Mi despertador sonó a las 10 de la mañana, pues tenía tiempo para dormir un poco más comparación de los días en los que asistía a la escuela.
Un poco menos que en un sábado normal, pero valía bastante la pena.Salí de casa con ropa cómoda, un simple pantalón de mezclilla una playera fueron mas que suficientes, pues me dirigía al salón de belleza para que me arreglaran para la fiesta, ya que yo era un completo desastre al arreglarme.
Llegue a tiempo a mi cita, y la chica que me atendió hizo su magia. 4 trenzas en un costado de la cabeza, y el cabello restante rizado, fueron lo que la chica me recomendó para mí look, además de un maquillaje completamente natural, solo con un poco de sombra negra en los ojos, además de un labial color vino, que compre para ponérmelo más tarde.
Quedé encantada con su trabajo, pues parecía otra persona distinta, y hasta cierto punto me inspiraba mucha seguridad ir así a la fiesta.
Me sentía más bonita.En el momento de pagar la chica me ofreció algún artículo de la vitrina, que estaba repleta de collares, carteras y un sin fin de cosas por el estilo.
Yo le dije que no quería nada, hasta que ví un reloj con el extensible de cuero negro y las manecillas doradas. Sin duda alguna se vería bien en la muñeca de Charly, además que no le había comprado nada por su cumpleaños, y esto sería un regalo perfecto. Otro reloj más a su guardarropa, era lo que más le gustaba.
Lo compré, y salí del lugar rumbo a mi casa.Contaba con 45 minutos antes de que empezará la fiesta, tenía muy buen tiempo para arreglarme. O eso creía.
Saque de mi clóset la ropa que había comprado con Ángela y me lo puse.
Me lavé los dientes y me puse el labial que había comprado en el salón de belleza con extremada cautela y dedicación, pues tenía que quedarme perfecto.Se me veía genial todo, parecía otra persona, con ese vestido, y la seguridad que llevaba ese día. Era increíble sentirme así.
Me miré al espejo y noté que tenía un brillo en los ojos muy especial.
Sonreí al darme cuenta de ello, y me sentí conforme con lo que veía en el reflejo, una Jade que nunca había visto, segura de misma y feliz, por fin me sentía totalmente hermosa.Tenía una punzada en el pecho que me decía que todo saldría bien, y algo lo quería apagar contradiciendome completamente. Lo trate de calmar, pues quería que todo saliera bien, de verdad que lo deseaba mucho.
Hoy vería a Charly, y le diría que lo quería.
Las sonrisas no dejaban de salir de mis adentros cuando lo imaginaba, con esa sonrisa amplia y perfecta enredándome en sus brazos, besándome la frente, entrelazando sus manos con las mías.
Ya quería verlo.Me despedí de mis papás y salí de casa rumbo a la fiesta de Charly siendo las 5:15. La fiesta ya había comenzado así que me di prisa y apresuré el paso lo más que pude con los tacones, pues no quería romperme un tobillo.
Ahí me di cuenta que pase demasiado tiempo frente a la espejo contemplando cada centímetro de mí, había perfeccionado demasiado mi atuendo, aunque valía totalmente la pena.Al acercarme un poco más a la casa de los Nerron escuché el sonido de la música retumbar, la misma canción que Charly ponía en el auto cada que tenía oportunidad, su favorita.
Al llegar a la entrada me di cuenta que todos entraban por la puerta del jardín, así que me dirigí por ahí.
No quería llevar a personas adentro, la fiesta era en el jardín y la casa estaba prohibida para los demás. Era un punto que no se había dejado tan claro en las reuniones, pero que era casi seguro.Era impresionante todas las personas que ya se encontraban en aquel lugar, algunos bailaban o agitaban sus manos al ritmo de la música, otros tenían vasos en las manos y brindaban, otros más se saludaban, o se besaban.
Dentro de aquel jardín había más de 50 personas, era sorprendente, pues definitivamente eso no era una fiesta pequeña como lo había dicho Ángela.
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¿Y si te digo que me enamoré de ti?
Ficção AdolescenteTal vez ese día no debimos habernos besado, tal vez nunca debimos de sentir esto, aunque fuese el beso más maravilloso nos trajo tantos problemas, pero, no puedes cambiar lo que ya pasó, aquél día demostramos lo que callamos durante bastante tiempo...