Secuela de "La Pasión Por El Chocolate"
Ryan Scott, es un renombrado Doctor de los Ángeles, que luego de sufrir un corazón roto por su ahora ex esposa, decidió no volver a caer en las garras de una mujer.
Y mucho menos de las que tienen un rostro de...
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Actualidad.
—Me duele aquí —Dice con voz seductora mientras se lleva una mano en el pecho.
Aquí vamos de nuevo...
—Señorita, le pediré que sea más clara con el dolor ¿Es una punzada o...?
— ¿Por qué no vienes y tocas a ver que encuentras?
No era la primera vez que una chica fingía una especie de dolor para sacar conversación y luego la llevará a un lugar para que me la follara. No sé de dónde sacan que eso sucederá, tal vez ya tuvieron alguna experiencia parecida. Solo que no soy ningún desesperado como ellas creen.
Me parece una gran idiotez venir a un Hospital e intentar ligar con un Doctor.
—Tal vez sea un ataque cardiaco —Miento con descaro—. Necesitará una operación...
— ¿Qué? —Chilla asustada.
—Tranquila, podemos programarla ahora mismo.
Ya veo su desesperación, he dado en el clavo. Solo está fingiendo.
— ¡No! ¡Yo me encuentro bien! —Uso todas mis fuerzas para no terminar rodando los ojos.
—Entonces ya puede irse.
Ella piensa quejarse pero presiona sus labios con fuerza y sale de mi consultorio. Suelto un bufido cuando se va y descanso mi cabeza en la mesa.
Estoy exhausto.
Solo quiero llegar a mi departamento y dormir. Tengo que evitar las llamadas de los cabrones de mis amigos porque sé que querrán que salga a tomar con ellos y no estoy en condición para hacerlo.
La puerta de mi consultorio se abre y puedo ver a mi mejor amiga entrar soltando una risa.
—Esa zorra no se iba contenta.
Desordeno mi cabello restándole importancia.
—Creo que ella tenía una idea muy distinta de lo que iba a conseguir conmigo.
— ¿Cómo la asustaste?
—Una operación, solo basto eso para que dejara de fingir.
Ella se sienta en la silla que tengo en frente y me mira un largo rato.
—Luces espantoso, Ry.
—Oh gracias, eso es lo que todo hombre necesita oír.
Ella revolotea los ojos.
—Deberías descansar más, ni siquiera yo me exploto de está manera —Niega con la cabeza—. ¿Cuándo fue la última vez que saliste de fiesta y te acostaste con alguien?
Hace meses.
—Mi vida sexual es activa querida amiga, siempre tengo a alguien que me caliente la cama.
