Capítulo 14

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Llamada.

Nam había visto llegar al abuelo, el padre de Ryeowook, desde la ventana de su habitación. Nunca se había sentido cercano a aquel hombre, pese a que lo intentaba desde pequeño, pero al crecer se dio cuenta de que sus papás tampoco parecían muy felices por su presencia. Siempre que visitaba su casa no lucían felices, más bien tensos por alguna razón, como si creyeran que su abuelo podría aparecer con un hacha por la puerta en cualquier momento.

Ryeowook lo había hecho bajar para saludarlo, eso fue poco después de que su papá le hubiera marcado a Kyuhyun para contarle sobre la llegada inesperada del abuelo, así que Nam ahora escuchaba la conversación del señor Kim sin gran interés. Ojalá su padre lo hubiera llevado a Busan como le rogó, así podría, con un poco de suerte, conocer a Lee Sungmin, pero por desgracia Kyuhyun no lo quería cerca. 

—¿Estás de acuerdo con eso, Jongnam? —Nam solo pudo oír sus nombre, así que apenado se disculpó.

—Lo siento, no escuché —el anciano le dedicó una mirada severa.

—Digo que deberías ir conmigo mientras tus padres van a ese viaje, así no te sentirás solo. —Lo único que pudo hacer fue asentir, aunque no estuviera de acuerdo. La mirada autoritaria de su abuelo nunca le gustó, todo lo contrario a sus abuelos los Cho—. Ryeowook, tu hijo debería alejarse de todo, no le hace bien que tenga tantas cámaras siguiéndolo.

—Kyuhyun hace lo posible.

—Kyuhyun ha descuidado la compañía de su padre, ¿crees que no me preocupo? Tú no puedes manejar solo la empresa de la familia el día que llegue a faltar, necesitamos que Kyuhyun se haga cargo, pero decidió no soltar el micrófono y abandonar sus responsabilidades. Debí elegirte un mejor marido.

—Papá —dijo Wook para pedirle que dejara de hablar, entonces miró a Nam, quien veía a su abuelo con cierto resentimiento por la forma en la que le hablaba a él y se expresaba de Kyuhyun.

—Mi nieto es la única esperanza. —Sus ojos fueron puestos en el joven—. Es mi heredero y yo me encargaré de que sea el mejor.

La sonrisa de satisfacción de su abuelo no hizo más que causarle temor, y mirando de reojo a su padre, Nam se dio cuenta de que causaba el mismo efecto en él.

***

Hyunmin y Bon se habían ido a dormir después de las exigencias de Sungmin, así que ahora los tres adultos conversaban en la sala de la casa de Heechul. Min había estado recibiendo decenas y decenas de preguntas los últimos tres cuartos de hora, así que comenzaba a hartarse de la situación.

—Debiste desnudarlo en ese momento, cinco minutos es poco, pero puedes hacer milagros —dijo Hee recargado en el regazo de su esposo Siwon para después inclinarse y dar un trago al vaso de soju que tenía en sus manos.

—Eso lo hago en tres —respondió Min, después los dos comenzaron a reír.

—Suficiente alcohol por hoy —Siwon se levantó para tomar la última botella y dejarla fuera de su alcance.

—¡Aguafiestas! —gritó Hee al ver a Siwon desaparecer con la botella hacia la cocina— ¿Qué vas a hacer? Me refiero a después de llevarlo a la cama.

—No llevaré al idiota a la cama. Te lo dije, habló de un viaje con su esposo, lo escuché —dijo Min con nostalgia.

—Pero eso no te impide hacerlo recordar viejos tiempos. Apuesto a que es infeliz en su matrimonio y por eso intentó besarte, reviviste la pasión, Sungmin. Calentaste a Kyuhyun en un lapso de cinco minutos.

—Shhh... —Min tiró el vaso de Soju por accidente al intentar hacer que Heechul se callara—. Da lo mismo, ese hombre no es mío. Esperaré a que me llame y después de que Hyun y él se conozcan, volveremos a Busan.

—¿Y qué hay de la editorial? Es una gran oportunidad, Sungmin. Independientemente de lo que pase con Kyuhyun, no debes desperdiciar esta oportunidad. Piénsalo.

Sungmin, luego de varios minutos más se despidió de Hee para ir a la cama. Era tarde ya, las doce con nueve minutos, así que debía ir a dormir pues mañana debía ir a la editorial. Mientras se quitaba la ropa para ponerse pijama cómoda, recibió una llamada. Un número privado figuraba en la pantalla. La editorial no podía ser, era muy tarde, Sangin tampoco, ¿acaso...?

—¿Hola?

—Hola, Sungmin. Soy yo, Kyuhyun —idiota, su corazón se aceleró—. Conseguí tu número gracias a tu editorial. Ahora deberás explicar por qué escribirás mi biografía.

—Es tarde, dijiste que llamarías mañana.

—Ya es mañana, son las doce quince —Min no pudo evitar sonreír, el efecto del alcohol quizás.

—Kyuhyun, escucha. Lamento todo, ¿sí? Comprendo que estés enojado, yo...

—Lo estoy, un poco —interrumpió—, pero no es suficiente para olvidarte.

—Estoy ebrio, ¿sabes? Decir esas cosas solo hace que me sonroje —Min sonrió—. Voy a pedirte que te detengas ahora. Eres el padre de mi hijo, y te respeto, pero también eres un hombre casado. Te pido entonces que me respetes a mí, y también que respetes a tu esposo.

—Sungmin, eso es...

—No. No, Kyuhyun. Lo nuestro solo duró una noche, dejémoslo atrás. Descansa —colgó. 

Sungmin suspiró, necesitaba ponerle fin. Era lo mejor, lo de Kyuhyun y él no podía ser, jamás.

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¡Gracias y lamento la espera! :)

Esta semana espero subir capítulos más seguido para recuperar el tiempo.

¡Nos leemos pronto!

3 Kilos 200 gramosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora