She's Broken. | h.s

16. "Interés."

–Ay mierda. –escucho la voz de Camille, seguida de una risita.

Separo rápidamente mis labios de los de Trevor y me alejo, completamente avergonzada. El color ha tomado mis mejillas por completo y me siento terriblemente acalorada. El cuerpo del rubio me tapa a la persona masculina que está detrás suyo presenciando la escena (además de Cam), y rogo que sea Jay.

La chica de cabellos negros como el azabache rodea la camilla y se sienta en la silla del otro lado, regalándome una mirada pícara y una sonrisa cómplice. Toda su expresión me dice "tenemos que hablar".

Vuelvo mi mirada hacia la puerta. Harry se encuentra recargado contra la misma, esperando que alguien haga algo. Siento cómo el color vuelve a tomar mis mejillas, mientras su mirada analítica recorre mi cuerpo y analiza mi semblante avergonzado. 

Y, cualquiera que diga que ha presenciado o vivido una situación vergonzosa, miente. Yo acabo de ganarme el premio a la situación más embarazosa en la historia de la vida. Mi ex novio me vio besándome con mi... bueno, con el chico con el que me beso de vez en cuando.

Y si, ¡es vergonzoso!

–¿Q-Que haces aquí?

Una risita se escucha desde el lado donde Camille permanece sentada en la silla. Contengo las ganas de levantarme de mi camilla y golpearla.

–Sólo vine a acompañar a Courtney.

Mi cara se crispa del horror. –¿C-Courtney?

–Lola, no va a desconectarte el respirador o a apagarte la máquina que hace que tu corazón bombee sangre. –dice como si fuera lo más obvio del mundo.

–No tengo ni un respirador ni una máquina que haga funcionar mi corazón.

–Bueno... –se rasca la cabeza y mira hacia otro lado. –No va a ahogarte con las almohadas.

–¿Y qué es lo que quiere entonces, si no es matarme?

–Ugh, ¿tú de nuevo? –murmura Julie arrugando la nariz mientras ingresa a la habitación. –Hola, Lol. –me da un beso en la mejilla y se sitúa en el apoyabrazos de la silla de Trevor. –¿Cómo estás?

–Bien. –digo recostando mi cabeza en la almohada. –Aunque de vez en cuando me dan punzadas de dolor en la cabeza. Pero estoy bien.

–Ah vale. Eso espero. –asiente un poco. –Comenzamos una nueva rutina, me imagino que no estarás en ella, ¿no?

Niego con la cabeza. –En dos semanas podré volver. ¿Cuántos partidos me perderé?

–Dos. –dice haciendo una mueca.

Estoy por contestar, pero otra voz hace que me detenga. –¿Me he perdido de algo?

Mueve su cabello pelirrojo hacia un costado y enrieda uno de sus dedos en las puntas rizadas. Me mira con inocencia, como si quisiera que a mí se me pasara por la cabeza que lo que pasó fue un accidente.

–Sí, tu funeral, puta. –dice Camille levantándose de la silla y yendo hacia ella.

Trevor es más rápido y se pone de pie, colocándose frente a mi mejor amiga. Sostiene sus brazos desde sus muñecas y la mira a los ojos. 

–Déjala. –le susurra. –No vale la pena.

Camille le dice algo que no logro escuchar y gruñe. Trevor suelta sus muñecas y ella baja los brazos, dándose vuelta y yendo hacia la silla de nuevo. Se sienta mirando a Courtney y se cruza de piernas, jugando con su cabello. 

–Bueno, ¿vas a decirnos que hacen aquí o no? –intervengo mirando a Courtney a los ojos con desagrado.

–Yo... –se acerca un poco.