Capítulo 48

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Familia Cho

Kyuhyun y Ryeowook bajaron del auto con prisa de no mojarse para entrar a la escuela. Sabían que las clases aún no terminaban y que tal vez sería difícil sacar a los chicos antes, pero no se arriesgarían a que al señor Kim le diera por causarles daño ahora que probablemente estaba enojado por la entrevista, aunque para asombro de ambos, no le había llamado a Wook. Sospechoso.

—Buenas tardes, quisiéramos ver la posibilidad de llevarnos a Lee Hyunmin y Cho Jongnam de la escuela, por favor —dijo Kyuhyun a la secretaria. La mujer se acomodó las gafas y miró a ambos adultos. No le costó mucho tiempo reconocerlos a los dos.

—Qué casualidad, justo los dos están en detención en la oficina del director.

—¿Detención? —Wook no podía creerlo, ¿su hijo en detención?

—Los dos se saltaron algunas clases. Los encontramos juntos, dormidos en la azotea del edificio. De cualquier manera pensábamos hablarles, solo que el director consideró prudente llamar solo al señor Lee. —El director al parecer había estado viendo la entrevista desde su oficina—. Está con el director ahora mismo, si gustan pasar, los anunciaré de inmediato.

Así fue como Wook y Kyuhyun se unieron a Sungmin y mantuvieron una tranquila charla con el director, la cual se extendió por casi una hora, donde tomaron otros puntos a discutir, entre ellos la seguridad de los dos jóvenes y su situación actual.

Más tarde los tres adultos y los dos chicos abandonaron el colegio poco después de terminar las clases, cerciorándose de salir cuando ya no había alumnado, para no llamar la atención. Esa entrevista, estaba claro que medio país la había visto, si no, se enterarían mañana.

—Por lo que veo, hablaste con Jongnam —dijo Sungmin a su hijo una vez que el joven entró a su habitación—. Incluso tuvieron tiempo de tener un reporte.

—Es mi primer reporte después de lo del laboratorio, hace un año—se apresuró a decir Hyun.

—Sí, y no llevas ni el mes en la escuela —dijo Sungmin cruzando sus brazos desde el marco de la puerta, pero su regaño fracasó cuando una sonrisa se asomó por sus labios.

—Lo siento, es que no quería dejarlo solo —Min se acercó a Hyunmin y lo abrazó.

—Hiciste bien, él necesitaba que lo escucharas. Ahora lava tus manos, la comida está casi lista, que suerte que no me llamaron cuando apenas comenzaba. —Sungmin deshizo el abrazo y salió de la habitación rumbo a la cocina, donde había dejado a Kyuhyun supervisando que nada se quemara.

Sungmin se le quedó mirando por casi un minuto. Se podía acostumbrar a ver a Kyuhyun con su mandil rosado. Entonces el castaño sintió su presencia y se giró para verlo.

—Muy guapo, señor Cho —dijo, esta vez se acercó a él.

—No tanto como tú, futuro señor Cho —Kyuhyun recibió el beso de Sungmin con gusto—. Acaba de hablar mi hermana, nos invitó a casa de mis padres para cenar. Quieren conocer a Hyunmin y también a ti.

—¿Hoy? —el castaño asintió. Sungmin no sabía si eso sería buena idea, ¿y si no los aceptaban?— No lo sé, ¿no es demasiado apresurado?

—Mi hermana no vive en Corea, creo que solo se quedará hasta que lean el testamento de papá, después regresará con su esposo y sus hijos. A Ahra jamás le interesó el negocio familiar, tal vez me pida manejar su parte, si es que la tiene. Pero una cosa es segura, ella no se quedará.

Sungmin lo pensó. Se estaba adelantando a los hechos, los familiares de Kyuhyun debían ser buenas personas, nunca lo había escuchado quejarse de sus padres o de su hermana, incluso habiéndolo comprometido con Ryeowook. Tenía que darles una oportunidad.

