-22-promesa

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-bien señorita Lara súbase a la camilla y suba su blusa hasta sus pechos.- mi ginecóloga le hablaba a Lara con una voz maternal ha de ser una señora de unos 50 y pico de años- veamos si el pequeñín se deja ver de este modo, ¿hace cuánto sabes que estas embarazada?- hablaba mientras ponía un gel en la barriga de mi amiga y movía un aparato por su abdomen

-hace una semana.- dijo ella viendo la pantalla un poco confundida

-umm, según esto va para tres semanas de embarazo lo cual no vamos a descubrir mucho de él bebe, así que mejor vamos a hacer una lista de los suplementos vitamínicos que tendrás que tomar- le paso una toallita de papel y Lara se quita el gel y se sienta en la camilla.

Nos sentamos frente al escritorio de la doctora, mientras ella escribía las vitaminas y algunas precauciones que se debe tener en el primer trimestre que es cuando más cuidado se debe tener.

-bien por el momento vas a tomar ácido fólico junto con hierro los cuidados son nada de bebidas alcohólicas evitar los esfuerzos físicos y las comidas saturadas en grasa, en este folleto te explicaran mejor las cosas.- nos pasa una hoja con la receta médica y unos folletos

-gracias doctora nos vemos en la próxima cita.- nos despedimos y salimos de allí, para ir a comprar las vitaminas que necesita mi sobrinito.

-si quiero isabell- la voz de Lara me sorprende ya que vamos en silencio hasta.- quiero trabajar contigo- su respuesta me hace muy feliz

--bien si quieres te dejo en tu casa o nos vamos directo y hablas con rita para que te explique las cosas

-mejor déjame en mi departamento.- se calla por unos minutos y vuelve a hablar –me voy a mudar...-me sorprende pero no le digo nada ya que quiere seguir hablando.- no quiero que mi hijo nazca y cresa en ese vecindario quiero un buen futuro para él o ella, las cosa con tu hermano no están nada bien y por lo que ha demostrado él no quiere sabe nada de mi bebe ni de mí, no quiero que se vea obligado a responder por nosotros isabell quiero ser auto suficiente por mí y por mi bebé- su voz salió estrangulada de su garganta y por sus mejillas bajaban unas pocas lágrimas.

No sabía que decir así que me quede en silencio hasta llegar a su edificio las dos nos bajamos el sol estaba oculto tras unas grandes nubes grises

-solo sé que ese pequeñín es de mi sangre, la decisión que tomes la respetare.-le digo paradas en la cera de la calle

-solo quiero que me prometas que si algo me llega a pasar a mí, vas a cuidar a mi hija o hijo como tuyo.- sus palabras me dejaron helada.- mi madre murió cuando nací, mi abuela cuando nació mi madre y así sucesivamente isabell, solo quiero que mi hijo tenga un futuro seguro.- sus ojos me miraban con suplica

-pase lo que pase voy a cuidar de ese bebe como mío, pero no seamos tan negativos tú vas a criar y ver crecer a se bebe, y  te dejo para que termines de empacar nos vemos.- espero hasta verla entrar y hay si arranco con dirección a mi oficina.

-señorita isabel el señor Clark Morris la está esperando en su oficina- me dice rita nada más llega hasta ella.

-gracias.- le digo y hago camino hasta mi oficina.- que deseas Clark- él se sobresalta al escuchar mi voz

-tu padre me pidió que te acompañara a comprar un vestido para que lo uses el sábado en la fiesta- responde quitándole importancia

-y como porque tengo que ir contigo- en mi interior estaba emocionada pero no lo quería demostrar, siempre me ha gustado que algún hombre me acompañe a comprar, ellos son más sinceros respecto a como se te ven las cosas.

-hay si yo no puedo responderte, simplemente vengo y cumplo con lo que me dijeron- en sus labios se dibujó una sonrisa que no supe cómo interpretar.

-está bien vamos que tengo más cosas que hacer, pero primero vamos a mi casa- el me mira raro-¿qué? Si piensa que para ir a medirme vestidos voy a ir con tacones y falda tubo este muy equivocado cariño.


CLARKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora