Capítulo veintitrés.

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Mi día había sido demasiado agotador. Bueno, días en realidad ya que estuve con un turno demasiado largo.

Creo que ni la cafeína será capaz de despertarme, ni siquiera estoy de buen humor. Lo bueno es que Micha es capaz de cambiar mi horrible estado de animo con su sola presencia, salgo de mi departamento cerrando la puerta detrás.

Camino hacia el ascensor, presiono el botón e ingreso. Extrañe las ocurrencias de Michaela estos días, quería contarle lo que sucedió en la madrugada en la sala de emergencias, a ella le divertía mucho escuchar mis historias así como a mi me gustaba escucharla hablar sobre sus clientes y las decisiones estúpidas que tomaban, claro, no siempre eran malas decisiones algunas veces me contaba sobre aquellos tatuajes que tenían un trasfondo...

El ascensor se abre y doy unos pasos afuera hasta escuchar una voz cantarina.

— ¡Hola Ryan! —Me saluda y levanto la mirada para ver a Cindy, la hija del dueño quien está detrás del mostrador.

—Hola Cindy, ¿Qué tal? —Ella sonríe mientras camino en su dirección, es una joven muy brillante a la cual he ayudado unas cuantas veces en matemática ya que es una materia que le va mal... lo que es raro porque según ella no entiende pero saca notas perfectas.

No creo que solo sea un buen profesor, tal vez solo quiere pasar el tiempo con alguien más. Nunca la he visto salir con amigas, o ni siquiera con algún chico.

— ¡Bien! Pero parece que tu estas muy cansado Ry —Dice haciendo una mueca—. ¿Turno largo?

Asiento con la cabeza mientras me recuesto un poco contra el mostrador.

—Demasiado, no sé porque en está época suelen haber tantos virus rondando.

Coloca sus codos sobre esta y yo me alejo un poco por la cercanía que no es nada incomoda pero tampoco es que me agrade mucho.

—Menos mal que Los Ángeles tiene al mejor Doctor —Su alago me hace sonreír.

—No creo que sea el mejor, pero después de todo me gusta mi trabajo así que aunque llegue cansado puedo tener la satisfacción de haber ayudado a mucha gente.

Ella me mira y sonríe.

—Eso dice mucho de ti Ryan —Sale del mostrador—, quería mostrarte algo... —No termina lo que dice porque tropieza con sus propios pies y prácticamente cae sobre mí.

La sostengo para que no se caiga, pero no soy tan rápido por lo que al caer sus labios terminan muy cerca de los mío y me asusto. Pienso separarla pero antes de hacerlo siento que me jalan hacia atrás.

Como me aleje tan rápidamente Cindy da varios pasos al frente al perder mi agarre y cae al suelo de rodillas.

Estoy tan sorprendido que no me percate de que fue Michaela quien me jalo del brazo, preocupado pienso ver si se lastimo al caer pero de nuevo no vuelvo a actuar tan rápido.

Cindy mira a Micha con ojos asesinos.

Michaela no parece notarlo e intenta ayudarla a levantarse.

— ¿Te parece bien el ir besando a personas por ahí?

Cindy exclama un grito de dolor una vez que se pone de pie y se suelta del agarre de Michaela de forma brusca.

— ¡Suéltame maldita loca! ¡Ay!

Me obligo a actuar por lo que camino en dirección de micha para estirar de la cintura a la loca esta.

— ¡Michaela, basta!

No quiero que montemos un show aquí, así que antes de que se le ocurra hacer algo más atraigo a Michaela hacía mi.

—No finjas porque no te hice nada

El Amor Por El Chocolate. #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora