Capítulo siete.

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— ¿Por qué no te quedas un ratito más?

Niego con la cabeza mientras abotono mi camisa blanca, ella hace un puchero y ruedo los ojos divertidos mientras ella termina acostándose en la cama.

—Es tarde, además debo ir a cargar combustible al auto —Me agacho hasta llegar a la altura de su rostro y besarla. Sin delicadeza.

—Mm... creo que extrañaré nuestro juego cuando te vayas a LA de nuevo.

—Conseguirás a alguien más —Digo levantándome y colocándome mi chaqueta negra—. Eres una mujer hermosa así que no veo el problema en ello.

—Tal vez, pero nadie es tan bueno en la cama como tú —Solo me río, Ruth es demasiado clara—. Vete antes de que empiece a llover, oí que vendrá una tormenta en cualquier momento.

Me despido de ella prometiéndole salir a cenar mañana, porque no solo es una chica que follo y la dejo tirada, también una amiga y no quiero ser tan idiota como para perder su amistad. Sé que los dos lo hacemos por gusto pero una parte de mí no quiere ser un idiota con ella.

No encuentro una gasolinera cerca y eso me estresa por lo que voy por otro camino el cual no conozco pero según el GPS la gasolinera no está lejos. Cuando llego en ella el clima cada vez está peor. Bajo y recargo el auto sin apuro.

Cuando termino coloco todo en su lugar y cierro...

Una mano se posa en mi brazo y me asusto, lo primero en lo que pienso es que alguien intenta robarme por lo que sin pensarlo levanto mi brazo para voltear y golpear a quien sea que se encuentra detrás de mí.

Pero me encuentro con Michaela mirándome con los ojos abiertos y bajo mi puño de golpe, menos mal que volteé primero porque nunca me hubiese perdonada el golpear a una mujer.

—No debes asustarme de esa manera.

Y es la verdad, casi la golpeo.

—No planeaba asustarte... es que te vi y tú eres mi única salvación.

Termino de hacer lo que estaba haciendo para pararme recto y cruzarme de brazos en su dirección. No puede ser que vuelva a encontrarla, pero no le voy a decir que ya la había visto antes.

— ¿De qué me hablas? ¿Y qué haces en Nueva York? —Pregunto.

Ella me mira un largo tiempo antes de hablar.

—Mm, digamos que salir con extraños no es buena idea y lo segundo es irrelevante.

¿Salir con extraños? Dios mío, está chica sí que no sabe cuidarse sola. Al menos esta vez no tiene algún hueso roto.

—Lo de salir con extraños es una broma ¿Verdad?

Ella parece una niña chiquita mientras mueve su cuerpo hacia atrás y adelante. Mira hacia abajo y habla.

El Amor Por El Chocolate. #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora