Capítulo 39

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—¿Sucede algo? —Darren me mira curioso.

—Las chicas están cerca, vienen por la pijamada —sonrío.

—Entiendo —alza una ceja— quieres evitar preguntas.

—Sí, no saben que nos hemos vuelto más... cercanos —me encojo de hombros— lo siento.

—Descuida, anda, abre la puerta —mira mi librero— tengo una idea.

Me pongo de pie para hacer lo que dice, pero cuando estoy por abrir la puerta, me atrae hacia él y me da un abrazo.

—Gracias por escucharme —dice cerca de mi oreja y se aleja. Tardé tres segundos en darme cuenta que no me movía y salí en dirección a la puerta principal.

Mis amigas estaban cerca y en el tiempo que me tomó despedirme de Darren, ellas ya estaban a punto de tocar.

—Blake, creí que lo habías olvidado —dice Meredith dándome un abrazo y luego Emily me da uno también.

—Siempre lo olvido, no entiendo por qué te sorprendes —me río y ellas se unen a mi risa, saludan a mis tíos y a mamá, ellos deciden ir a sus habitaciones y nos dejan en la sala.

—Dejamos todo aquí o... —Emily me mira y yo la interrumpo.

—Pasa que... —a mi me interrumpe el sonido de la puerta de mi habitación.

—Oye Blake me llevaré estos dos —dice Darren despreocupado— ¡Oh! Hola chicas.

—Hola —responden al unísono y se miran entre ellas.

—¿Qué libros elegiste? —me acerco a él entendiendo su distracción.

—El resplandor y los juegos del hambre —se encoje de hombros— me gusta Stephen King, pero solo he visto la película. Y los juegos del hambre me los recomendaste.

Es cierto, pero no se lo dije hoy, fue hace días atrás.

—Está bien, me avisas cuando termines y te presto los otros —sonrío y él me devuelve la sonrisa.

—Gracias, nos vemos chicas —ellas agitan la mano y él desaparece por la puerta principal.

—¿Qué ha sido eso? —Meredith.

—Solo me pidió libros prestados —me encojo de hombros y me siento en el sofá.

—Para eso está la biblioteca —se sientan a mi lado.

—Lo sé, pero él ya tiene algunos libros prestados —me encojo de hombros, no tengo más excusas.

—Bueno, eso no importa —nos interrumpe Emily— hemos venido a divertirnos, veremos estas películas —me muestra las notas en su celular— Meredith tiene los snacks en la mochila y será mejor ponernos las pijamas.

Estuvimos de acuerdo, pude respirar con tranquilidad cuando el tema Darren ya no estaba en discusión. Meredith me habló sobre una beca que la tiene interesada, trabajar en la biblioteca tiene los beneficios de tener toda la información que necesitas. Yo estuve interesada, pero no hay nada que me llame la atención. Mi amiga estuvo muy emocionada, siente que por fin ha encontrado lo que siempre ha querido y está a pocas semanas de dar el examen.

A la mañana siguiente, desayunamos todos juntos. Stephen se fue temprano por el trabajo, hoy dictarán la sentencia de Jackson y él quiere estar presente. Mamá y yo decidimos verlo por la tele, le pedí a Clarise hace días que hoy sería la sentencia y que necesitaba estar en casa por mamá. Meredith se fue a estudiar y Emily fue a cumplir sus horas de trabajo.

La hora del almuerzo transcurrió con normalidad, veíamos la tele, sentía mis manos temblar de solo pensar en el futuro de Jackson.

Veo a mamá ponerse de pie e ir a sentarse al sofá cuando el juicio empieza, Lorena y yo vamos tras ella y nos sentamos a su lado. En el noticiero habia un presentador comentando sobre las cosas que se le acusan y el por qué estaba en silla de ruedas.

El acusado quedó paralítico al recibir un disparo en la columna. También una bala llegó a uno de sus riñones. En total recibió tres disparos, estuvo al borde de la muerte, pero la cirugía le salvó la vida.

—Ese maldito se merecía la muerte —dice Lorena.

