Me remuevo incómoda en mi cama el escuchar gritos provenientes del primer piso. Respiro una bocanada de aire y lo largo por la nariz, soltando un largo suspiro y cerrando los ojos de nuevo. El dolor en mi cabeza característico de una resaca está ahí, latente, haciéndome soltar una exclamación al sentir una fuerte puntada en la sien. Harry también se mueve a mi lado, agarrando mi cintura con su fuerte y musculoso brazo, imposibilitándome la salida.
–Mmm... no te vayas. –su ronca voz murmura y su nariz se entierra en mi cuello.
–No me iré. –suelto una risita al sentir sus rizos haciéndome cosquillas en la mejilla.
Tiro las sábanas hacia arriba para tapar un poco más nuestros cuerpos.
–Quédate quieta. –pide enterrando sus manos en mis caderas.
En un movimiento, me encuentro sentada a horcajadas de él, con las manos apoyadas en su pecho desnudo y soltando una carcajada al aire.
–Te has despertado juguetón esta mañana.
Considerando que Harry casi ni había tomado la pasada noche, él se encuentra en mucho mejor estado que yo. Si bien, yo no había bebido demasiado (no tanto como para olvidar lo que pasó), mi cabeza duele un poco de todas formas. Más ese dolor va disipándose a medida que el tiempo pasa. Las manos de Harry juguetean con el dobladillo de la camiseta vieja suya que llevo ahora y que está levemente arrugada a los costados en mis muslos, dejando ver mis piernas en su extensión.
–¿Cómo dormiste?
Me encojo de hombros, al no recordar en qué momento había caído rendida en la cama. –Bien, supongo. No me he enterado de nada. ¿Y tú?
–Sabes que mis mejores noches son siempre que duermo contigo.
Sonrío y el sube sus manos por mi espalda, sosteniéndome mientras se sienta, dejándome sobre su regazo y abrazando su cintura con mis piernas. Me besa, primero lento y dulce, después subiendo un poco la intensidad y la velocidad. Nuestras lenguas juegan casi desenfrenadas y me veo obligada a llevar mis manos a sus rizos y tironear un poco de ellos, provocando una sonrisa en sus finos y deliciosos labios. Permanecemos un rato así, besándonos y sonriéndonos, como si fuéramos dos críos.
La puerta casi es derribada desde el otro lado por los fuertes golpes de alguna de mis amigas, quienes se habían quedado a dormir la noche anterior en la habitación de huéspedes con el objetivo de dejar la casa en condiciones esta mañana.
–¡Dejen de tener sexo y bajen ahora mismo!
Ruedo los ojos, saliendo del regazo de Harry y bajando de la cama. Camino hasta la puerta y la abro, mirando al rizado, quien me dirige una sonrisa y se esconde debajo de las sabanas.
–¿Qué sucede? –inquiero mirando a Julie y Camille, ambas con grandes bolsas negras repletas de basura en sus manos. –Y no estábamos teniendo sexo.
–Tu mamá dice que en media hora tienen que irse.
–¿Media hora? –pregunto, sorprendida. –¿Qué hora es?
–Las doce del mediodía.
Asiento, mordiendo mi labio. –Bueno, nos preparamos y ya bajamos.
–Vale, nosotras ya nos vamos. –dice Cam sonriendo.
–Está bien. –me acerco y las saludo a ambas con un abrazo y un beso. –Gracias por todo, son las mejores.
–Adiós. Suerte con tu papá, Blair, Harry y todo eso.
Hago una mueca, suspirando. –Gracias. La necesitaré.
Julie sonríe, metiendo la cabeza en la habitación. –¡Adiós Harry!
ESTÁS LEYENDO
She's Broken. | h.s
Fanfiction❝Él no me ama. Nunca lo hizo.❞ ADVERTENCIA: Este fanfic puede presentar consumo de alcohol y drogas, escenas de violencia física, lenguaje fuerte y contenido sexual explícito. bemyhalfheart