El Amor Por El Chocolate. #2

Capítulo veinticuatro

Debo admitir que la satisfacción que sentí al golpearlo fue muy grande, hasta casi sonrío pero no vi venir el golpe de su puño por lo que me tambaleo hacia atrás. Él maldito me dio un puñetazo.

Llevo mi manos hasta esa zona haciendo una mueca pero puedo sentir como la adrenalina comenzaba a aparecer y hasta di el amago de devolver el golpe hasta que la morena se colocó en medio de nosotros.

Extiende sus manos empujando nuestros pechos, quiere detener esto pero por la forma que él me mira sé que él tampoco quiere eso.

— ¡Si van a actuar como dos perros en celo háganlo afuera! —Chilla llamando mi atención y luego el idiota mira a Micha—. Lo que me faltaba es que vengan a hacerse del macho alfa.

—Lo siento Michaela, yo pensé que seguías soltera —Dice ignorando a Lena que nos tiene separados y fija su vista en Micha—, debí actuar más rápido, era obvio que alguien tan especial tendría más pretendientes.

Rodé los ojos, se notaba que solo quería quedar como el bueno de la película, y tal vez lo era. Pero eso no me importaba, tampoco el dolor que sentía en mi mandíbula.

—En realidad estoy soltera.

Arqueo una ceja en su dirección. No está mintiendo, ella está soltera pero no pensé que oírlo de su boca iba hacerme sentir mal. "Solo somos amigos que follamos de vez en cuando" Mis palabras vuelven a mi cabeza, mierda, obviamente que no va decir que tiene algo conmigo cuando yo ni siquiera puedo definir esta relación.

— ¿Entonces que mierda está mal contigo viejo? —Pregunta mirándome, abro la boca para responderle pero Micha se me adelanta.

—Lo siento, es mi hermano —Dice de lo más natural—. Es un celoso de primera —La miro sin dar crédito—. Me encantaría oír que haces aquí, pero ahora mismo debo hablar con mi hermano.

Camina en mi dirección y me jala del brazo de una manera "brusca" y la sigo. No puedo creer que dijera que soy su hermano.

Puede decir que no somos nada, lo acepto pero en serio no se le puso ocurrir algo mejor que eso.

Cierra la puerta de un portazo una vez que estamos adentro.

— ¿Qué diablos fue eso de que soy tu hermano?

—La pregunta aquí no es esa —Ella tiene el rostro colorado, lo que me hace saber que está furiosa se cruza de brazos—. La pregunta aquí es ¿Qué mierda fue eso de allá afuera?

No dije nada porque sabía porque estaba enojada, porque yo le había reclamado por lo mismo y ahora las cosas se voltearon.

—Estoy esperando una respuesta.

—Te abalanzaste sobre él, y te besa —El decirlo me causa asco—. Solo actué.

—Ryan... me dejaste bien en claro que solo somos amigos que follan de vez en cuando.

No hacía falta que lo repitiera, mi inconsciente se encargaba de repetírmelo todo el tiempo.

—Se lo que dije, olvida eso ¿de acuerdo?

—No —Dice con seriedad—. No voy a olvidarlo, no es justo que yo no pueda golpear a alguien y tú sí.

No sé trata de quien puede golpear a quien, ninguno de los debería hacerlo pero con lo que vi...

—Eso fue diferente...

— ¿Diferente? —Pregunta de mala manera—. Diferente y una mierda.

—Gata...

—No me llames así —Por como está en estos momentos sé que se contiene para no lanzar un grito—. Estoy muy enojada contigo Doctor, y mucho más después que lo golpearas.