48. "Relájate."

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ADVERTENCIA: Este capítulo presenta contenido sexual no demasiado explícito. Si lo lees lo haces bajo tu entera responsabilidad.

Me levanta, indicándome que me siente sobre el escritorio y, algo confundida y abrumada, obedezco. Rápidamente sus labios se unen con los míos en un beso leve, suave, dulce. Más eso no dura demasiado, porque en cuestión de segundos nuestras lenguas comienzan a batallar, a luchar, a bailar juntas en un beso apasionado e intenso. Mis dientes tiran de su labio inferior y lo siento reír sobre mi boca. Apenas se separa de mí para desabrochar botón a botón mi camisa, pasando sus dedos por el valle de mis pechos. Sus labios comienzan a descender por mi mandíbula y cuello hasta llegar a la parte de mis senos que se encuentra por fuera del sostén. Se detiene ahí a juguetear con la piel, mordisqueando, succionando y chupando. Entonces, sus manos se deslizan por mis muslos, mientras levanta de a poco mi falda y coloca una de sus manos sobre mi intimidad a través de la ropa interior, robándome un jadeo.

–Tan mojada para mí. –susurra sobre mis labios.

No me había dado cuenta el momento en el que había sucedido, pero me encontraba tan extasiada y excitada por él en aquél momento. Sus besos, sus caricias, la forma en la que me hablaba, todo él era lo que provocaba eso en mí. Mi respiración comienza a hacerse trabajosa cuando su dedo delinea el área sensible, haciéndome estremecer por el ardiente contacto. Sus labios abandonan mis pechos y viajan hacia mi cuello, comenzando a besar la piel de abajo de mi oreja. Y entonces, sin previo aviso, él aparta mis bragas y dos de sus largos dedos entran en mí.

–¡Harry! –chillo.

–Shh –me calla. –Sólo relájate.

Él se ríe sobre mi cuello y continúa su trabajo, succionando la piel y moviendo sus dedos en mi interior, haciéndome enloquecer. Realmente me siento fuera de mí, fuera de esta habitación. Mis pensamientos sólo se pueden focalizar en el placer que estoy sintiendo, en Harry susurrándome cosas al oído y en mis labios, que ahora se encuentran besando su cuello casi con desesperación, en un intento de acallar mis propios gemidos. Mis manos se dirigen a su pecho, desabrochando su camisa y removiéndosela por completo. Paso mis manos una y otra vez por su trabajado abdomen, e incluso sus hombros y espalda. Amo tocarlo, amo sentir su suave piel bajo las yemas de mis dedos. Su mano libre se sitúa en mi espalda baja, empujándome hacia él, mientras introduce un tercer dedo.

–Joder. –gimo mordiendo un poco más fuerte la piel de su hombro, mi espalda arqueándose en respuesta.

–Nena, no tan fuerte. –se ríe. Casi que no reconozco su voz y su respiración comienza a hacerse más irregular.

–P-Perdón. –logro decir.

Unos minutos más de aquél delirante asalto que sus dedos ejercen dentro de mí, bastan para que comience a sentir aquella tan esperada presión en mi estómago y mis piernas convertirse en gelatina.

–Harry... –jadeo.

–Eso es bebé, vente para mí.

Mi pecho comienza a subir y a bajar con dificultad, el orgasmo apoderándose de mí, nublando todos y cada uno de mis sentidos. Clavo las uñas en la piel blanca de su espalda y mis piernas se aferran a sus caderas. Harry captura mis labios con los suyos en un beso lento y suave para acallar mis gemidos. Recuesto mi cabeza en su hombro, mi respiración calmándose y tornándose normal cuando alguien golpea la puerta.

(...)


Bajamos las escaleras rápidamente para unirnos con mi familia en el living de la casa de mi padre. Mis manos aún están temblando por lo recientemente ocurrido; si mi madre hubiera entrado a la habitación yo (literalmente) hubiera muerto allí mismo, en los brazos de Harry. Pero gracias a Dios no había sido así, más no podía evitar ponerme nerviosa y tener las mejillas al rojo vivo de sólo pensar lo que habíamos hecho.

She's Broken. | h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora