Capítulo 9

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Jongnam

Miró por la ventana del auto mientras los edificios se alzaban en su cabeza. Tenía hambre, no había comido nada debido a que tuvo que esconderse de nueva cuenta de aquellas personas que lo acosaban constantemente con sus cámaras y sus preguntas estúpidas ¿Por qué no molestaban a su padre? Total, él era la persona famosa aquí, no tenían por qué meterse en su vida.

—¿Cómo estuvo su clase de esgrima, joven? —preguntó el chofer desde el frente del auto. El chico de cabello oscuro pudo ver que lo miró por unos segundos desde el espejo retrovisor.

—Igual que siempre. Los paparazzi siguen molestando.

—Se lo diré a su padre —el joven dejó escapar una risa sarcástica.

—No hará nada. He vivido así toda mi vida.

Y así era. Jongnam había crecido rodeado de cámaras y de personas desconocidas que diariamente le preguntaban cosas sobre su padre. Así que no era muy lindo ser el hijo de Cho Kyuhyun, el famosísimo cantante de baladas. En una ocasión, cuando era muy pequeño se le escapó decir algo de su familia que tuvo a Kyuhyun bajo la mira de los medios por seis meses enteros. Incluso, después de años, seguían sacando a relucir el tema.

—Alégrese, son vacaciones. Puede descansar y pasar tiempo con sus padres.

—Kyuhyun no tiene tiempo, Kangin. A veces no entiendo por qué siguen juntos —dejó escapar un suspiro.

—El trabajo del señor Cho es muy importante. El público lo ama, el señor Ryeowook lo ama, solo necesitan un tiempo a solas, olvidarse de todo.

Por años había deseado un poco más de atención por parte de su padre. Kyuhyun siempre llegaba tarde a los festivales escolares los primeros años, pero conforme fue creciendo, dejó de asistir. Lo había decepcionado tantas veces que al final dejó de importarle si lo veía aparecer por la puerta o no.

El auto aparcó frente a la puerta principal. Nam se despidió de su chofer e ingresó a su casa. Supo que había invitados cuando escuchó voces en la estancia. Detuvo sus pasos justo al entrar en la sala. Su papá Ryeowook estaba ahí y también Kyuhyun. Una mujer, quien no recordaba haberla visto jamás, platicaba con ellos de forma amistosa. Ambos padres parecían bastante animados por alguna extraña razón.

—Nam, cariño. Ven y saluda.

Jongnam caminó hacia acercarse a Ryeowook, quien se levantó enseguida para presentarle a aquella mujer de cabello castaño y lentes de montura cuadrada, su sonrisa parecía demasiado radiante.

—Ella es Victoria. Una agente de viajes, nos está ayudando a organizar un viaje que tu papá y yo pensamos hacer dentro de unas semanas.

—¿Viaje?

—Creemos que necesitamos un descanso. Pronto será nuestro aniversario de bodas y queremos celebrarlo —intervino Kyuhyun.

Nam no podía creer que Kyuhyun decidiera otorgar un poco de su valioso tiempo a su papá para salir de viaje. Sonrió de manera involuntaria, tal vez su padre lo estaba intentando, acercarse de nuevo a la familia, y comenzando por su papá Wook.

—Será un viaje de aniversario. Papá y yo hemos hablado y nos hará bien alejarnos de todo unos días. Cuando volvamos te prometo que las cosas van a estar mejor —Kyuhyun se acercó a su hijo y puso una mano en su cabellera oscura.

Nam asintió. Las interacciones con su padre lo ponían nervioso, en realidad no lo conocía demasiado. De pequeño adoraba su compañía, pero ahora, estar cerca de él era extraño, le quería, pero que su papá acariciara su cabello y le dedicara una sonrisa era casi un sueño.

Despidieron a Victoria y poco tiempo después la familia se reunió para cenar.

—Nam, ya te dije que no me gusta que leas mientras comemos —lo reprendió Ryeowook. El chico dejó el libro sobre la mesa y continuó con su cena.

Kyuhyun sonrió. Jongnam solía pedirle de pequeño que le contara historias de terror antes de dormir. Era extraño que un niño de seis años, en aquel entonces, rogara por oír cuentos de miedo que muchas veces Kyuhyun tenía que inventar. Kyu se odió a sí mismo muchas veces por no darle la suficiente atención a Nam; la vida que decidió llevar le exigía demasiado y su hijo había llevado la peor parte.

—Lo siento, papá —Wook estuvo satisfecho de verlo tomar sus cubiertos.

—¿Qué lees esta vez? —preguntó Kyuhyun.

Un ángel perverso —respondió mientras volvía a tomar el libro para mostrarle la portada donde aparecían las alas de un ángel—. El autor es Lee Sungmin.

Kyuhyun terminó por derramar su bebida sobre la mesa al intentar llevarse la copa de vino a sus labios. El nombre Lee Sungmin había logrado esa reacción de torpeza. ¿Era el mismo Lee Sungmin?, ¿o se trataba solo de una coincidencia?

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"Un ángel perverso", en su librería más cercana xD Y es Yaoi 😂

PD: ¡Kangin de chofer, agárrense! 😱  Ok, mal chiste. I miss you, Kangin💙   

3 Kilos 200 gramosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora