Suspiro, llenando mis pulmones del aire faltante y exhalándolo lentamente. Este hombre me está volviendo loca. Me falta la respiración.
No me contesta. Y eso, está en la lista de cosas que odio después de que me mientan. Me desespera que no hable, que su boca no se mueva y que su respiración se vuelva costosa y trabajada mientras mantiene la mirada en un punto fijo en la acera. Dios, quiero golpearlo.
Entonces vuelve su mirada a mí. El verde se ha opacado y me mira casi con dolor, como suplicándole que me tire a sus brazos y lo bese. Pero me resisto.
–T-Tu tienes que estar bromeando. –murmura después de un interminable rato mirándonos fijamente el uno al otro, sin nada que decir.
–Ojalá. –digo, medio broma, medio verdad.
Desvía la mirada, observando desde lejos el cartel del Starbucks al que íbamos a ir. Y digo íbamos, porque es realmente improbable que salga algo bueno de esta conversación.
–Olvídalo. –murmuro. –De todos modos... no vale la pena.
Parece como si dijera la peor de las aberraciones por cómo gira la cabeza y me mira con los ojos desorbitados y claramente más opacos de lo normal. –¿Qué sucede contigo?
–No te sigo... –digo casi en un susurro. Tengo la garganta cerrada.
–No entiendo cómo puedes restarle tanta importancia a tus jodidos sentimientos, Sophia.
Dios, odiaba que me llamaran por mi segundo nombre. Y él lo sabía.
–¡No me llames Sophia! –grito, mirándolo con furia.
Si Harry sabe que odio que me digan así, también sabe por qué lo hago, y me duele que de todos modos me llame de esa forma.
–Sí, lo siento. –replica bajando la cabeza. –Lo había olvidado.
–Pues no vuelvas a hacerlo. –suelto un suspiro, tratando de disipar la ira de mi sistema. –Todo lo que soy ahora se debe a ti.
Él también suspira, mirándome a los ojos ahora. –No te sigo. –murmura, copiando lo mismo que yo había dicho hacía apenas unos segundos.
– Todo lo que soy ahora se debe a ti. Si yo realmente le quito importancia a lo que siento, es pura y exclusivamente por tu culpa. Porque tengo miedo de volver a salir lastimada, porque no quiero volver a sufrir, me obligo a mi misma a simplemente no prestarle atención a mi corazón y ya.
Reanudo la marcha al Starbucks, sintiendo el fresco de la brisa veraniega. –Lola...
–Aprendí con el tiempo que es más fácil así. Déjalo, Harry.
Sé que él no soporta que le diga que es el centro de mis desgracias e infelicidades, porque realmente no lo es, pero simplemente ayuda un poco con ello. Y hay veces en las que me siento obligada a decírselo, por más que automáticamente me sienta una mierda por hacerlo.
Así de contradictoria es Lola Simons.
Tira de mi brazo bruscamente, aunque no me quejo. Quizás me lo merezco. Detengo mis pasos y me giro para mirarlo.
Su semblante me transmite furia, enojo, ira, desilusión, y dolor. –No, no lo dejo ni una mierda. ¿Tanto daño te hice que eres capaz de renunciar a tus propios sentimientos?
–No te lo tomes tan personal, no es sólo por ti. –replico haciendo énfasis en el "solo por ti".
–Pero es lo que acabas de decir. Dijiste que, y cito: "es pura y exclusivamente por tu culpa".
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She's Broken. | h.s
Fanfiction❝Él no me ama. Nunca lo hizo.❞ ADVERTENCIA: Este fanfic puede presentar consumo de alcohol y drogas, escenas de violencia física, lenguaje fuerte y contenido sexual explícito. bemyhalfheart