—Aquellas balas fueron disparadas por la señorita Blake —sale la foto que me tomaron en la comisaría y mi corazón se acelera— los datos afirman que solo actuaba en defensa propia y ya había una denuncia por parte de la ya nombrada anteriormente.

Me quedo mirando la pantalla y todo lo que pasó ese día se reproduce rápidamente en mi mente. Siento escalofríos de solo recordarlo, el miedo de perder a mi madre es aterrador. No presto mucha atención a todo lo que hablan, solo tengo la mirada fija en la televisión para evitar hablar con Lorena y mamá, ellas no dejaban de comentar sobre el juicio, el cuál duró cerca de una hora. Solo sentí alivio cuando dijeron:

Culpable.

Recibió cadena perpetua, mamá quería que lo manden a la silla eléctrica, pero yo me siento muy satisfecha. ¿Por qué? Porque se va a pudrir en la cárcel, sus piernas no le responderán nunca y probablemente pasará sus últimos días en agonía. La silla eléctrica está bien, pero no habría tenido el sufrimiento que se merece.

Mamá, Lorena y yo celebramos bebiendo gaseosa. Sí, me moría por un vaso de cerveza, pero no era buena idea. Ellas deciden salir de compras, me pidieron que las acompañe, pero prefiero quedarme en casa. Entro al estudio de mi padre y me encuentro con el piano, sin pensarlo dos veces toco lo primero que me llega a la mente. Con las chicas vimos la saga de Crepúsculo por milésima vez, lo que más me gusta de la saga es la música y de fondo, es cierto que lei los libros y mi crítica hacia las películas es muy dura, pero no lo aborrezco.

Estoy tan concentrada tocando, sintiendo las teclas debajo de mis dedos. Me siento bien después de mucho, es agradable poder tocar eo piano sin ponerme a llorar. Al terminar la canción, escucho aplausos y me sobresalto.

—¡Hey, tranquila! —Darren se acerca despacio— te vi en televisión y quería saber si te encontrabas bien.

—¿Cómo entraste? —es lo primero que sale de mi boca.

—Me encontré a tu madre y a tu tía saliendo de casa y me dijeron amablemente que tú estabas aquí. —mis hombros se relajan y se sienta a mi lado— Te busqué en tu habitación, pero de pronto empezaste a tocar y la música inundó la casa. Te vi tan concentrada que no quise interrumpir.

—Gracias por venir —sonrío— ¿quieres ver algo en la tele? -intento ponerme de pie, pero me detiene.

—No, quiero que sigas tocando, me gustó mucho —se encoge de hombros— quizá hasta puedas enseñarme.

Estuve tocando cualquier cosa que se me ocurría, algunos clásicos, canciones actuales y cuando toqué una de Justin Bieber, él se quedó mirándome.

—Esa no me la sé —sonríe— ¿de quién es?

—De Justin Bieber —se ríe— no te burles —me uno a su risa— me gusta mucho.

—Lo había olvidado.

Recibí llamadas de Sam y del grupo, para preguntar si me encontraba bien. Al parecer todos vieron mi foto en la tele, muchos se sorprendieron porque no sabían lo que había ocurrido.

Cerca de las 10 de la noche, Lorena y mamá llegaron, nos encontraron a Darren y a mi viendo una película en la sala. Cuando la pelicula terminó, él se fue a casa. Yo seguí respondiendo los mensajes que me llegaban preguntando sobre el juicio, por un momento quise estrellar el celular contra la pared porque algunas personas con las que ni si quiera tenia una amistad me escribían para saber más detalles de lo ocurrido. Hasta que un mensaje en el correo electrónico llamó mi atención.

Desconocido:

Saliste en la tele y en muchas noticias, no me sorprende que hayas actuado de esa forma, me alegra saber que sepas cuidar muy bien de ti.

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Wowowowowow xd too much :'v

Este capítulo se lo dedico a Mel, tú eres fuerte, vendrán tiempos mejores. Gracias por tanto y te mando un abrazo muy fuerte.

La emoción que tienen mis amigas al leer un nuevo capítulo, son la razón por la que sigo aquí, gracias <3

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