Debido a la hora, no había autobuses a casa, todos los alumnos estaban en clases, así que tuve que ir caminando.
En todo el camino a casa mi mente daba vueltas y vueltas, no encontraba ninguna razón para el comportamiento de Esteban que fuera creíble.
Al llegar a casa mamá se sorprendió al verme, supongo por la hora que era, yo no le dije nada, solo le dedique una mirada esperando que entendiera que no me preguntará nada del tema. Y así fue.
Subí a mi cuarto y cerré la puerta con llave, no quería que nadie me molestará, necesitaba estar sola por un rato.
Puse un poco de música, y me recosté en la cama.
Rompí en llanto de nuevo, tenia que sacar todo lo que sentía y que me quemaba por dentro.Me sentía una tonta por haber confiado en él, además estaba enojada. Cómo era posible que se expresará de esa manera, decir que el beso fue insignificante, cuando para mí había sido lo mejor del mundo.
Sentí como en mi garganta se deshacía el nudo que me impedía llorar de verdad.
Grité desesperada y le di unos puñetazos a mi almohada, no quería sentir esto, me sentía como si tuviera fuego adentro, era doloroso.Al levantarme de la cama todavía sin contenerme mire una foto que estaba en mi mesita de noche en un portaretratos, una que había tomado con Esteban antes de salir de vacaciones de Navidad.
Los dos hacíamos caras extrañas.Tome el portaretratos y saqué la foto.
Después fui hasta mi escritorio y abrí un cajón en el que guardaba mis recuerdos importantes, fotos, hojas de cuadernos con pláticas, dibujos, reconocimientos de la escuela, y sobre todo había varios escritos donde relataba mis recuerdos. Cada uno llevaba la fecha exacta del acontecimiento. En la mayoría estaba involucrado Esteban, él formaba parte importante en mi vida.Saque todo lo que tenía que ver con él y lo empeze a leer.
Las lágrimas volvieron a brotar de mis ojos, me sentía aun más triste e impotente.
Cómo era posible que todo eso, todo lo que había plasmado en esas hojas se fuera a la basura tan fácilmente.Tome la última hoja del cajón, la reconocí al instante.
Era la carta que había escrito una noche anterior, en la que describía detalladamente lo que había pasado en nuestra cita:
<<Y entonces, mientras sonaba esa canción, la canción que conocía perfectamente, me giro lentamente.
Nuestros cuerpos quedaron completamente juntos, sentía su respiración en mi cara.
Fue ahí entonces donde supe lo que pasaría, al fin nos besariamos.
Él fue abriendo poco a poco sus labios, hasta que tocaron los míos.
Fue un beso maravilloso, nuestros labios se movían perfectamente, como si se coordinará a al perfección, como si encajaran el uno con el otro.
Yo enrede mis manos en su cabello y él puso sus brazos alrededor de mi cintura, haciendo que el beso se intensificará.
Nos separamos hasta que su celular sonó.Ahí estaba, por fin había pasado, mi primer beso.
Tan maravilloso como lo había imaginado desde hacía ya bastante tiempo, además que fue con él, el chico que me provocaba miles de cosas, que hacía que se me erizara la piel y me temblaran las piernas, además que ahora estaba segura que me quería.
No me quedaba duda. Él sentía lo mismo por mi. Por fin estaríamos juntos...>>Leí con tanta impotencia que arrugue el papel y lo tiré al suelo.
Todo eso había sido una vil mentira, un teatrito que se había montado Esteban para conseguir lo que quería, besarme y hacerme quedar como una tonta niñita que se había dejado engatusar.
Sé que no soy totalmente inocente, pero aquí yo fui la más afectada.
Él almenos sabía claramente porque ya no quería estar cerca de mí, yo solo me quedaba con las conclusiones, no tenía una idea clara de lo que habría causado todo esto, solo eran especulaciones.
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¿Y si te digo que me enamoré de ti?
Novela JuvenilTal vez ese día no debimos habernos besado, tal vez nunca debimos de sentir esto, aunque fuese el beso más maravilloso nos trajo tantos problemas, pero, no puedes cambiar lo que ya pasó, aquél día demostramos lo que callamos durante bastante tiempo...