55. "Plenitud."

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ADVERTENCIA: Este capítulo presenta contenido sexual explícito. Si lo lees lo haces bajo tu entera responsabilidad.



Sus palabras encienden todas y cada una de mis terminaciones nerviosas, y mi corazón comienza a latir desbocado. Mierda, lo odio tanto por causar éstos efectos en mí. Sus manos suben de mis muslos a mis caderas, para girar mi cuerpo y permitirme mirarlo a los ojos, dejándome arrodillada entre sus piernas.

–Creí que ibas a oponer mayor resistencia. –sus labios susurran en mi cuello.

–Todavía no he hecho nada. –contraataco.

–Touché. –murmura mordiendo el lóbulo de mi oreja.

Las manos de Harry viajan de mis caderas a mi trasero para apretarlo con fuerza, robándome una exclamación. Busco su mirada con la mía, y entonces pego mis labios a los suyos comenzando un beso cargado de todo el deseo que tenemos el uno por el otro, sintiendo como el calor comienza a apoderarse de mi cuerpo sin piedad alguna.

–Esto está... –los labios de Harry no me dejan pronunciar palabra, por lo que me detengo. –... tan mal.

Mis manos se enriedan en sus rizos y mi cuerpo se va recostando cada vez más sobre el suyo, siendo incapaz de sostenerse por sí mismo. Tiro de sus cabellos cuando Harry toma el dobladillo de mi vestido y comienza a subirlo por mi cuerpo con la intención de retirar la prenda. Le facilito el acceso, levantando los brazos y viendo cómo el vestido se pierde en la arena. Harry me levanta, cerrando las piernas y colocándome sobre su regazo, mis piernas rodeando su cintura.

–Mierda, Lola, ¿sientes eso? –ronronea, apretando su cuerpo contra el mío, haciendo notorio el creciente bulto en su entrepierna. –Así de duro me pones, nena.

Aborrezco tanto como amo sus palabras sucias, y soy consciente de que sacan lo peor de mí, cuando logro jadear sobre sus labios:

–Joder, Harry, te necesito.

Sonríe sobre mis labios. Maldito egocéntrico. Sonar como desesperada nunca fue una de mis preferencias, mucho menos con Harry porque eso le da impulsos para inflar su ego y hacerme sentir aún más desesperada. Más, él puede destruir completamente toda la cordura en mi mente con el mero hecho de su tacto sobre mi piel y sus labios sobre los míos. Y ama eso tanto como yo lo hago.

Mis labios dejan los suyos para comenzar a besar su cuello y mis dedos trémulos se cuelan entre los botones de su camisa, comenzando a abrirlos uno por uno con suma lentitud que logra desesperarlo. Finalmente remuevo la prenda de su cuerpo y recorro sus abdominales y su pecho con mis manos, como siempre suelo hacer.

–¿Qué pasa si nos ven?

–Lola... ya deberías saber que eso me importa una mierda. Te necesito aquí y ahora.

Un gemido se escapa de mi garganta cuando él vuelve a atacar mi cuello, asegurándose de dejar visibles y dolorosas marcas que aparecerán por la mañana. Más eso no es realmente de mi importancia mientras desabrocho los botones de su pantalón y lo bajo por sus piernas, junto con sus bóxers. Me acerco a Harry de nuevo y me estremezco al sentir su tacto cercano a mi intimidad, rozándome al momento en el que escucho la tela romperse. Ha roto mis bragas. Lo miro levantando una ceja, pero él simplemente se limita a sonreírme de lado tan descarada e irresistiblemente como siempre.

Harry se recuesta sobre la oscura roca lisa y yo me coloco sobre él, sintiendo la punta de su erección rozar mi entrada. Y, sin más juegos previos, él comienza a lentamente introducirse dentro de mí y yo bajo mis caderas, logrando sentirlo profundamente y soltando un gemido bastante fuerte. Muerdo mi labio para evitar hacer más ruido, y miro a Harry a los ojos cuando coloco las manos sobre su pecho y comienzo a moverme. Puedo sentir el sudor corriendo en mi nuca, pegando mis cabellos a la piel. Mi respiración se hace cada vez más agitada y jadeante cuando comienzo a aumentar el ritmo de mis propios movimientos, siendo yo la que controla las salvajes embestidas de Harry.

She's Broken. | h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora