Encuentro
No podía dormir. Después de enviarle el mensaje a Sungmin cerró sus ojos y se concentró en el sueño, pero no lograba dormirse. Escuchó a Ryeowook levantarse de la cama hacía un minuto. Sabía a dónde había ido, Wook a menudo visitaba a Nam, le daba un beso de buenas noches y volvía a la cama. Kyuhyun estaba consciente de las preocupaciones de Ryeowook, las compartían desde hacía años, y no podía culparlo. Nam era lo más importante para Wook.
La imagen de esa noche había vuelto a sus recuerdos. No había llegado a tiempo para cenar por una única razón, y no tenía nada que ver con trabajo, Kyuhyun había visto a Sungmin y a su hijo esa noche.
—¡A descansar! Sungmin tiene que impresionar a sus seguidores el día de mañana —Kyuhyun escuchó la voz del amigo de Sungmin, Heechul.
—Sigo nervioso, la película no ayudó mucho.
—Papá, tú eres el mejor. Confío en que lo harás bien —Un chico, no lo había visto en el aeropuerto pues se había concentrado en Sungmin, abrazaba a Min mientras sonreía. Era él, su hijo.
El calor de la emoción llenó su pecho. Kyuhyun permanecía adentro del auto aparcado del otro lado de la calle mientras observaba la escena. Había logrado dar con la ubicación de Min después de varias investigaciones, tal vez era de dementes, pero tenía miedo de perderlos de nuevo. Sus manos tomaron con fuerza el volante, intentando mitigar las ganas que tenía de salir e ir a encontrarse con Sungmin y su hijo. Pero no podía hacerlo, no por el momento. Necesitaba tener paciencia y esperar.
—¿Debería decirlo todo?
Luego de que los dos entraran a la casa, seguido de los amigos de Sungmin, Kyuhyun permaneció un rato más, pensando en lo que pasaría el día de mañana, esperando que Nam estuviera a salvo y que todo saliera bien esta vez. Echando un último vistazo, se fue. Y ahora estaba ahí, en la habitación, pensando en su hijo y en Sungmin, determinado a volver pronto.
El viaje con Ryeowook sería mañana, llegarían a Zúrich, Suiza, en una casa que se había encargado de rentar por unos días, nada de hoteles, era lo más seguro, y entonces comenzarían su odisea una vez más.
Escuchó a Wook entrar e intentó parecer dormido, pero no dio resultado.
—¿Tampoco puedes dormir? —le dijo Ryeowook mientras se sentaba en la cama.
—Pienso en mañana.
—Yo también. Kyuhyun, ya fallamos una vez, todavía lo recuerdo. Nam tenía seis años. Creí que lo había perdido, me lo creí por años —Wook recordó a su hijo, aquel pequeño niño entrando una noche a su habitación, viéndolo llorar e intentando calmar sus lágrimas sin saber lo que realmente ocurría.
—Oye, ya pasó. Yesung está bien —lo animó Kyu desde su lugar—. Vamos a encontrarlo, esta vez todo saldrá bien.
—¿Y si no? No podemos seguir fingiendo toda la vida. Tuviste que decir que mi hijo era tuyo para que mi padre no me hiciera lo mismo que a Kibum, pero se lo hizo a Yesung —sollozó—. Has hecho muchos sacrificios, Kyuhyun, pudiste encontrar a alguien con quien hacer tu vida, pero elegiste esto.
Kyuhyun permaneció callado, jamás le había hablado a Ryeowook de Sungmin. Si se enteraba de eso se pondría furioso con él y consigo mismo. Se culparía, y más si descubría que tenía un hijo con Min. Si él lo hubiera sabido, si Sungmin se lo hubiera dicho las cosas serían diferentes; hubiera buscado otra manera de ayudar a Ryeowook y defender a Min de ese hombre, de su amenaza.
En aquel momento era un joven ingenuo, que no pudo manejar una situación así, pero ahora tenía bastante influencia y la aprovecharía a su favor. Haría las cosas bien a partir de ahora, no podía mentirle a Ryeowook quien siempre había sido su mejor amigo.
—Tengo a alguien —confesó—.Y traeré a tu alguien contigo y Nam.
***
Hyunmin veía a su padre ir de un lado a otro en las estanterías de la librería. Su pequeño discurso comenzaría en cinco minutos. Si continuaba así, dejaría una zanja muy pronto.
—Nunca lo había visto así.
—Ni yo, tío Sungmin debería acostumbrarse, si viven aquí en Seúl tendrá que hacer este tipo de eventos más seguido —comentó Bon sin apartar la vista del nervioso Sungmin.
—Rápido, busquemos asiento —Hyunmin corrió, pero al dar la vuelta hacia otra de las estanterías, chocó con una persona. Nam.
El movimiento provocó que varios libros del estante alto cayeran en la cabeza del chico de cabello negro, quien se sobó de inmediato, pues casi moría al caerle una enciclopedia.
—¡Oye, no puedes correr aquí! —se quejó el joven mirándolo feo, según Hyun, pero no era un feo intimidante, más bien gracioso.
—Tampoco puedes gritar. —La mirada se intensificó después de su broma, así que Hyunmin optó por disculparse—. Lo lamento, ¿te hiciste daño?
Intentó tocar su cabeza, pero el chico de lindos pucheros y mirada rabiosa lo apartó de un manotazo. Nam siguió su camino, pero se detuvo un momento.
—Y recoge esos libros —se fue. Para Hyunmin eso se sintió como ser regañado por su papá.
—¡Wow, eso fue hermoso! —La voz de Bonnie lo regresó al presente—. Ya oíste a Don furias, recoge tu desastre, Hyun.
Optó por hacer lo que le pedían mientras la voz de su padre resonaba en el local. Sonrió. Ya había comenzado.
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¡Hola! Es sábado, pero como no actualicé el miércoles, aquí va este cap :) espero que les haya gustado.
Bueno, nuestros dos peques se conocieron :) Me gusta escribir sobre ellos, tal vez a algunos no les agraden tanto sus intervenciones en la trama, pero creo que conocer a los personajes importantes aporta más a la historia n_n
Muchas gracias por su lectura, comentarios y estrella :) Actualizo mañana 💙
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3 Kilos 200 gramos
FanfictionMICRO FIC Sungmin se enamora de Kyuhyun, pero, en una noche de alcohol de por medio, ambos terminan teniendo relaciones que trae como consecuencia un embarazo. Dolido, sabiendo que Kyuhyun no le corresponderá jamás porque tiene novio, decide irse de...