Sed por tu Sangre

Capítulo 58 - Miedos y Deseos

Capítulo 58 - Miedos y Deseos.
Karma POV
Todo estaba tan silencioso, teníamos que mantenernos muy alerta, pues desconocía que se le había ocurrido a Nagisa, pues estaba cien por ciento seguro que una sorpresa desagradable nos tenía preparado.

Escuchamos pasos, más bien alguien corría y también se escuchaba una risa.  Miramos atentos y todos nos detuvimos.

-Hola, ¿vinieron a jugar conmigo?.  Si, ¡¡que bien!! - un Nagisa de niño se presentó frente a nosotros, para tomar nuestras manos.

El trataba de que nos fuéramos con él, pero nunca nos movimos de nuestro sitio, se soltó, nos miró muy triste y comenzó a llorar.  Sus lágrimas corrían por sus ojos, solo lloraba y nosotros no sabíamos que hacer.

-Hola pequeño, ¿cuál es tú nombre? - Kathleen se acercó a él, agachándose a su altura.

-Nagisa y tengo así - se limpió las lágrimas y mostró tres dedos de su pequeña mano.

-¿Qué hacemos Karma? - ella me  preguntó, señalando a Nagisa.

-Mamá y Papá - nos tomó a ambos de las manos.

-¡¡Queeeeeeee!! - nosotros no somos tus padres pequeño - Kathleen le comentaba, haciéndole tratar de entender.

El no dejaba de tomar nuestras manos, se soltó para tomar las de Felipe y Jahzeel, pero entonces note una mirada de tristeza en ella. 

-Ayuden a mi amigo, está triste - señaló más adelante.

Un suspiro salió de mis labios, nos dirigimos en la dirección que nos indicaba.  Era posible que íbamos hacia una trampa.  El pequeño Nagisa señaló hacia un punto delante, después se giró, sus ojos cambiaron a los de un asesino, sonrió y desapareció.

Ya no teníamos la menor duda, caímos en una trampa.  -Debemos estar alerta, no sabemos lo que nos espera - les comente mirando para todos lados.

Me detuve de pronto, sentí como si un sudor frío me corriera desde la nuca hasta la espalda. 

"Karmita, cariño perdóname por no volver a estar otra vez en navidad y para tú cumpleaños - yo oía a mi madre en el teléfono.

-¿porqué, lo prometieron? - les grité mientras lloraba.

-Lo lamentamos, pero estaremos para año nuevo, te llevaremos muchos juguetes - me decían mientras yo cortaba la llamada.

Corrí escaleras arriba, mientras me encerraba en mi cuarto y lloraba sobre la cama.

Una mucama entró a mi cuarto y sobo mi cabeza, mientras yo la miraba con tristeza.  - Mis papás no me quieren - lloraba en los brazos de la mucama.

-Si te quieren, es solo que trabajan mucho para darte todo lo que quieras - ella limpio mis lágrimas.

-Yo solo lo quiero a ellos - volví a abrazarla.

-Lo se, solo tienes cinco años y necesitas a tus papás - sobaba mi cabeza."

El pequeño Nagisa apreció, miraba el recuerdo y corría alrededor de él, de pronto me miró y desapareció..