-45-tierno.

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Pasamos por su casa y recogió una pañalera y un bolso de mano del cuarto que me imaginó que era el que estaba ocupando Lara hasta el momento, el trayecto fue animado llegamos al hospital, le entregamos las cosas a una enfermera y ella nos aseguró que las llevaría a la bebe y Lara.

-me puedes acompañar a comprar algunas cosas que necesito- dije recordando que mi nevera estaba total mente desocupada.

-claro, pero que necesitas comprar-dice el cambiando de dirección.

-necesito abastecer de nuevo mis despensa y nevera. Y de paso le quiero comprar algo a mi sobrinita- en pocos minutos llegamos al centro comercial dirigiéndonos al sector de comestibles.

-bien, por donde empezamos-dice cogiendo un carrito de compras.

-tu solo sígueme- y así empezamos nuestras comprar.

Las compras fueron bien hasta el momento que pasamos por la parte de higiene personal, me dio un poco de vergüenza en el momento que cogí las toallas higiénicas pero me gusto lo que me dijo.

-por qué te da pena, si es normal que las mujeres tengan la menstruación- sus palabras me hicieron sentir más cómoda, pero fueron extrañas las miradas que recibimos por las personas que estaban a nuestro alrededor, incluso una viejita nos miró con reproche en sus ojos, después de eso las cosas se volvieron más relajadas, terminamos de comprar todo lo que era comida, y nos dirigimos a una tienda solo para cosas de bebes, allí le compre dos mini vestidos para mi sobrinita un oso de felpa antialérgico y sin nada con lo que ella se pueda lastimar, cuando terminamos nuestras compras ya eran más de las nueve de la noche.

Llegamos a mi edificio y pedimos ayuda al portero ya que Clark se negó a que llevara algunas bolsa ya que estas eran demasiadas, según el para que yo las cargara, cuando guardamos las cosas más importantes en la nevera este se despidió

-bien novia mía, será mejor que me valla tienes que descansar mañana nos vemos para ir ver a tu sobrinita- se despido con un beso, me mordí el labio queriéndole pedir que se quedara a dormir- que sucede isabell?- pregunto al ver mi nerviosismo.

-te podrías quedar a dormí conmigo- agache la mirada, esperando su respuesta.

-eso me haría muy feliz- me abrazo levantándome del suelo- mejor vámonos a dormir.- en brazos me llevo hasta mi recamara, después de tener mi pijama puesta, él se quitó su ropa dejándola bien doblada en mi escritorio.

-viste al niño que decía Sara- le pregunte cuando ya estábamos acostados en la cama, mi cabeza estaba apoyada en su pecho y sus manos acariciaban mi espada, soltó un gran suspiro.

-el niño se parece mucho a sara solo es un poco más alto, lo que pude averiguar con el director fue que él estaba allí por una beca que se ganó ya que es un niño muy inteligente, su madre fue enfermera en el hospital que nació sara, no tiene padre, la fecha de su cumpleaños es la mismo, solo necesito un poco de su ADN para compararlo con el de sara y no sé cómo hacer eso, enserio espero que ese niño sea mi sobrino.- soltó otro suspiro hablamos otro poco pero el sueño nos ganó y nos dejamos llevar por la inconciencia de este.

El ruido de un teléfono sonando me saco del pozo de sueño en el que me encontraba, luego el frio cubrió mi cuerpo logrando que medio abriera los ojos, una espléndida vista de la parte trasera de Clark fue lo primero que vi y lo que más me llamo la atención fueron sus firmes y redonditas nalga, no le preste atención a su conversación pero el impulso me gano.

Con sigilo me levante y antes de que el pudiera reaccionar le di una nalgada para rápidamente salir corriendo y riendo por la cara que puso, me encerré en el baño mientras hacía mis rutinas mañaneras, llegue a la cocina recogiendo mi cabello.

Clark estaba buscando algo entre las bolsas, cuando por fin dio con ello se levantó y me vio su rostro se colocó serio por un instante y luego volvió a sonreír.

-sabes que me voy a cobrar lo que has hecho en el cuarto- me señalo con su mano que mientras la otra tenia pan tajado.

-has lo que quieras no te tengo miedo, a qué hora podemos ver a mi sobrinita.-pregunto olfateando el aire-que has hecho- digo ya un exquisito olor inunda mis fosas nasales.

-a la 9 a.m. y estoy preparando algo especial, mejor siéntate que ya casi está listo.- hice lo que me pidió y disfrute bastante la vista, no se había vestido, seguía en esos bóxer que le formaban un fantástico espectáculo para la vista femenina de su parte trasera.-no sabía que eras de las mujeres que se pasaba observando las nalgas de los hombres.

-ña, es un pequeño fetiche que tengo desde pequeña, ustedes no son los únicos que observan las nalgas de los demás-respondí con un simple encogimiento de hombros.

- que voy a hacer contigo- negó con la cabeza volviendo a darme la espalda.

-quererme y protegerme- respondí tratando de no estallar en carcajadas- y mira que soy una mujer en vía de extinción- logre que soltara una sonora carcajada.

-enserio eres una persona única

-gracias, gracia ya lo sabía- me mofe como una total y egocéntrica diva.

-ya tranquila pequeña diva.- dijo y coloco frente a mí un plato lleno de deliciosa y prefecta comida.

-¿qué es?- pregunte dando el primer bocado

-es receta especial no te digo nada más-

Y con eso termino el tema del desayuno por más que insistiera él no me dijo que fue lo que preparo, después de eso, organizamos las compras que habíamos hecho, mientras que yo me bañaba él se vistió e hizo algunas llamadas, cuando salí de la ducha un conjunto de ropa estaba sobre la cama, mire a Clark con la ceja alzada y el solo se encogió de hombros

-póntelo quiero ver cómo te queda- fue lo único que dijo antes de entrar al baño dándome la privacidad necesaria para vestirme.

Cuando levante el vestido me di cuenta que la ropa interior también estaba ya escogida, no sé qué tienen los hombres, con el encaje, la ropa interior que escogió fue una braga y un brasiel de encaje morado, el vestido era negro, y me quedaba más holgado de lo que recordaba, del armario saque unas botas negras de suelo que me llegaban a la rodilla.


CLARKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora