Capítulo 46 - ¿Angel o Demonio?

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Tú negación tan fuerte a querer alimentarte de ese humano.  Al no querer acostarte con él.  Somos vampiros y tú estás luchando con el instinto.  No estamos rompiendo ninguna regla, por eso me he visto en la penosa necesidad de separarnos.  Yo soy tú Shiota Nagisa, tú instinto depredador. 

Karma, olía delicioso y no pusiste peros, para alimentarnos de su sangre, lo hicimos nuestro.  Pero te niegas a acostarte con ese chico y es lo que deseo, ya estoy aburrido de estar viendolo todas las noches sin tocar su piel.  Su sangre nos llamó.  Así que de ahora en adelante dormirás, mientras yo voy a disfrutar de Karma y Karuma - se relamió los labios.

-No puedo yo amo a Karma, sea humano o vampiro.  El es todo para mí. No quiero eso - suplicaba desesperado.  Tenía una lucha interna conmigo mismo. 

-En ese cuarto, cuando fuimos a alimentarnos la primera vez, ese chico suspiro y el olor de su aliento nos volvió locos.  Pero desde ahí supe que no traicionarías a Akabane y me ayudó que desearas ocultar lo que te estaba pasando.  Tuviste miedo de la reacción de nuestro amante.  Tu control siempre ha sido muy pésimo y eso me facilita las cosas.  Solo tengo que cuidarme de Saito, el puede detenerme y unirnos completamente para que nunca yo vuelva a ser otro ser.

-Tú conciencia dormirá, mientras yo disfruto de Karma y de nuestro nuevo querido amante.  Algo se me ocurrirá para dejar a Karma tranquilo.  Además tengo una fiesta de máscaras que asistir mañana con mi nueva presa.  Buenas noches Shiota Nagisa - me separe del espejo.

-Karma, no tienes que preocuparte estoy bien, es sólo que creo que estoy desarrollando otro don - lo abracé.

-Perdón por lo de en ante, yo deseo estar contigo.  Estoy algo abrumado, pero deseo sentirte, ¿quiero hacerte el amor Karma? - hundí mi rostro en su pecho, mientras una sonrisa llena de lujuria la ocultaba en su pecho.>>

Capítulo 46 - ¿Angel o Demonio?
Nagisa POV
Sentía la delicia de esos brazos que me apresaban, por fin podría disfrutar esto de la manera más retorcida. Revente los botones de su camisa, mientras enredaba mis piernas en sus caderas, para dirigirnos a la cama. Disfrute como nuca antes de ese cuerpo, de sus jadeos, de las veces que se corrió. Lo único que deteste fue el tener que permitir que me penetrara, tenía que moverme sobre su cuerpo cuando entro en mi.

Lo veía respirar, producto del orgasmo, su semilla estaba en mi interior. Me acosté a un lado sobre su pecho - quiero pedirte algo.  Voy a traer una presa y deseo que me dejes montarte mientras te alimentas de ella - mire sus ojos rojos.

Me miró expectante, creo que me pase con el pedido.  Sus ojos me empezaron a estudiar, - una vez Víctor dijo que lo hizo con un vampiro.  Yo te amo Karma y deseo probarlo todo contigo a mi lado - escondí mi rostro en su pecho y una molestia estaba en mi rostro por su silencio

El silencio reinaba en la habitación, cuando una voz molesta en mi cabeza, se hizo escuchar. -No puedes hacer eso, es retorcido. No lo voy a permitir - su voz sería se hizo presente.

-Escucha mis pensamientos, no me hagas reír, ¿cómo lo vas a evitar?. No viste como lo penetre y escuchaste su gemido de placer.  Se retorcía y jadeaba.  Lo penetrare todas las veces que pueda.  Ahora has silencio que interrumpes mi segunda ronda - uní mis labios con los de Akabane.

Su cuerpo se volvía a retorcer producto del orgasmo, lo habíamos hecho muchas veces.  Pero ya era momento de irme, en un rápido movimiento presione mis dedos en su nuca y empezó a cerrar sus ojos.  Se removió incómodo, al darse cuenta lo que estaba sucediendo.

-Adiós Karma Akabane, acabo de decidir que quiero la libertad.  No quiero una pareja que me amarre - desaparecí por la ventana.

-Karma no es tonto, ya se dio cuenta que no soy yo - volvió a interrumpirme.

En verdad eres una molestia, no puedes quedarte en lo profundo de la mente y callarte.  Hoy Saito no vendrá y cuando el pelirrojo despierte ya será muy tarde.  Además cuando despierte le tengo una sorpresa. ¿Sabes cuánto duran los celos de una gata?.

-No puedes ser tan cruel - su voz se apagaba.

Un celo puede durar una semana y está gata está desesperada. -Hoy harás un trabajo preciosa pondrás a un vampiro en celo -la tome con cuidado del lomo.  Karma desearás aparearte con Nagisa, pero no lo encontrarás, coloque la gata en la cama, está camino maullando, se acomodó en la espalda de Akabane y le clavo las uñas. Ronroneaba, maullaba y daba vueltas sobre su espalda, cerré la puerta de la habitación y fui donde las cobras.

Este amor por las serpientes si es algo que me gusta.  Es lo único bueno que me gustaba.  Acerqué mi mano, ellas se acercaron, se enredaron en ella. Pero cuando estuvieron fuera del cristal, intentaron morderme, por lo visto a ellas no las puedo engañar, las tres se pusieron alertas y desaparecieron por la casa.

-¿A dónde vamos?. ¿No tendrás pensado romper una regla? - su voz irritante se escuchó en mi cabeza. No te preocupes que no haremos nada de eso. Sólo vamos a disfrutar de una noche de sexo salvaje con ese humano.

-No podemos engañar a Karma, yo lo amo.  Además el ritual de la Luna Negra, sólo se puede hacer una vez - su voz se escuchaba llena de terror.  Decidí ignorar sus ruegos.

Caminaba por la calles de la ciudad, buscaba la ropa perfecta para está noche.  Una fiesta con máscara, me alegro tanto que tus amigos te invitaran, pero sobre todo que decidieras ir, eso fue lo que necesit para tomar la decisión de separarme y tomar el control de Nagisa. 

Entre a una tienda, me probé un traje de color negro, me quedaba perfecto y el último detalle era el gatito en el mismo color y compre todo lo necesario para esta hermosa noche.

Las horas pasaron y finalmente estaba listo, alquile una habitación en el mismo hotel del evento.  Me coloqué el antifaz, el adecuado para mí, la mitad que cubría mi ojo izquierdo en color negro y la otra mitad en color blanco.  En la entrada de ese salón aspire la sangre y fue un deleite lo que sentí, si pudiera matarlos a todos, sería un delicioso festín.

Camine directo a mi presa, su rico olor era asfixiante.  Aunque no podía negar que Karma como humano no tiene comparación y el sabor de su sangre es el manjar de los Dioses, pero su sangre ahora tiene ese toque amargo de la ponzoña.

-Buenas noches, le ofrezco una copa - me presenté ante mi presa.   Vestido igual de traje, pero en color blanco, sus cabellos rojos sueltos, sus ojos verdes ocultos detrás de una máscara en color negro.  Al mirarme su rostro se tiñó de un hermoso sonrojo, mi relamí los labios al ver la sangre acumularse en sus mejillas.

-Yo soy el Conde Irlandés - me presenté.  Escuche su risa - el Conde no tiene nombre.  Yo soy Kurama Palacios - hizo una reverencia.

No permití que nadie se le acercará, sabía como seducir a una presa.  Mi olor le gustaba.  Me conto cosas que ya había averiguado, pero algo llamo mi atención su padre es español y su madre japonesa.

-¿Cuál es tu nombre completo? - lo cuestione por la convinación del japones y español.

-Kurama Javier Palacios Akabane - sus ojos verdes me miraron.

Ahora entendía porque me gusto tanto. 

-Noooooooo - escuché el grito de mi contenedor con  desesperación y angustía en mi cabeza y una sonrisa apareció en mis labios.

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