Capítulo Veintisiete.

3.8K 303 20
                                    


—Necesito tu ayuda Mel.

La rubia levanta la mirada en mi dirección con las cejas arqueadas, mueve la cabeza en dirección a la niña que esta atendiendo y asiento con la cabeza.

Espero a que la atienda mientras me siento en una silla observándola. Al final le da una pequeña paletita luego llama a la madre para darle algunas indicaciones.

Ya no estoy tan seguro de si debo decírselo o no.

—Bien Ryan, puedes hablar —Dice cerrando la puerta de su consultorio —. ¿A que se debe esta agradable visita? —Pregunta con curiosidad.

—Tal vez tengas razón...

—¿Cuándo no la tengo?

—Cuando hablas así me recuerdas a Ariel —Digo y ella arruga la nariz con disgusto.

Me río levemente pero todavía estoy algo nervioso.

—Creo que estoy enamorándome de Micha —Digo rápidamente —. Y necesito que me digas como parar esto.

Ella tiene la boca abierta.

—¿Cómo diablos quieres que sepa? —Me mira de manera burlona —, sabía que esto terminaría pasando. Quiero mi dinero.

Rodé los ojos al acordarme de esa estúpida apuesta.

—No estoy para tus estúpidas bromas, Melinda. Necesito ayuda, no puedo enamorarme, no de nuevo.

Su mirada se suaviza.

—Ryan, no soy la indicada para esto. Si buscas una solución creo que tengo una pero... No te va gustar.

—¿Cuál?

—Dejar de verla.

Arrugo el ceño, es algo que realmente no pensé, pero no creo poder ser capaz de mantenerme alejado de ella.

—Vez, por tu rostro creo que la idea no te gustó nada.

—¿No hay otra manera? —Pregunto llevando mis manos hasta mi rostro —. No puedo permitirme este sentimiento nuevamente. Tengo miedo y no es solo eso... yo no soy lo que ella está buscando.

Ya ni me reconozco, este no soy yo.

Ella camina en mi dirección y se coloca en cuclillas frente a mí.

—Mira Ry, la chica esta no es mi persona favorita —Dice rodando los ojos —, pero debo admitir que la veo tan estúpidamente enamorada de ti que no creo que sea capaz de romperte el corazón.

—Lo mismo pensaba de Maya, y mira como terminó.

Ella suspirando se levanta y acomoda su bata.

—Lo sé, yo también pase por esto Ryan. Y ahora con Lena... ¿Crees que no tengo miedo? —Pregunta y la miro con curiosidad —. Me aterra que ella se cansé de mi actitud de mierda y me dejé por otra. No quiero involucrar mis sentimientos... Pero ya es demasiado tarde.

Trague saliva.

—Yo... todavía estoy a tiempo —Murmuro para mi mismo.

Ella niega con la cabeza, me da una palmadita.

—Niégatelo hasta que lo creas. Tal vez si lo dices muchas veces se convierta en realidad.

Me levanté del sofá molesto, sé que ella no tiene la culpa pero no poder controlar mis sentimientos me frustra no sé como manejarlos.

—Iré junto a ella, tal vez tengas razón y deba dejar de verla.

—Yo no dije que esa es la opción que debes tomar, creo que debes admitir lo que te sucede. Hablarlo con ella y ver hasta donde llegan.

Su plan no sonaba mal, pero no pude evitar sentir una especie de pánico. No podría soportar una traición... No de nuevo.

🍫🍫🍫

Cuando estaciono el auto bajo de este tranquilo, ya hasta parece normal venir a la tienda luego del trabajo. Esta normalidad no debería sentirse tan bein.

Entro a la tienda buscando a Michaela con la mirada, no la veo y me quedo parado pensando que es lo que debo hacer ¿Debo decirle que no quiero seguir viéndola? ¿Quiero hacer eso? 

Escucho un portazo que me hace sobresaltar y en eso siento como Micha me abraza con fuerza.

Arrugo el ceño y la abrazo, no se que pasó para que se ponga de esta manera.

— ¿Pasa algo gata? —Pregunto preocupado por ella.

Niega, pero se aferra a mi con más fuerza por lo que no le creo.

—Solo no fue un buen día —Nunca Micha me ha dicho que ha tenido un mal día en el trabajo, siempre esta sonriente y llena de energía por lo que intento mejorar su ánimo. Besó su cabeza con mimo y hablo:

— ¿Sigues de humor para ir conmigo? —Pregunto, ella sale de su escondite el cual era mi pecho y me mira. Sus ojitos verdes están cristalizados y me preocupo.

¿Qué la habrá puesto así?

—Para estar contigo siempre estoy de humor —Sonrío, esa es mi Micha. Besó sus labios suavemente y cuando pienso alejarme ella me corresponde el beso. pero alguien nos interrumpe.

—Esta es una Tienda no un Motel.

No me agrada nada el tono que empleó, me alejo de ella para ver que se trae el idiota de Jackson. No me sorprende nada de que esté celoso.

— ¿Perdón? 

—Ryan vámonos...

—Qué puedes llevarla a otro sitio para acostarte con ella, luego puedes volver a tirarla aquí cuando no la necesites.

Sus palabras me golpean con más fuerza de lo que su puño podría llegar a hacerlo. ¿Es eso lo que en verdad estoy haciendo? Michaela me ataja, ni siquiera me percate de que mi cuerpo ya estaba avanzando.

— ¿Estás borracho en horas de trabajo? —Pregunta ella y lo miro a él con más detenimiento. Y en efecto, se nota que se paso de copas.

—Eso no importa, no necesito estar sobrio para saber que él solo juega contigo Micha —No lo golpeo solo porque ella me lo pidió y la violencia no resuelve nada—. ¿Qué pasa amigo? Estoy siendo franco, pero solo recuerda que cuando Micha quede destrozada aquí estaré yo para ella.

Sé que no soy la mejor opción para ella pero él tampoco lo es.

No puedo si quiera responder porque Michaela me saca del lugar, la veo furiosa pero a la vez preocupada. Saca su celular de su bolsillo trasero y se aleja para hacer una llamada

Mientras ella se aleja me quedo pensando en sus palabras.

Voy a lastimarla, no estoy preparado para una relación y mi maldito carácter la lastimara tarde o temprano.

¿Qué pasa si se enamora de mi?

Terminaría rompiendo su corazón, y yo no quiero hacerlo. Ella... es importante para mi.

Su tío llega después de un rato y cuando por fin Micha dice que podemos irnos pienso en que debo aclarar las cosas, no quiero que piense que mi único objetivo es el sexo... lo era y debería seguir siéndolo para que esto no pase a mayores pero ni siquiera entiendo que es lo que me esta sucediendo.

La detengo antes de llegar al auto y colocó mis manos en su cintura. Ella me mira frunciendo el ceño.

—Micha... no es cierto.

— ¿Qué? —Pregunta sin saber de que mierda le estoy hablando.

—Yo... yo no quiero aprovecharme de ti —Me siento vulnerable de alguna manera, acerco mi rostro al suyo y mi nariz roza su mejilla. La veo cerrar los ojos y yo hago lo mismo—. Eres importante para mi... yo no te haría daño apropósito.

Los abro luego de eso al igual que ella quien me sonríe. Un gesto tan simple, pero que me llena el pecho de una calidez impresionante.

—Lo sé, Ryan.

Debería alejarme ahora... pero no puedo.

El Amor Por El Chocolate. #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora