31. "¿Qué nos está pasando?"

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Mi falso enojo dura hasta que abro mis ojos, tratando de enfocar la vista. Giro la cabeza y me encuentro con el reloj de mi mesita de noche, anunciándome que son las diez de la mañana, que he dormido media hora y que estaré de un humor irritante. Me pasé desde las seis y media hasta las nueve y media sólo maquinando, pensando y pensando en qué haría con Trevor. No quería lastimarlo, no quería dejarlo cuando él me había hecho tanto bien... pero no funcionaría, y lo sabía. ¿A quién quiero engañar? Yo sigo queriendo a Harry. Y, por más que no me permita volver con él, seguir dándole ilusiones y falsas esperanzas a Trevor no está bien.

¡¿Por qué mierda es tan difícil?!


–Ya sé que estas despierta. –su voz dice a mis espaldas. –Buenos días.

Me doy vuelta, mirándolo con duda. La remera negra escote en v se está acoplando a su perfecto y trabajado cuerpo.

–Hola. –una leve sonrisa tira de mis labios.

–Has estado despierta toda la mañana. –mis labios se fruncen, mi cabeza se mueve en asentimiento. –Yo también.

Me siento en la cama, apoyando la cabeza en el respaldo y manteniendo las piernas estiradas. Mis ojos se cierran, mis manos jugando con el suave acolchado color rojo carmesí. Siento que la superficie acolchonada a mi lado se hunde, diciéndome que Trevor se acercó a mí. Sus finos y gélidos dedos toman los míos, comenzando a jugar con ellos.

–No tendría que haber sido así.

–¿El qué? –pregunto confundida aún sin abrir los ojos.

–Anoche.

–¿Y cómo tendría que haber sido?

–Especial. –dice con un atisbo de decepción en la voz.

Abro mis ojos, conectándolos con los suyos. El celeste fundiéndose con el celeste. Perfecto por un segundo, hasta que el familiar dolor en el pecho de la culpa me ataca de nuevo.

–Hey. –lo llamo, ahuecando la palma de mi mano en su mejilla. –Sí lo fue para mí. Fue perfecto y especial. –digo, sabiendo que no estoy mintiendo. –¿Lo fue para ti? –pregunto.

Fue, de hecho, un hermoso momento. Él era dulce y delicado, aunque sin dejar de ser pasional. Fue un momento especial sin duda, y quería que él lo supiera.

–Sí, absolutamente. Estoy convencido de ello, pero no creo que tú lo estés lo suficiente.

–Sí lo estoy. –dije algo molesta. –¿Qué te hace pensar eso?

–No lo sé. Simplemente creo que significó más para mí que para ti.

Retiro mi mano de su suave mejilla con gesto vacilante. –¿Qué nos está pasando, Trevor?

Suspira frustrado. –Nada, sólo...

Lo interrumpo. –Sigues sin creerme. Sigues creyendo que fui con Harry y no con Jay.

–Lola, yo...

Tres golpes en la puerta lo interrumpen.

Me levanto de la cama de un salto. –Luego hablaremos de esto.

Rápidamente busco el pantalón y me lo pongo. Escucho los otros tres golpes, más fuertes que los anteriores.

–¡Ya va! –grito irritada.

Abro la puerta, encontrándome con la furibunda mirada de mi papá. Bostezo y me rasco los ojos, simulando que he estado durmiendo.

–¿Por qué tardaste tanto?

She's Broken. | h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora