She's Broken. | h.s

34. "Tower Bridge."

Subo las escaleras a los tropezones, arriando mi pesada maleta. Entro a la habitación y la arrojo con fuerza sobre la cama. La abro, sacando unos pantalones apretados color blanco y una camisa de gasa mangas largas negra. Luego rebusco en mi armario mis botines militares color negro, colocándomelos sobre el pantalón. Me debato entre llevar algún abrigo o no, ya que el clima esta tornándose algo frío, pero rechazo la idea. Salgo rápido de la habitación, bajando las escaleras de nuevo a los tropezones. Ni siquiera yo entiendo por qué estoy tan ansiosa por salir afuera. Cierro la puerta con llave y voy hasta el coche, volviendo a subirme al lado de Harry.

–No has tardado nada. –dice sonriendo, tecleando algo en el celular.

–Uhm... me diste diez minutos...

–Tardaste siete.

Me rio nerviosa y no digo más nada, esperando que la incomodidad en el ambiente se disuelva sola. Estamos actuando como dos adolescentes en su primera cita y se nota demasiado.

Harry hace deslizar suavemente el auto por la acera, dirigiéndonos rumbo a no sé dónde. Charlamos un poco de cosas absurdas, evitando tocar temas que sean demasiado personales. Al cabo de quince minutos, estaciona en frente de una heladería y bajamos del auto. Cuando entramos, ambos nos quedamos mirando la lista de sabores sin decir nada, aunque él me mira y se pone algo pensativo al hacerlo.

–Uhm... limón y chocolate con almendras, ¿verdad?

Me rio un poco al escuchar el tono de disgusto con el que nombra mis sabores favoritos de helado. –No sé como haces para acordarte.

–Es la combinación de sabores más asquerosa que he conocido.

–Me halagas. –murmuro con sorna.

Se ríe y avanza hasta la caja, donde comienza a hacer el pedido. Me siento en una de las mesas, esperando que terminen de preparar los helados. Busco mi celular y le mando un mensaje a Julie, sabedora de que me ha mandado a Harry a propósito, y no por el solo hecho de que estaba follando con Zayn.

"Eres una zorra!!"

Después de unos minutos, mi celular vibra bajo las palmas de mis manos. "A que te ha gustado mi regalo. Lo sé. ¡Te ha encantado!"

"Repito: zorra." tecleo con una sonrisa burlona.

En realidad, no me enojaba que haya llamado a Harry, solo era por molestarla. Después de todo, Harry y yo somos amigos. No tendría por qué molestarme.

–¿Vamos?

Levanto la mirada, encontrándome con un sonriente Harry. Lo admiro por unos segundos. Lleva un pulóver de lana no muy grueso color gris, unos jeans desgastados negros y unas converse negras. El pelo lo lleva peinado hacia atrás, con los rizos levemente formados a los costados. Se ve lindo. En la mano llevaba una bolsa con un pote de helado dentro de ella.

–¿No nos quedaremos?

–Quiero llevarte a otro lugar.

Asentí levantándome de la silla y salimos de la heladería. El viento se había tornado fresco y estaba anocheciendo. Subimos al coche, y Harry me tiende la bolsa, que coloco sobre mi regazo mientras él conduce.

–¿A dónde vamos? –pregunto con tono inocente.

Sin mirarme, él me dice: –A un lugar al que siempre quisiste ir.

Comienzo a pensar en todos los lugares que me gustaría algún día visitar. –Pero todos esos quedan afuera de Inglaterra. –replico con voz quejumbrosa.