-69-mis mujeres

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Clark

Deje que isabell durmiera junto con luna, y me dedique a fantasear con el futuro de como seria cuando nuestros gemelitos nacieran, las observe hasta que unos golpes en la puerta me sacaron de mi fantástico mundo

-señor la cuna que solicitaron- dijo el botones- donde la colocamos- fue en ese momento que me di cuenta que había otro joven junto a el

-junto a la cama y en silencio que mi señora y bebe están durmiendo- mi voz y rostro estaban serios, ambos asintieron y con mucho silencio entraron y colocaron la cuna donde lo pedí, salieron en silencio y volví a mi lugar para seguir observando a mis mujeres.

Pasaron aproximadamente dos horas cuando el llanto de luna se escuchó y poco después isabell se removió en la cama y comenzó a cantar hasta que el llanto se detuvo.

-cantas hermosos- dije acercándome a ella.

-nah, normal- dijo levantándose de la cama y pasando sus brazos por mi cuello, y mis manos instintivamente se posaron en sus caderas atrayéndola más a mí, y unió nuestros labios en un beso.

La semana paso rápidamente isabell se metió de lleno en descubrir la raíz del problema, y lo descubrió, el encargado del hotel, el mismo hombre que no quería que isabell tomara el puesto de presidenta, según me conto ella, no sé qué hará con respecto a él pero ahí si yo no puedo meterme en las decisiones que ella tome con respecto a sus negocios.

-ya está todo listo- dijo isabell saliendo del baño y guardando las ultimas cosas en la maleta.- espero que no se nos olvide nada- coloco su mano en el mentón y giro sobre sus talones mirando la habitación, luna estaba en la cuna durmiendo y el resto de cosas ya estaban listas

-ya todo está listo amor, deja de pensar nada se queda, y mejor vámonos que se nos hace taede.-dije abrazándola.

-está bien vámonos- ella se soltó de mí y se acercó al teléfono del cuarto y pidió que el botones subiera por nuestro equipaje.


-Clark... Clark...-sentí que movían mi brazo- Clark... vamos despierta...- seguía insistiendo hasta que abrí un solo ojo.

-que quieres- dije tratando de abrazarla pero ella se removía

-quiero chocolate blanco, consígueme un poco- me dijo como niña pequeña, y fue cierto lo que dijo mi hermana.

Isabell estaba por cumplir los cinco meses de embarazo, y hasta hace poco se le pasaron los mareos ahora esta con los antojos, y algunas veces son desesperantes sus antojos, en una semana me ha hecho levantar dos veces para que le consiga algo de comer y yo como buen novio y culpable de sus antojos me levanto y busco por donde sea lo que ella me pida

-ya voy cariño- digo levantándome y dándole un corto beso en sus labios para salir del cuarto y bajar hasta a cocina donde tengo algunos chocolates escondidos para que no se los coma tan rápido, vuelvo con el chocolate en mi mano y ella se queda babeando en cuando le paso la tableta de chocolate.

-gracias- dijo dándole el primer mordisco al dulce.

-cuando quieras amor mío- dije y me senté a su lado colocando mis manos en su abultado vientre cuando sentí un golpecito en una de mis manos, y el rostro de isabell fue de sorpresa.-un golpecito- dije con voz de asombro y sentí más golpes.

-ya bebes mami quiere dormir- dijo isabell quitando mis manos de su barriga y acostándose en la cama, me acosté a su lado y la envolví en mis brazos.

Estábamos en la cocina isabell, la nana estaba cocinando, yo estaba viendo como isabell jugaba con luna, la cual ya movía sus manitas y balbuceaba algunas cosas, con la cual lograba que soltáramos varias carcajadas.

-hasta cuando vas a seguir yendo a trabajar- le pregunto ella posa su mirada en mí y levanta una de sus cejas en mi dirección.

-ya hablamos de esto, pienso seguir trabajando hasta que cumpla ocho meses de embarazo, y ni tu ni nadie me van a hacer cambiar de opinión- dijo señalándome con su dedo índice.

-pero isabell es más seguro que te quedes...

-no, ya hablamos de esto y sabes mi opinión al respecto, y te guste o no voy a seguir trabajando.

-ven bebe será mejor que los dejemos solos- intervino la nana llevándose a luna de la cocina.

-también son mis hijos y puedo opinar al respecto a su seguridad- me cruce de brazos.

-yo soy la que los lleva dentro, tengo más derecho sobre ellos, de los que tienes tu- coloco sus manos en su cadera y frunció su ceño.

-yo también tengo derecho sobre ellos también tienen mi sangre corriendo por su pequeño cuerpecito- bajo mis manos y suavizo un poco mi gesto, pero poco le importo porque cogió su bolso y las llaves de su auto- isabell- no hizo caso a mis llamados y salió rápidamente de la casa.

-nana que hago isabell es muy terca- digo en cuanto la nana entra de nuevo en la cocina, luna está jugando con el collar de la mayor.

-déjala ya se le pasara, sus hormonas están al 200% y es más sensible, sus emociones son más fuertes solo ten un poco de paciencia, y mejor desayuna que ya se hace tarde.- Dijo y me señalo el plata que hasta el momento no haba notado que estaba en la barra, luna tomaba su tetero mientras que yo comía mi desayuno.

CLARKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora