Capítulo LXIX

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Después de la comida de domingo familiar papá se puso a hablar con un colega en su habitación, y mamá con la tía Raquel, aquella que vivía en Alessia, y quién nos tenía invitando a su casa para estas vacaciones desde hacía más de un mes.
Yo fui a revisar el correo, porque siempre lo hacíamos por la mañana, papá con regularidad recibía papeles importantes que necesitaba con urgencia, aunque ese día nadie lo había revisado.

Recorrí rápidamente los nombres, y me topé con uno que me desconcertó, el caballero esmeralda tenía semanas que no me mandaba una carta, aunque había vuelto a aparecer después de todo este tiempo.

Fui hasta mi habitación y cerré la puerta, quería saber qué era lo que quería decir ese chico misterioso esta vez.

Abrí el sobre con cuidado, y saqué la hoja escrita a mano que siempre me sorprendía, el chico tenía una caligrafía muy linda.

Querida Jade:

Espero que aún recuerdes al chico cobarde que decidió conquistarte cuando ya no era el tiempo correcto, y si es así, me alegra saber que aún me recuerdas.

Sé que he estado ausente las últimas semanas, y la cosa es que todo tiene una razón.
Sé que no debí de insistir más cuándo descubrí que tú tenías a alguien más, pero lo hice, y hoy me siento como un completo idiota por haberlo hecho, porque no fue un acto muy equitativo, porque no pensé en lo que tú sentías, solo ví mi beneficio propio, y te pido una gran disculpa por eso Jade, nunca fue mi intención hacerte eso.

A lo que voy con esta carta, es qué he decidido dejarte ir, porque entiendo que tú eres feliz, porqué sé que esto te puede estar afectando con tu pareja, y yo lo que menos quiero es causarte problemas.
Ayer he visto lo feliz que eres con él, y qué tal vez él es el hombre que tú necesitas, y  se lo merece, porque él si ha tenido el valor para hablar contigo y convivir todos los días, no como tu servidor.

Solo  me queda decirte que ayer te veías más hermosa que nunca, y que me has hecho sonreír durante todo el día con el simple hecho de verte tan sonriente, aunque siempre estuvieras tomada del brazo de ese chico.

Te agradezco por hacerme feliz todo este tiempo, y por responder a mis mensajes, por no desconfiar totalmente en mi.
Gracias por hacerme sonreír con el solo hecho de verte pasar por un lado de mi en los pasillos, o por sonreír a cualquier persona que te sonriera.
Está será la última vez que me veas por aquí, porque yo desapareceré de la faz de la tierra como desapareceré de tu vida.

Espero que olvides al idiota que no tuvo valor para presentarse en persona.

Con cariño, siempre tuyo, el caballero esmeralda.

Pd: Nunca de dejes de sonreír, le haces un milagro al mundo cuando lo haces.

Dejé la carta a un lado.
Me alegraba que ese chico misterioso por fin se diera cuenta de lo que pasaba, pues no estaba bien que siguiera ilucionado conmigo, y también admitía que yo había contribuido un poco en eso al contestarle los mensajes, pero yo solo quería saber quién era.
Y también era algo bueno para mí, porque no podía seguir así, porque ese chico me movía las cosas, y porque claramente ya sabía que el caballero esmeralda no era Charly, porque él nunca haría algo así.

Me alegraba de que las cosas estuvieran pasando, y le deseaba toda la suerte a ese chico, porque era una gran persona hasta dónde me había dejado conocerlo.
Tenía una alma increíble, además de que era súper interesante, solo esperaba que encontrará a alguien especial.

¿Y si te digo que me enamoré de ti?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora