-8-borrachera

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Los tragos se acabaron y fueron rellenados, después de unos cuantos tragos más y una charla animada por parte de duvan Clark y mía, ya que mathew y Kimberly se fueron un rato después que llegue.

-vámooooos a bailaaaar.- digo tambaleándome y cogiéndome de los hombres de Clark que está más cerca

-mejor te llevo a tu departamento.- me dice este dándome la espalda.-sube que no quiero que caigas por las escaleras- sin pensarlo mucho y porque el piso se empezó a moverme subí en su espalda.

CLARK

-Wii.- escuche decir, a una pasada de copas isabell,  antes de subir se a mi espalda.-huelesss muuuy riico.- dijo olfateando mi cuello,-me fascina.-dice y sigue olfateando en mi cuello.

-lo que hace el amor.- se burla mi primo duvan.

-deja de molestar duvan.- le contesto mientras bajo las escaleras con isabell en mi espalda y me dirijo a la pista de baile.-bien isabell baila todo lo que quieras pero ten cuidado.- le digo bajándola de mi espalda y ayudándola a mantener el equilibrio.

-baiiiilaaaa conmiiigooo mooorrrrrissshh – ella me agarra de los hombros y comienza a bailar, yo simplemente pongo mis manos en su cadera para que no se caiga.- vaaaamooossshhh no sheas abuuurriiidooo.-bailo con ella unas canciones cuando veo que no puede más con cuidado la comienzo a apartar de la pista de baile.

-te digooo un sheeeecretiiitooo.-me dice y me hace agacharme un poquito.- nooo recuerdo naaada y meee moleshta veerr lashtima ennn suuus ojoooss.-me dice moviendo una de sus manos ya que con la otra se sostiene.

-ya tuviste suficiente isabell es hora de volver a tu departamento.-le digo serio, ella pasa su dedo índice por mis labios y por acto de reflejo los humedezco.

-tusshh labiosh son tan...- no termina su frase ya que sus labios tocan los míos por un breve momento, sin poder evitarlo, la abrazo por la cintura moviendo mis labios sobre los suyos, me separo de ella y sus ojos están medio abiertos.- riicosss.-y su cabeza cae sobre mi hombro.

- lo que me faltaba.- la alzo como un bebe y la llevo hasta mi camioneta, la acosté en la parte trasera, me coloque detrás del volante y maneje hasta llegara a mi casa allí estacione cerca de la entrada, con cuidado baje a isabell. Puse momentánea mente de pie a isabell mientras abría la puerta principal, los hombres de seguridad me miraban de reojo, volví a alzar a isabell y la lleve al cuarto de invitos que está más cerca de mi cuarto.

La deposite suavemente en el centro de la cama para evitar que se callera, le quite los botines y el chalequito que tenía, los deje en la mesita de noche, me senté en la silla del escritorio a observarla un rato.

Sus labios que no hace mucho probé por primera vez tan suaves y apetitosos de un bello rojo, cuando no usa maquillaje, el azul de sus ojos como el del mar cuando está en calma, su cuerpo a cambiado tanto desde que la vi por primera vez, con ello llevándose los rasgos de niña y dejando los de una hermosa mujer, en la cual estoy perdidamente enamorado, unas gotas de lluvia comenzaron a caer a eso de las 5 de la madrugada, lo cual me saco de mi ensoñación, me levante y cerré las ventanas arrope a isabell  y me dirigí a mi cuarto, con unos ojos azules en mi mente.

Fue que mi cabeza tocara la almohada y caer en un profundo sueño. 

Un fuerte ruido seguido de una maldición femenina me despertó, mire el reloj de mi mesita de noche y marca las doce del día, me levante rápidamente al volver a escuchar otra maldición femenina, en el pasillo isabell dándome la espalda estaba con una mano en su cabeza y en la otra sus botines y su chalequito.

-maldito dolor de cabeza, ¿dónde putas estoy?- murmuraba en voz baja, finjo toser para llamar su atención, ella lentamente se da a vuelta, afirmando mejor sus zapatos a su mano- ¿qué hago aquí? ¿Cómo llegue aquí?

- yo te traje esta madrugada, estabas muy tomada, no podías caminar muy buen que digamos, te dormiste y no sabía cuál era tu dirección así que aquí estamos en mi casa.- le respondo acercándome a ella despacio y moviendo mis manos para que su atención este en ella cuando quedo a escasos metros de ella me detengo.-si te parece vamos a desayunar y luego te dejo en tu casa o vamos por tu carro.- le digo suave mente y con un tono de voz suave para su dolor de cabeza.

-está bien, tengo hambre.- contesto ella, me moví unos centímetros y la deje pasar, unos cuantos pasos después ella se detuvo.-umm ¿por dónde es la cocina?-me trague la risa que quería salir, camine hasta que la alcance y la rebase para guiarla hasta la cocina

-si me sigue por favor señorita.- le digo esperando que ella camine a mi lado pero ella no se muevo con resignación empiezo el camino hasta la cocina.- y recuerdas algo de lo que sucedió anoche.- le digo mientras vamos bajando las escaleras.

-¡oh dios!, Por favor, no me digas que hice algo vergonzoso anoche- si voz se tiño de vergüenza pura.- maldita resaca.-masculla por lo bajo.

CLARKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora