—¡Blake! —Emily posa su mano sobre mi hombro y me sacude levemente-—¿sucede algo?—Emm —me doy cuenta que estoy mirando el celular bloqueado— nada, todo bien.
Durante mi turno, estuve contactando con Galeska y me dijo que no sabía absolutamente nada, me ayudará en todo lo que pueda. Llamé a los padres de Meredith y precisamente me dijeron que ella no ha llegado a casa.
—Blake, me estas asustando —me siento sin saber qué hacer y me rindo, le digo todo lo que sucede a mi amiga, todo desde el principio— ¿Qué? ¿Por qué no me lo contaste?
—Creí que era una estupidez, pero esto es serio, tienen a Meredith —me sirvo un vaso con agua e intento tranquilizarme— ahora no sé qué hacer. Debo encontrarme con mi amiga Galeska y tratar de buscar la forma de ayudar.
—Deberías hacer lo que el correo te dice —se cruza de brazos— debes pedir ayuda a la policía, de seguro los padres de Meredith van en camino y debemos acompañarlos.
—Pero ¿Qué se supone que debo decir? —me pongo de pie— disculpen, hace unos días me llegan correos extraños y ahora me acaban de decir que tienen a mi amiga secuestrada.
—Sí —dice convencida— no nos queda otra opción, no quiero que te metas en problemas. Debemos seguir ciertas reglas, no busques justicia por tu cuenta.
—Está bien —me rindo— saliendo de aquí, vamos a mi casa, le contaré todo a mi madre para que sepa en donde estaremos y de paso dejo mi...
—¿Qué cosa? —alza las cejas.
—Nada, ya luego te lo explico —no quiero tener otra discusión como la que tuve con Darren ayer.
Llegan nuestros reemplazos y salimos rápidamente en dirección a mi casa. Llegando, me encuentro con mi mamá y Lorena mirando el celular preocupadas.
—¿Sucede algo? —pregunto saliendo de mi habitación, dejando todo en su lugar.
—Tu mamá ha estado recibiendo correos extraños desde ayer —Lorena me alcanza el celular y leo detenidamente.
Desconocido:
—Me alegra saber que has encontrado un poco de estabilidad en estos meses.
—Blake sabe cuidarse muy bien, tienes a una hija muy fuerte.
—No salgas mucho, por favor.
—Tienen secuestrada a la amiga de Blake, vayan con la policía.
—También tengo un correo similar al último —le devuelvo el celular— todo esto es muy extraño.
—Debemos ir con la policía —mi madre se pone de pie— iré por mi abrigo, iremos todas y en el camino llamamos a Stephen.
Las cuatro tomamos un taxi directo a la comisaría, en ella nos encontramos con los padres de Meredith, nos comentaron que también recibieron correos diciéndoles que tienen a su hija. Hablé con uno de los oficiales a solas, le expliqué todo lo que estaba ocurriendo. Le di mi celular, lo conectaron a una computadora y viendo los resultados se miraron entre ellos, pero no nos dijeron nada.
—¿Pasa algo? —me pongo de pie y todos me imitan.
—Nada, solo te llegó otro correo —se acerca a nosotros— y es el mismo que nos llegó a nosotros hace dos minutos.
En el correo solo había una dirección y la palabra "están ahí, vayan pronto", veo pasar a muchos policías de un lado a otro, alistándose para salir. Mi celular vibra en mi bolsillo, me alejo del alboroto y contesto.
—Blake ¿verdad? —habla alguien con un modulador de voz, me acerco a un oficial, él pide que todos hagan silencio y pongo el celular en altavoz.
—Sí, soy yo —digo con frialdad— ¿quién eres y qué es lo que quieres?
—Quiero que sigas mis instrucciones —se escucha un ruido en el fondo— si quieres que tu amiga viva, debes llegar a la dirección que te mandaré al finalizar la llamada. Si no vienes dentro de dos horas, no la volverás a ver.
—Quieres un intercambio ¿verdad? —escucho el suspiro de mi madre, pero continuo— ¿Por qué te la llevas a ella si es a mi a quién quieres?
—Es más fácil llevarse a una niña indefensa, que no tiene policías siguiéndola y no anda armada.
—Quiero que me confirmes si mi amiga sigue con vida —siento mis manos temblar, pero intento ignorarlo— ¿para qué me quieres a mi?
—Necesito a la hija de Bruce Miller ¿te suena? —se burla, ¿Qué tiene que ver mi padre en esto?— has causado muchos problemas, uno de los más recientes, quitarme al mejor empleado que he tenido en años, lo dejaste en silla de ruedas.
Jackson.
La llamada se termina y con ello llega mi madre a hacerme miles de preguntas, no respondí ninguna, solo le dije que todo estará bien.
—Confía en mi, por favor —le digo en medio de un abrazo— estaré bien, tú quédate aquí con Lorena, no quiero que te pase nada.
—No dejaré que vayas a ningún lado —se cruza de brazos— eres mi hija y no quiero que nada te pase.
—Si estuvieras en la posición de los padres de Meredith, tu opinión sería distinta —me mira comprensiva— además, tendré a todo un equipo de policías siguiéndome. Todo saldrá bien y volveremos a estar juntas.
—No quiero que nada te pase —solloza— no quiero perder a mi hija también.
—Su hija sabe cuidarse muy bien —se acerca uno de los tipos que vigilaba mi casa— soy el detective Decker, no he tenido oportunidad de presentarme antes, lo lamento —me mira avergonzado— pero tú ya sabías sobre mi.
Minutos más tarde, llegan Darren y Sam al lugar, ambos claramente preocupados por la situación. Hablo con ellos dos, explicándoles lo que sucedió y lo que haremos en los próximos diez minutos. Ambos piensan que estoy completamente loca por el simple hecho de aceptar el intercambio, pero el detective Decker les asegura que todo está bajo control.
—Ella sabe tanto de armas como todos nosotros —lo dice en voz alta y yo quiero que me trague la tierra— denle todo lo necesario y lo que ella pida, por favor, salimos en cinco minutos.
—Debo acompañarte —se ofrece Darren— no puedes ir sola.
—Ustedes, su madre y los padres de Meredith irán en la camioneta encubierta, podrán ver y escuchar todo desde ahí —le responde Decker y yo respiro profundamente, no puede ser que mamá verá todo esto no quiero que entre en un ataque de nervios.
El mensaje llega, con la misma dirección que nos había mandado la persona que prefiere estar en el anonimato. Mis nervios tratan de tomar control sobre mi, me recuerdo a mi misma que he estado en peores situaciones que esta, todo saldrá bien.
O eso espero.
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Ya, ahí está su capítulo en menos de 24 horas, pa que no me digan que no los quiero.
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Rota
Teen FictionBlake, una chica de 20 años que está enojada con el mundo, un pasado problemático y una madre que no parece entenderla. Todo se torna doloroso cuando descubres lo mal que entendiste las cosas, confiar es difícil y depender de alguien no es una opció...