Secuela de "La Pasión Por El Chocolate"
Ryan Scott, es un renombrado Doctor de los Ángeles, que luego de sufrir un corazón roto por su ahora ex esposa, decidió no volver a caer en las garras de una mujer.
Y mucho menos de las que tienen un rostro de...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Abrí mis ojos sorprendido ¿Cómo se enteró? Intente hacer memoria de algo que pudo delatarme pero no me venía nada hasta que... el hombre dijo mi nombre. Maldije por lo bajo.
— ¿Por qué no me dijiste quién eres?
La solté y me aleje de ella, necesitaba sentarme por lo que fui hasta la cama.
—No sé de qué me hablas —Fingí demencia.
— ¡Oh pequeño mentiroso! No finjas conmigo, debí reconocerte... aunque ahora estás muy cambiado.
Mi vida había cambiado, había madurado de malas experiencias así que eso es lo que ves.
—Digamos que no quería que supieras quien soy —Digo suspirando—. Recuerdo que hice algo muy tonto contigo.
Algo más que tonto. Le robe un beso a una niña menor, me avergüenzo por ello.
—Lo siento, en serio lo siento.
Parpadeo sorprendido en su dirección.
— ¿Por qué te disculpas?
—Actué como una niña ¡Casi te dejo sin nariz!
No pude evitarlo y me reí con ganas, en serio lo decía así como si nada.
—La verdad lo merecía, besé a una niña —Digo sin parar de reír. Por dios ¿en qué estaba pensando a esa edad?—. ¿Cuántos años tenías? ¿Trece?
—Ajá —Dijo en voz baja.
—Yo tenía quince años y me fije en una niña —Niego con la cabeza sin dar crédito.
—Te di tu merecido ¿eh? —Bromea.
—Sí que lo hiciste, estaba perplejo cuando me dijiste que no te gustaba el chocolate ¿Qué clase niña no come chocolates?
Eso era algo inaudito, de seguro solo era una mentira que invento a esa edad. Pero cuando me fijo en que ella arruga su nariz con disgusto me sorprendo.
—Y sigue sin gustarme.
En verdad no le gusta.
—Veo que mi beso no funciono.
Ella parecía querer decir algo pero se mordió la lengua.
—No te sientas mal, pero el chocolate no es lo mío.
Me encojo de hombros. Luego me doy cuenta de que estoy hablando demasiado con ella, esto no entraba en parte de mi plan. Pasar la noche en un Motel con ella no lo estaba.
—Mejor voy por algo para comer —Digo levantándome con rapidez para salir de la habitación.
Cuando llego a recepción veo al mismo hombre de hace un momento y al verme me mira con curiosidad.