She's Broken. | h.s

30. "Amigos."

Mi corazón late con fuerza contra mis costillas. No puedo creer lo que escucho. Quiero gritarle tantas cosas, quiero pegarle, quiero decirle lo mucho que lo amo pero que, por cuestiones obvias, me rehúso a volver a estar con él. Me siento tan eufórica, pero a la vez decepcionada por dentro que, a decir verdad, ya no sé como sentirme con respecto a Harry.

Al ver que no obtiene una respuesta de mi parte, se separa de mí y se acuesta boca arriba a mi lado. Ambos quedamos mirando al techo, sin decir nada, solo acompañados de nuestras cavilaciones y el cuerpo inmóvil del otro a nuestro lado.

Había sido un hermoso sueño, pero tenía que despertar y caer en la realidad de una vez por todas. El me lastimó, me hizo sufrir y me humilló, creo que nada de eso puede desvanecerse así como así solo porque me diga unas lindas palabras y me bese. Si, lo perdoné, pero solo es para quitarme un gran peso de encima y para ya quedarme en paz conmigo misma. Creo que nunca sabré si lo he perdonado de verdad, porque sigo sintiendo esa jodida opresión en el pecho que sentía cada vez que lo veía. Sé que es algo imperdonable, pero lo mejor es olvidar y superar. Hay que pasar de página, superar los malos momentos y alegrarse de los nuevos, saldar las cuentas pendientes, dejarlo ir, olvidarlo y comenzar de nuevo. Eso es lo que tengo que hacer, y lo haré.

Y finalmente, después de casi diez minutos de silencio incómodo y atroz, sé lo que tengo que decir.

–Yo... no puedo.

Mi mirada se mantiene fija en el techo, y sé que la de él también. No puedo mirarlo ahora mismo.

–¿El qué? –él pregunta desconcertado.

–Nosotros. No puedo.

–¿Te refieres a volver conmigo?

–Sí. –digo en voz baja.

–¿Por qué?

–Porque no estoy precisamente disponible.

–¿Hablas de Trevor? Estoy seguro de que a él no le importará.

«Y volvemos a lo de antes.»

–Por actitudes como ésas es que yo no voy a volver contigo. ¡Es obvio que le importará!

–Lola, el sabe lo que tú sientes por mi y lo acepta.

–Pero eso no significa que tenga que romperle el corazón.

–Sí, Lola, significa eso.

Me siento en la cama de golpe y lo miro. –Dices eso porque tú no sabes lo que se siente que la persona que amas te deje.

Al igual que yo, se sienta y me mira. –¿Por qué siempre tienes que volver a eso? ¿Por qué siempre tienes que hacerme sentir culpable?

–¡Porque me encanta saber que te sientes mal al pensar en lo que me hiciste! ¡Sí, porque soy una perra que se siente bien al hacerte sentir como una mierda! –espeto, medio sarcasmo, medio verdad.

–¡Acabo de decirte que siento todo lo que te hice, incluso me perdonaste, ¿por qué no puedes dejarlo ir ya?!

–¡Porque no puedo! ¡Te he perdonado lo que me hiciste, pero eso no me asegura que no lo vuelvas a hacer! ¡Tú eres tú, Harry! ¡Está en tu esencia jugar con los sentimientos de las personas! –respiro hondo y me calmo un poco. –Sé que te arrepientes de lo que hiciste, y te perdono por eso, pero no quiero repetir la historia. No quiero jugar a la chica del corazón roto. –agrego en voz baja.

–Está bien. Te entiendo. –dice en el mismo tono. –¿Pero puedo hacerte una pregunta?

–Sí.