Capítulo XVIII

187 16 9
                                    

Al bajar a la sala me di cuenta que mamá todavía no llegaba del super, seguramente se encontró con alguien y se quedó platicando.

Tome una nota de mi mochila y le escribí que saldría y que papá me había dado el permiso, que no se preocupara y que llegaría antes de la cena.
Pegué la nota en la alacena porque sería obvio que la vería ahí.

Fui hasta el refrigerador y tomé un jugo de cartón y lo empecé a beber.

Después de unos instantes tocaron a la puerta.
De inmediato me levanté de la silla y dejé el jugo a un lado, solo había tomado la mitad así que lo puse de vuelta en el refrigerador, más tarde me lo terminaría.

Fui hasta la entrada y me arregle un poco el cabello antes de abrir, y justo cuando estaba sonando el segundo timbre abrí la puerta.

Ahí estaba Charly, llevaba una playera azul marino, unos pantalones negros y unos tenis blancos con negro además que tenía una flamante sonrisa en el rostro.

Esa playera le hacia resaltar los ojos de una manera fantástica. Ahora no eran azul cielo si no un poco más fuerte, como el azul del océano que nos muestran en los libros, azul del que te transmite paz y te provoca cosas extrañas.

Sé notaba desde lejos que llevaba perfume, una mezcla entre algo dulce y algo cítrico, era una suerte que yo recordara ponerme en poco de perfume antes de salir de mi habitación, si no me sentiría muy extraña.

Él me sonrió de nuevo y al hacerlo agachó la mirada, como si estuviera impactado, tal vez esta vez no tenía facha de loca.
-- ¿Lista Jade?.-- dijo él al volverme a mirar a los ojos.
-- Si, estoy lista.

Charly se hizo a un lado y yo bajé el escalón de la entrada y cerré la puerta tras de mí.
Él se adelanto para abrir el coche.

Cuando baje el último escalón me sorprendí al ver el auto.
Un Camaro rojo convertible aguardaba en la acera de mi casa esperándome a mi.
De verdad que era lujoso como lo dijo Charly, no era nuevo exactamente, tal ves unos modelos atrás, pero el auto estaba impecable.

Charly abrió la puerta del copiloto con una sonrisa, yo le devolví otra y subí en el auto, después él dió la vuelta y también subió en el.

-- Tú auto está increíble Charly.-- reí de un modo extraño, era como un suspiro más bien.-- Con esto seguro qué conquistaras a muchas chicas.

Charly arrancó el auto y lo puso en marcha, el motor rujio mientras aceleraba.
-- Si, es un excelente auto, un poco más lujoso de lo que yo quería pero mi padre dice que lo mejor para su hijo, y lo que dice mi padre se hace. Y... La verdad yo no quiero conquistar muchas chicas, menos por un auto, yo solo quiero conquistar a una sola chica, una especial y con unos hermosos ojos.

Al oír esas palabras me quedé helada.
¿Era acaso una indirecta?.
No lo creo, tal vez hablaba solo de lo que él quería para un futuro, yo me estaba haciendo ideas locas. Además... En unos días no puedes enamorarte de una persona ¿No?.

Nos quedamos en silencio unos instantes.
Yo seguía dándole vueltas al asunto, examinaba cada palabra pronunciada por Charly tratando de encontrar alguna cosa, aunque no sabía exactamente que era, pero quería encontrar algo extraño. No lo conseguí.

-- ¿Y como te fue para pedirle permiso a tus padres Jade?. -- dijo Charly rompiendo el hielo.
-- Pues mejor de lo que yo pensaba. Cuando llegue a casa mamá no estaba así que tuve que llamar a papá y acepto muy fácilmente, solo me dijo que respetará las reglas.
-- Y tú pensando que sería difícil.
-- Si le hubiera pedido el permiso a mamá si sería difícil, me haría un interrogatorio completo y hasta me pediría tú cartilla de vacunación, digo, por si acaso.

¿Y si te digo que me enamoré de ti?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora