Capítulo XIX

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Volví a la tienda después de un rato.
Me quedé prácticamente pasmada pensando en todas las sensaciones que acababa de sufrir hacia unos instantes.

Sonó de nuevo la campana y de inmediato Charly y la chica del mostrador me miraron.

-- ¿Que te parece?.
Charly me mostró su muñeca, tenía puesto un reloj de cuero negro y manecillas doradas, era muy elegante.

-- Es muy bonito. Te queda muy bienen Charly.-- intente sonreírle pero creo que me salió más como una mueca.

-- No se diga más. Señorita empaquete este reloj que me lo llevo, ya tuve el punto de vista de una chica con buen gusto. Confío en su opinión.

Charly sonrió mirando hacia un espejo que estaba atrás de la chica, no entendí porque lo hizo.

Me había quedado unos paso atrás de el mostrador, no quería nada que me hiciera querer gastar mis ahorros.

La chica entró por la cortina por la que momentos atrás había salido a nuestro servicio. Regresó tras unos minutos con varias cajas en las manos.
Las puso todas en una bolsa y las dejo en el mostrador.

-- ¿Entonces así quedamos?. Paso por las cosas en un rato más.-- dijo Charly dirigiéndose a la chica.
-- Claro que sí, tal y como quedó acordado.
-- Perfecto... Entonces nos vemos en un rato.-- Charly se alejó dos pasos del mostrador y se acercó a mí.

-- ¡Gracias por su compra! ¡Que tengan un excelente día!.-- la chica sonrió.

-- ¡Muchas gracias!-- respondimos Charly y yo al unísono.

Dimos la vuelta y nos marchamos del lugar.

Supongo que Charly recogería sus relojes más tarde para no cargarlos, almenos eso daban a entender y la verdad no me atrevía a preguntar acerca del tema.

Subimos al auto y Charly hizo bajar la capota de nuevo.
Algo tenía entre manos...

-- Todavía es un poco temprano... ¿Que te parecería dar una vuelta?.-- Volteó a verme con una sonrisa bastante extraña. Algo malisiosa.

-- Si... Creo que es buena idea si no nos quedamos aquí a aburrirnos.
-- Bueno... ¿Pero no te lástima la luz?. El sol hoy está encandilante y creo que esos lentes tuyos no te ayuden mucho. ¿O me equivoco?.
-- Pues si lástima un poco pero no importa. Yo lo soporto. Además me encanta viajar en auto con el aire por todos lados.-- le sonreí.

Parecía demaciado extraño que me preguntará eso.

Charly sacó una bolsa pequeña de entre su camisa. Supongo que no me di cuenta en que momento la tomo del mostrador de la tienda.

Abrió quella bolsa y de adentro sacó un estuche negro de gamuza con decoración dorada y otro más rojo, igualmente de gamuza y con decoración dorada.

Charly dejó a un lado la bolsa y se puso un estuche en cada mano.
En su rostro se formo una sonrisa muy linda.

-- Un pequeño regalo de San Valentín. Tómalo... El estuche negro es todo tuyo.

El alargó la mano hacia mí donde tenía el estuche negro.
Yo me quedé quita, no sé de qué hablaba, y no quería aceptar aquel regalo, no quería que Charly me regala cosas, menos lo que estaba pensando.

-- ¡Vamos Jade!. No es nada malo, ábrelo...

Tome el estuche por pura cortesía, y acepto que también algo de curiosidad.
Dude un poco en abrirlo, pero al final lo termine haciendo.

Adentro de aquel estuche estaban lo lentes que me había probado en la tienda, aquellos de vidrio de espejo.

Solté el aire, pensé que sería aquel collar costoso.

¿Y si te digo que me enamoré de ti?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora