-40-tumba.

5.1K 273 5
                                    


Clark

Estaba feliz de que isabell despertase, saber que estaba celosa me hizo sentir importante para ella, la tenía abrazada a mi lado mientras bajábamos por el ascensor su cabeza descansaba en mi hombro, cada cierto tiempo dejaba un beso en su cabeza. Pasamos por la recepción y el portero le dio una mirada a isabell que no me gustó nada, ella pareció no darse cuenta, cuando los ojos del portero se posaron en mis ojos le di una mirada para nada agradable y el rápidamente quito su vista, el camino al cementerio fue corto ninguno saco conversación de ningún tipo, respetaba que ella estuviera en otro lugar pero me mataba no saber que estaba pensando.

Nos paramos frente a la tumba de su padre pase mis brazo por sus hombros y minutos después sentí que el cuerpo se isabell se movía suavemente, mire su rostro y por sus mejillas bajaban lágrimas, no aguante verla llorar y la abrace tratando de darle algún confort frente a su perdida, duramos algunos minutos en la misma posición, sus sollozos y temblores fueron cesando.

-nos podemos ir- su voz sonó como la de mi sobrinita sara cuando quiere algo.

-claro hermosa- dije dándole un beso en su frente y guiándola por al cementerio hasta mi auto.

-podemos comprar helado- su voz era paneas audible, un suave susurro en el auto.

-todo lo que quieras comprar mi amor- la vi de reojo y sus mejillas se tiñeron de un leve rosado, cambie la ruta y me dirigí al centro comercial más cercano

-¿Qué quieres compara?- dije cuando teníamos un carrito para cargar lo que compraríamos.

-helado y dulces.-dijo viendo la variedad de dulce que habían, después de unos segundos meditándolo, comenzó a echar paquetes de dulce, chocolates, palomitas y paquetes de papas y platanitos fritos, dejando de ultimo dos tarros grandes de helado.

-eso es todo.- ella negó con la cabeza yo la seguía por el lugar viendo como algunos se la quedaban viendo más de lo necesario.

-gracias- dijimos cuando nos entregaron las bolsas con todo lo comprado, guardamos todo en la parte trasera de mi auto y emprendimos camino de nuevo camino a mi casa.

Su mirada estaba pegada en la ventana que incluso no se dio cuenta cuando llegamos sino hasta que abrí su puerta y la ayude a salir, entro directamente mientras que yo me encargaba de las bolsas, ella estaba esperándome en la cocina.

-¿vamos a ver una película?- le pregunte sacando algunas cosas de las bolsas

-si- fue simple, cogió un tarro de helado y los destapo- ¿dónde están las cucharas?

-en ese cajón- ella se dirigió y saco dos de allí- puedes sacar vasos, están en aquel cajón – le señale el cajón y ella sin ningún problema los saco, ella cogió todos los paquetes mientras que yo llevaba los dos tarros de helados y las bebidas.

-¿Qué quieres ver?- le dije cuando ya estábamos en mi cuarto acostados y con todo listo, le doy el control y ella paso algunos canales hasta detenerse en alguna película, sinceramente no le preste atención a la película, solo me dedique a abrazarla y comer dulces, cuando la película se terminó isabell quedo dormida.

Con cuidado de no despertarla me levante y recogí los paquetes y el resto de cosas, baje al primer piso, mi teléfono vibro en mi bolsillo y rápidamente lo saque y vi que se trataba de la señora Smith.

-dile a mi hija que lo lamento mucho.- fue lo único que dijo ya que ni siquiera me dejo hablar, mire mi celular asegurándome de que la llamada fue colgada. Deje el celular y coloque algo de música mientras cocinaba algo para el almuerzo.

-y ahora que...- murmuro cuando la música de mi celular es pausada-hola- digo colocando el celular en altavoz mientras reviso el pollo.

-quien es el hermanito más lindo de todo el mundo.- la voz de mi hermana llena el lugar.

-que necesitas ahora Carla.-presto más atención a lo que dice.

-te podrías que dar con sara esta tarde tengo unas reuniones y su niñera me cancelo a último minuto, además ella a ti te hace más caso que a cualquiera.-una sonrisa se plantó en mi cara, ya que es cierto mi sobrinita ma hace caso no importa que.

-claro, en cuanto llegarían.- digo viendo la hora.

-me podrías abrir que estoy a fuera.- sin más me colgó solté una risotada dirigiéndome a la puerta principal.

-no sabes cuánto te amo- me dijo Carla nada más abrir la puerta.

-sí, si yo también te amo, ahora donde está el duendecito.

-tío- chillo sara saliendo de detrás de su madre

-pasare por ella en unas cuantas hora, cuídala bien, adiós.- agito su mano y se subió en su coche saliendo rápidamente de mi propiedad.

- qué tal si terminamos el almuerzo pequeño mounstro.- le digo cargándola y cerrando la puerta mi espalda

-no soy un mounstro- sus bracitos se cruzaron en su pequeño pecho y en su cara una pequeño puchero apareció en sus labios.

-claro que no, tu eres una linda princesa.- beso su frente y la dejo en una silla.

-¿Qué estás haciendo tío?-dice tratando de ver lo que tengo en la estufa.

-estoy preparando el almuerzo pequeña-

-¿para quién?

-para los tres-

-pero si solo estamos los dos.

-claro que no pequeña.

-hola- la voz de isabell se hizo presente en la cocina.

-isabell- chillo sara bajándose de la silla y corriendo hasta ella- hola-dijo cuándo esta la levanto del suelo.

-esta pesada peque- dijo dejándola nuevamente en la silla-pero que rico huele.

-claro tienes aun buen cocinero como novio- le di un beso y la abrace, apague el fuego y comencé a servir- podrías servir algo de tomar por favor- le digo mientras termino de servir el almuerzo de los tres, coloco los platos y cada uno se sienta frente a ese, charlamos animadamente, sara sale con unas ocurrencias hasta que una de las cosas que dices llama mi atención


CLARKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora