She's Broken. | h.s

44. "Reacciones."

Después de una considerable espera a mi mamá en el bar del hospital, por fin partimos rumbo a mi casa. Pauline se ofrece a llevarnos, por lo que tengo que aguantarme a la tediosa de Blair alardeando y chillando durante todo el recorrido. En el momento en el que dice: "Claro, porque cuando se recupere, William me llevará a París", sé que tengo unas infinitas ganas de ahorcarla con mis propias manos y que la tregua finalmente ha terminado. Ella no me soporta y yo no la soporto a ella, así de simple. Y me alegra que todo vuelva a la normalidad.

–¿Sabes, Lauren? Deberían venir a casa cuando le den el alta a William. Podemos hacer una cena, sólo nosotros cinco.

–¿Puedo llevar a Daniel, mamá?

Daniel es la nueva adquisición de Blair.

–Bueno... Lola, si tú quieres llevar a alguien estaríamos encantados de conocerlo.

Sonrío, evitando sentirme incómoda, pero decido llamarme a silencio por el momento.

Al cabo de unos minutos más, llegamos a mi casa. Son alrededor de las cinco de la tarde, por lo que me dispongo a terminar de acomodar unas cosas y darme una ducha antes de que las chicas lleguen.

–Espera ahí, señorita.

Detengo mis pasos en la escalera y me quedo completamente estática, con la cabeza gacha y los dedos aferrando con fuerza la baranda de la escalera. Me lo veía venir, claro que lo hacía.

–¿Qué pasa? –murmuro aun mirando un punto fijo en los escalones.

–Así que Harry pasó la noche aquí.

Suspiro. Realmente no tiene sentido mentirle (por lo menos no en eso). –Sí. –respondo reuniendo valor y mirándola.

–¿Dónde durmió?

–En el sofá. Te lo juro. –miento, cruzando los dedos de mi mano derecha evitando que me vea.

–Por lo cansada que te veías anoche, voy a creerte.

–Gracias por confiar en mí, mamá. –digo con evidente sarcasmo.

Levanto el pie para continuar subiendo, pero una nueva pregunta me detiene.

–¿Son amigos de nuevo? 

Me muerdo el labio. –Lo éramos.

–Supuse que anoche te había... propuesto que estuvieran juntos de nuevo.

Sonreí, bajando la mirada avergonzada. –Sí, esto... debes pensar que soy una estúpida.

–No, de hecho. –murmura acercándose a la escalera. –Me di cuenta de que él te quiere. Y lo hice cuando me lo presentaste por primera vez.

La voz se me entrecorta cuando pregunto: –¿En serio seguías creyendo en que él me quería después de todo lo que paso?

Piensa un poco la respuesta. Me mira, y con toda la sinceridad del mundo, responde: –Sí. Fuiste muy tonta en no verlo tú también. Y él fue aún más estúpido en no haberse dado cuenta antes de que todo pasara. Yo confío en esta relación, y confío en que van a superarlo todo siempre y cuando se mantengan juntos. Ya ves lo que ha pasado.

Una sonrisa tira de mis labios. –Supongo que tienes razón. Estamos algo así como destinados a estar juntos. O quizás son mis tontos pensamientos de enamorada.

–No, no son tontos. Son bastante certeros.

Suspiro y miro hacia arriba. Vuelvo la mirada a ella para decir: –Gracias, mamá.

–De nada, Lolita. Ahora vete, que las chicas seguro ya están por llegar.

Asiento terminando de subir el tramo que me queda de las escaleras. Cuando entro en mi habitación y veo la cama desordenada, recuerdo que Harry y yo pasamos la noche ahí durmiendo juntos y el corazón me da un sacudón, al tiempo en el que una sonrisa idiota decora mi cara. Muevo la cabeza saliendo de mi propia ensoñación y me meto al baño para darme una ducha. Cuando salgo, me visto con unos shorts de jean y una musculosa básica color blanco con una camisa a cuadros arriba, que uso abierta. Acomodo un poco la habitación y tiendo la cama. Cuando bajo las escaleras de nuevo, mi mamá se encuentra desparramada en el sillón mirando una película. Creo que es The Bridges of Madison County, así que me siento a su lado y decido sacar EL tema de conversación.