Capítulo XXII

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El calendario marcaba un miércoles. Para ser exactos era el 15 de marzo, un mes después de la cita con Charly.

Estaba yo tranquilamente terminando mis tareas.

Hacía aproximadamente hora y media que había salido de la escuela, había puesto un poco de música para relajarme.

Hace unos pocos días que Charly me había enseñado un nuevo grupo de indie-rock, me había facinado, y se podría decir que tenía una pequeña obsesión por sus canciones.
Durante las últimas dos semanas ese género estaba formando parte de mi vida, Charly conocía demaciado del ritmo y me recomendaba canciones que terminaban por encantarme.
Él sabía qué era lo que me gustaba.

En fin.
Estaba a punto de terminar la tarea de física cuando mamá tocó mi puerta.
Fui hasta ella y la abrí.

Mamá tenía un semblante de sorpresa, pero algo tramaba.

-- Hija, te acaba de llegar esta carta. La acabó de recojer del buzón.

Mamá me entregó la dichosa carta.

-- Gracias...
Cerré la puerta para que mamá no entrara. No quería que estuviera cuando abriera la carta, no sabía nisiquiera de quién era o de que se trataba.
Era muy extraño que yo recibiera cartas, de echo, nunca me había pasado. Todo esto esto sonaba muy raro.

Regresé a mi escritorio y me senté en la silla.
Inspeccione cada centímetro del sobre blanco. Al parecer no tenía estampilla ni remitente, seguramente el cartero no la habia traído, el correo de la cuidad no acepta ninguna carta sin estampilla, o almenos eso decía papá.

El aquella carta solo estaba escrito mi nombre completo y unas iníciales:
E.C.E.
Tan extrañas que no pude descifrar de quién se trataba.

Sí quería aún más pistas de la misteriosa carta tendría que abrirla. Aunque me lo pensé dos veces decidido hacerlo, no ganaría nada si me quedara aquí pensando en las posibles personas con aquellas iniciales, sería mejor leer que era lo que me querían decir, además que estaba curiosa.

Tomé unas tijeras de mi escritorio y corte el costado del sobre, con cuidado de no cortar también la carta.

Parecía una común y corriente carta.
No tenía ningún nombre, y estaba escrita con una excelente letra cursiva, era casi como la que se mostraba en los libros. Provenía de un pulso liviano, elegante y muy bello.

Abrí la carta en busca de más repuestas:

15/03.
Para: Jade Alcocer Ávalos.
De: E.C.E.

¡Hola Jade!.

Espero que estés pasando una tarde agradable.
Espero no incomodarte, pero me he tomado la libertad de escribirte esta carta.
Mi intención es comunicarte todo lo que provocas en mí bonita.

Es que verte pasar por los pasillos de la escuela ya no me basta, necesitaba tener contacto contigo.
Simplemente me tienes echizado con tu belleza e inteligencia, eres una chica peculiar y diferente todas las demás, tú no eres una chica engreída, eres todo lo contrario. Eres muy amable, una chica sería, decidida y sobre todo, no te importa lo que diga la gente.

No sabes qué cosas provocas en mí, con tan sólo estar en la misma habitación me haces ceder, todo mi cuerpo se tensa y mi corazón se acelera.
Eres mi kriptonita, la debilidad más bella que puede existir.

¿Y si te digo que me enamoré de ti?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora