7-C. Bestia contra bestia.

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El Doctor tenía que haberlo supuesto. No estaban en la época de Karin. Habían viajado varios siglos al futuro para atender la señal de socorro del ave de presa klingon. Y en ese tiempo, el pueblo del Cazador había evolucionado. Al ser sometidos a una presión ambiental tan elevada, con una sociedad basada en la caza como deporte, los individuos más actos fueron seleccionados y tuvieron más oportunidades para reproducirse. Las nuevas generaciones heredaron estos rasgos. Como consecuencia, la especie del Cazador se volvió más grande, más fuerte, más brutal...

Pudieron comprobarlo cuando el segundo cazador se quitó la máscara, mostrándose dispuesto a aceptar el desafío del cazador del Doctor. Cuando ese grandullón descubrió su rostro, todos pudieron comprobar que sus mandíbulas también eran más grandes y musculosas.

El cazador berserker continuó despojándose de sus armas y de su equipo. Y mientras se desnudaba, el cazador del Doctor dijo, imitando la voz de Darth Vader:

–El poder del reverso tenebroso.

Fue entonces cuando el Doctor adivinó qué había visto el Cazador al entrar en la cueva oscura de Dagobah. El monstruo se había enfrentado a su versión magnificada, al futuro de su especie, a lo que se iban a convertir si continuaban por ese camino de cacerías y acumulación de grandes trofeos.

Ya despojado de su tecnología, el berserker se enfrentó a su versión primitiva con la única ayuda de sus superdesarrollados músculos. Ambos contrincantes caminaron de lado, trazando un invisible círculo, al tiempo que se escrutaban el uno al otro.

–¡Doctor, lo va a matar! –se angustió Karin.

–No intervengamos –ordenó el Doctor–. Esta pelea es del Cazador.

–Una cuestión de honor –sentenció Krong.

De pronto, el berserker rugió con toda su alma, desplegando sus poderosas mandíbulas. Se lanzó al ataque, adelantando un puño. El Cazador pudo esquivar el golpe saltando a un lado. Aprovechó entonces para cruzar la gran cara del berserker con un potente puñetazo. Consiguió descargar ese impacto con todas sus fuerzas.

Pero lejos de retroceder por el dolor, el berserker volvió la cabeza, flexionando la mandíbula que fue afectada por el golpe. Después, el berserker atizó al Cazador con un potente guantazo. Ese impacto fue tan veloz, que el Cazador no lo vio venir. Y tan potente, que consiguió romper uno de sus colmillos. Esa pieza dental salió volando y cayó a los pies del Doctor, que seguía mirando horrorizado.

El Cazador cayó de espaldas, escupiendo sangre verde.

Entonces, el Doctor aprovechó para inclinarse y avisar a su aliado:

–Oye, creo que es más fuerte que tú.

El Cazador miró con sorna al Doctor, que veía boca abajo. Se incorporó. El berserker, además de ser más fuerte, también era más rápido.

Se lanzó al ataque. Se repartieron puñetazos y patadas entre ambos. El berserker se abstuvo de esquivar las agresiones del Cazador. No necesitaba hacerlo. Todos los golpes que sufría apenas le dañaban. En cambio, el Cazador no pudo esquivar los veloces ataques del berserker. Los impactos del enemigo, además de demoledores, también eran más fugaces. El Cazador escupía sangre con cada nuevo golpe recibido.

Karin se tapaba los ojos con las manos. De pronto, hizo un amago de desenfundar su pistola al tiempo que gritaba:

–¡Ya no lo soportó más!

Fue el propio Cazador el que detuvo la intervención intrusa de la chica. Aunque empezaba a tambalearse, alzó una mano que apuntó a Karin, a la vez que decía, imitando la voz de Krong:

Doctor Who. Crossover.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora