Sus manos toman posesión de mis caderas en el momento en el que comienzo a moverme como una loca bajo su dura anatomía. Harry no soporta que yo quiera alejarme de él. Nunca lo ha hecho. Siempre, cuando me enojaba, él me agarraba de las caderas o la cintura para inmovilizarme, porque decía que odiaba que lo dejara solo. Y después me besaba, haciéndome olvidar el motivo de mi enojo inicial.
Pero eso solo eran mentiras vacías.
Mis manos estampándose contra su duro y bien formado pecho, propinando continuos golpes con las palmas contra él cuando entreabre forzosamente mis labios con su húmeda lengua. Mis ojos se cierran de golpe. Utilizo todo mi autocontrol para seguir resistiéndome a su beso, para no caer rendida en sus musculosos brazos ante esos deliciosos y rosados labios.
«Mierda. Quiero golpearte por lo que acabas de pensar. »
Vuelvo a abrir mis ojos, me hago hacia adelante, deslizándome por el taburete y bajándome del mismo. Las manos de Harry suben de mis caderas a mis mejillas y aprovecho su concentración en el movimiento para empujarlo seca y duramente lejos de mi cuerpo. Me mira con los ojos desorbitados, los pelos revueltos y una sonrisa socarrona en los labios. Esa puta sonrisa que me hace temblar las rodillas.
–¿Qué demonios sucede contigo? –chillo a todo pulmón.
Levanta los brazos en señal de inocencia. –¡Solo cuido lo que es mío, ¿vale?!
Mi rostro enrojece de la furia. –¡Eres un maldito enfermo!
Paso por su lado, con la intención de alejarme de él sin decir más nada. Últimamente me cansa discutir con Harry, ya que es un proceso que requiere de demasiada energía, que yo ya no poseo.
–¡Lola, ven aquí ahora mismo! –grita a mis espaldas. –¡Deja de negar lo que es obvio!
Me giro como si me hubieran dicho la peor de las groserías y me acerco a él nuevamente. Apunto con mi dedo índice a su pecho, clavándolo en él. –Que te quede clara una sola cosa: yo no soy tuya ni de nadie. No tienes por qué venir a marcar territorio aquí, nadie estaba intentando nada conmigo, y si alguien lo hubiera estado haciendo, deberías dejarme en paz de una buena vez. Yo tengo el derecho a salir con quien se me pegue la gana, te guste o no, y eso no significa que puedas venir a besarme como si nada. ¡Deja de ser tan posesivo conmigo!
Finalizo mi estallido de furia con un empujón en su pecho, que no lo hace ni inmutar. Me giro, completamente furiosa y me introduzco en la pista de baile, haciéndole señas a Louis para que se una conmigo.
Si iba a ponerse como un maldito celoso posesivo, le daría razones.
(...)
Después de lo que parece una eternidad bailando junto a Louis y el resto de nuestros amigos, finalmente me digno a tener un break, dirigiéndome a la barra a pedir algo para tomar. Una cerveza solamente cumple mis expectativas y, en cuestión de minutos, me encuentro pidiendo otra. Sé que de esta decisión nada saldrá bien, pero después de todo, necesitaba tener algo de descontrol en mi vida. ¿Cuándo había sido la última vez que me había emborrachado hasta perder la conciencia?
Louis se me acerca nuevamente y pide una cerveza el también. Cuando ya noto que el alcohol ha hecho un buen efecto en mi sistema, decido relajarme un poco y dejar que los impulsos me lleven.
«Mala idea. Retráctate. »
Pero es demasiado tarde. Ya me encuentro en los brazos del ojiazul, repartiendo besos por toda su cara, para finalizar con lo que yo llamaría "apasionado" beso en los labios. Y, mierda, me doy cuenta de que esto se me está yendo de las manos cuando Louis apega su cuerpo al mío y continua el beso.

ESTÁS LEYENDO
She's Broken. | h.s
Fanfiction❝Él no me ama. Nunca lo hizo.❞ ADVERTENCIA: Este fanfic puede presentar consumo de alcohol y drogas, escenas de violencia física, lenguaje fuerte y contenido sexual explícito. bemyhalfheart