—Vengo en son de paz, no quiero discutir contigo —dice después de 5 minutos en silencio.—¿Qué es lo que quieres? —juego con la arena evitando que la ira me consuma.
—Quiero ser totalmente sincero contigo y se que eso hará que me odies más.
—No te odio, no tendría porqué sentir algo por ti —suspiro.
—Empiezo pidiéndote disculpas por todo el daño que te hice y he venido haciendo los últimos meses —continua tras un largo silencio— creí que hacía bien, pero esa persona me pidió romper el trato.
—¿De qué estás hablando? —le doy la cara, pero él dirige la vista al suelo.
—De Alex.
¿Qué?
—¿Ves ese prendedor que sujeta los auriculares que te regaló? —lo sostengo, es un pequeño girasol con una luz en su interior— es un rastreador y es por eso que sé cada vez que vienes aquí.
—¡Eres un maldito enfermo! —me pongo de pie, arrojando los auriculares al suelo.
—Déjame terminar, por favor. —su tono de voz tranquilo, me inquieta— Él es solo un personaje inventado por mi, solo quería demostrar que nadie te va a querer como yo.
Le doy una bofetada e intento irme, pero me sostiene del brazo y añade:
—De verdad lo siento, no creí que se podría salir de control, el trato era que se hiciera tu amigo y hacerte entrar en razón sobre las decisiones que tomabas, pero nunca le contaste sobre mi.
—¿Por qué tendría que hablar sobre un psicópata? —me suelto de su agarre y aguanto las ganas de darle otro golpe.
—Te lo digo para que ya se acabe esta farsa, lo lamento mucho, Blake.
—Solo desaparece de mi vida, por favor —suspiro— ya no soporto toda esta estupidez.
—Es primo de un amigo mío, no sabía que él trabajaba ahí, hasta que me preguntó por ti en tu primer día de trabajo —se acerca despacio— quería romper el trato porque de verdad le importas y no sabe cómo decirte la verdad.
—Hasta nunca, Dan. —le doy una patada en la entrepierna y salgo de ahí lo más rápido que puedo.
Camino sin rumbo y con muchos sentimientos en mi cabeza. Quería matar a Dan, pero también estoy muy decepcionada de Alex, creí todo de él y ahora me siento una completa estúpida. Tomo un bus que me lleva directo a la biblioteca y trato de pensar en cuál sería la forma correcta de encarar a mi querido Alex, cuando me encontraba esperándolo fuera de la biblioteca, la espera se hacía larga y mi enojo se agrandaba aún más.
—Estoy fuera esperándote, quise darte una sorpresa :) -mensaje para Alex.
Suele tardarse a la hora de salir, siempre se encuentra a alguien con quién conversar y puede tardar mucho, no tengo paciencia para esperar más.
Al verlo salir, mi corazón se acelera y esa sonrisa que me da al verme, me da ganas de ahorcarlo hasta que me suplique por aire. Camina rápido hacia mi y me da un abrazo que no le devuelvo.
—Que linda, justo iba a llamarte para preguntarte si estabas en casa —la sonrisa se le va a ver mi cara enojada.
—Tal vez el rastreador dejó de funcionar cuando lo arrojé al suelo —me encojo de hombros.
—¿De qué estás hablando? —sonríe nervioso.
—¡DEL MALDITO RASTREADOR QUE ESTABA EN LOS AURICULARES QUE ME REGALASTE! —le grito y no le tomo importancia a las pequeñas miradas curiosas que recibimos.
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Rota
Teen FictionBlake, una chica de 20 años que está enojada con el mundo, un pasado problemático y una madre que no parece entenderla. Todo se torna doloroso cuando descubres lo mal que entendiste las cosas, confiar es difícil y depender de alguien no es una opció...