—Está bien, iremos.

Kyuhyun lo tomó de la cintura y comenzó a besarlo de nuevo. Esta vez lo atrajo tanto que sus entrepiernas se rozaron, haciéndolos sentir sus miembros dormidos, pero que despertarían en cualquier momento de seguir así.

Kyuhyun mordió su cuello y Sungmin cerró sus ojos al sentirlo. Entonces un olor diferente lo hizo abrir sus ojos para mirarlo.

—¿Apagaste la estufa?

***

—¡Bienvenidos! —gritó la hermana de Kyuhyun, Ahra, quien personalmente los había recibido a los tres en la puerta.

Ahra abrazó a su hermano con gran entusiasmo, después fue el turno de Sungmin, que casi tuvo que pedir ayuda a Kyuhyun para no morir asfixiado. Por último fue el turno de Hyunmin, quien se mostró tan alegre como su tía.

—¡Pasen, adelante! Mamá los espera en la sala. Debes disculparla si está un poco seria —dijo esto último refiriéndose a Sungmin—. La partida de papá la ha dejado devastada. También le ha costado asimilar tu situación con Ryeowook, hermano, pero denle tiempo. Es un gran avance que ella misma haya sugerido esta cena, ¿no?

—¿Lo hizo? —preguntó Min sin poder contenerse.

—Sí, tiene otro nieto, no es para menos.

Cuando llegaron a la gran sala, Sungmin se dio cuenta de que tan solo ahí podría meter toda su casa. El lugar era impresionante. Luego miró hacia aquella mujer de apariencia elegante que se levantó enseguida apenas los vio, vestía de negro y conservaba un rostro ameno. Se parecía mucho a Kyuhyun.

—Mamá —Kyuhyun se aproximó a abrazarla, luego besó ambas mejillas con dulzura. Se separó entonces para estirar la mano, pidiéndole a Sungmin tomarla e ir hacia ellos—. Mamá, él es Sungmin, el hombre a quien amo.

Las mejillas de Sungmin se tiñeron de rosa al escucharlo, acción que la madre de Kyuhyun interpretó como tierna. De pronto la mujer se dejó caer de rodillas mientras lloraba sosteniendo las piernas de Sungmin.

—Cuanto lo siento, Sungmin… Tuviste que criar a un niño solo, de seguro pasaste por dificultades, cuando tú debiste estar con Kyuhyun y tener nuestro apoyo —dijo la mujer llorando—. Perdónanos, Kyuhyun debió tener la opción de elegir.

—Señora Cho, por favor, no es necesario…

—Mamá, levántate. —Kyuhyun la ayudó a sostenerse para ponerse de pie—. Fui yo quien tomó las decisiones. No te culpes, tú y papá son los mejores.

—Mamá, anímate —interrumpió Ahra, entonces haló a Hyun con suavidad para que la mujer lo viera.
El joven mostró una sonrisa de medio lado y miró con un brillo especial hacia ella.

—Hola, abue.

Hyunmin caminó hacia su abuela, la tomó de las manos y después se abrazaron. Ella lloró más esta vez. Hyunmin le permitió tocar sus mejillas y su cabello castaño, mientras repetía una y otra vez ciertos rasgos que encontraba parecidos a su hijo cuando tenían la misma edad.

—Nam y yo vendremos a visitarla juntos —dijo Hyun ahora junto a ella, sentados en uno de los sofás color chocolate.

Al encuentro pronto se unieron los hijos de Ahra, dos mellizos de nueve años, y su esposo, momento bastante emotivo, que luego por lo que habían pasado era agradable. Kyuhyun se alegró entonces de ver sonreír a su madre después de días, pero también, la ausencia de su padre se sentía más que nunca. Solo esperaba que donde quiera que estuviera, compartiera ese momento familiar con ellos.

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❤  Dejaré un último capítulo por hoy 😊

3 Kilos 200 gramosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora