algunos fines de semana para ver algo de deporte y beber un poco. Bueno, no me reúno con ellos a beber hace casi 6 meses.

Alex se une al grupo, habla las mismas tonterías que nosotros, nos burlamos de las mismas cosas y eso me agrada bastante, no tenia buenas expectativas al venir a trabajar aquí, pero ahora al enterarme que podré almorzar con mis amigos y tener un compañero de trabajo que no me causa ninguna molestia, eso hace que quiera venir todos los días.

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