Capítulo XXXIII

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Advertencia, este capítulo puede contener expresiones implícitas.
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Al llegar a casa mamá no notó nada extraño en mi, me sirvió un refrigerio y me dejó ir a mi habitación, diciendo que iría con sus amigas al club de lectura, ese en el que se había escrito hace unas semanas.

Después de terminar la tarea y leer la carta del caballero esmeralda me quedé en blanco, pensaba en todas las cosas que traía.
Desde lo que pasaba con Charly hasta lo extraño que era el destino, pues me había hecho encontrarme con Venus en el mismo lugar con el que me encontré a Charly. Solo me echaba limón en la herida.

Mi celular empezó a sonar sacándome de lo que estaba pensando.
--¡Charly! No sabes lo feliz que estoy de que me llames.
-- Así que esperabas que fuera él. No me equivoqué después de todo...—Ángela era la que me había llamado.

Me confundí un poco pues yo no le había dado mi número a Ángela, aunque probablemente lo había robado del celular de Charly, eso era lo mas probable.

—¡Ah! Hola Ángela, pensé que eras Charly.— me di cuenta que sonaba estúpido, era obvio que esperaba que Charly fuera el que estuviera del otro lado de la línea, había dicho su nombre.
—Eso lo noté.
Bueno, yo solo quería preguntarte algo muy serio Jade. ¿De verdad que no lo quieres nada no?.
Desde que salió contigo y se despidió de ella… Ha estado muy raro, bueno, en realidad está triste, deprimido, no come y lo he escuchado por las noches gritar. Probablemente han regresado las pesadillas…
Sabes bien pendeja que mi hermano puede volver a intentar quitarse la vida, y aún así lo hiciste.
—Lo sé Ángela, yo sé que Charly no está nada bien, y también sé que puede llegar a hacer.  Ocurrió algo entré nosotros que… —me quedé callada, no sabía que más decir, las palabras que había dicho Ángela me dejaron perpleja.
—No hace falta que lo digas Jade, lo te notado…
Lo que no sé es que no has entendido. Te dije que lo dejaras en paz si no querías nada serio con él, te expliqué que él no necesitaba alguien que lo rechasace. No entiendo que no entendiste si te lo explique muy bien. — Ángela se había alterado, estaba molesta conmigo.

Debía de pensarme muy bien lo que diría a continuación, no quería decir demasiado, pero tampoco me dejaría como una santa, sabía muy bien lo que había hecho y tenía que afrontar las consecuencias.

—Ángela escucha… Yo no estoy jugando con Charly. Yo lo... quiero, y no sabes cuánto.
Lo único que estoy haciendo mal es pedirle un tiempo.
Yo… yo no hace mucho que tuve algo con alguien, lamentablemente no salió nada bien y yo no puedo olvidar de la noche a la mañana. Y tampoco se me hace justo aceptar tener algo con Charly cuando no estoy completamente preparada, no sería correcto. Así qué simplemente le pedí un tiempo, y créeme que estoy haciendo todo lo posible por poder darle una respuesta certera a Charly, y que sea algo que verdaderamente sienta. Aunque creo que él lo tomo mal mi repuesta.
—No te creo ni una palabra Jade.
Tú no quieres a Charly, tú solo lo lastimas porque quieres venganza por lo que te han hecho. Solo eres una maldita hija de puta jugando con los sentimientos de un chico bueno.
Te vas a arrepentir de haberlo lastimado, me vas a conocer de verdad mocosa, no sabes con quién te estás metiendo. Con los Nerron no se juega pendeja...
Me vas a conocer.—Ángela colgó el teléfono.

Tenía que arreglar esto, no podía dejarlo así. Traté de llamar de nuevo, pero ella no contestó.
Y después de un rato de insistir dejé de intentarlo.
Por última opción decidí llamar a Charly, aunque prometí darle un tiempo y aunque las cosas no estaban bien,  este era un caso urgente, y necesitaba hablar con él.
Ángela era peligrosa en estos casos, el mismo Charly me lo había advertido hacía unos días.

Basto solo un timbre para que Charly contestará.
— Jade... Déjame tranquilo por  favor, no me molestes...— Charly tenia la voz ronca y cortada, seguramente estaba llorando.
—Charly. Sé que prometí no molestarte pero…¿Ángela esta ahí?. Es importante.—fui al grano.
—No lo sé. Dame un momento.—hablo con resignación.

¿Y si te digo que me enamoré de ti?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora