49. "Tradición."

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Los días pasaron y el comienzo del año lectivo se acerca. A apenas dos semanas de finalizar el verano, me encuentro más nerviosa que nunca por comenzar mi primer año en la universidad. Si Jay no estuviera allí conmigo esto sería un verdadero caos, más la presencia de mi mejor amigo no me tranquiliza por completo. Siento que será mucho más difícil de lo que ya lo plantean y eso me está volviendo loca.

Sin embargo, no debo preocuparme (todavía) por ello, sino más bien por finalizar mi último verano de adolescente como se debe y como corresponde. Y eso significa que la cabaña en Brighton con playa privada del tío de Julie será atacada por jóvenes pre-universitarios durante la siguiente semana. Digo playa privada porque está en la zona más alejada de las playas de Brighton, donde casi nadie va, y la tenemos para nosotros solos. Y esoque será un caos. Es algo así como una tradición que comenzó dos veranos atrás y que continuamos cumpliendo al pie de la letra. La última semana del verano debíamos irnos a aquella cabaña y descontrolarnos, literalmente. Y el último día, organizaríamos una fiesta a todo lo que da, con todas las personas que puedan caber en aquella gran casa. Y soy consciente de que me atrevo a decir que ésa es la mejor semana de todo el año.

Así que aquí me encuentro, terminando de preparar mi maleta y mi bolso, echando dentro todo lo que se me ocurre que pueda llegar a necesitar. Harry pasará por mí en menos de treinta minutos y, como siempre, tengo la costumbre de dejar el equipaje para el último y olvidarme la mitad de las cosas. Finalmente, cierro la maleta con ayuda de mi madre y el peso de mi propio cuerpo y me meto en el baño para darme una ducha rápida antes de salir. Julie ha propuesto que vayamos cada uno por su parte así contamos con más vehículos por si en algún momento queremos salir por separado, así que aceptamos. Tiempo a solas con Harry, y sin nuestros amigos alrededor todo el tiempo, suena bien. Demasiado bien. Habíamos tenido una pequeña discusión aquella semana sobre el auto de quién nos íbamos a llevar. En un momento, Harry sugirió entre gritos que nos fuéramos por separado y fue todo lo que necesité para rendirme y aceptar ir en su coche. No quería ir sin él, y eso era lo más lamentable y patético de la situación.

Cuando salgo del baño, el rizado se encuentra recostado en mi cama, con los pies cruzados y el control del televisor en la mano. Está viendo How I meet your mother y no puedo evitar pensar que se ve adorable concentrado en el televisor y no en hacerme reír o ser encantador conmigo.

–¿Por qué eres tan puntual? –me quejo, deslizando unas bragas de encaje color crema por mis piernas, debajo de la toalla.

Él aún sin mirarme, responde: –Yo no soy puntual. Tú eres extremadamente impuntual.

Me giro, dándole la espalda y dejando caer la toalla para colocarme el corpiño a juego con las bragas. Levanto la toalla del suelo y la enrosco alrededor de mis cabellos rubios mojados. Camino hasta el, poniendo mis manos en mis caderas.

–Soy mujer, tengo derecho a ser impuntual. Ahora levántate que estás acostado sobre mi ropa.

Da vuelta su cabeza y me mira. Se le escapa un jadeo, encendiendo mis mejillas al rojo vivo y haciéndome desviar la mirada por la vergüenza.

–¿Por qué te has puesto eso?

Vuelvo mi mirada a él. –¿No te gusta? –mi voz denota más desilusión de la que hubiera querido.

–No, joder, sí. Me encanta. –se traba con sus propias palabras y sonríe. –Sólo vístete antes de que...

–¿Antes de que?

–Sólo vístete si quieres que algún día nos vayamos. –replica, su voz súbitamente ronca.

Sin decir más, obedezco colocándome la ropa que había elegido: uno shorts de jean en degradado, y una simple camisa color verde agua con unas sandalias blancas con plataforma en los pies. Tomo mis lentes de sol, mi móvil y mi bolso, siendo consciente de que Harry ya ha cargado mi maleta en su auto. Después de despedirnos de mi mamá y su típico sermón "no alcohol, no cigarrillos, no drogas y sexo con protección", logramos salir de la casa y meternos en el coche.

She's Broken. | h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora