3 Kilos 200 gramos

Capítulo 36

Anillo

Movió su hombro, intentando zafarse de la mano de aquel hombre, pero él no cedió. Hyunmin sintió miedo, no sabía quién era realmente ese sujeto, ¿por qué les había tomado fotos?, ¿por qué precisamente a ellos? Miró alrededor, había personas que pasaban, pero ninguna se había detenido a ayudar, tal vez pensaban que era un simple jovencito que había robado algo a aquel hombre.

—¿Quién es usted? —se atrevió a preguntar, pero él no respondió, solo se limitó a mirarlo de manera severa. Entonces lo zarandeó y tomó de los cabellos para intentar arrebatarle lo que había guardado en su bolsillo.

Entonces un hombre de traje tomó el brazo de su captor y lo alejó de un empujón. "¡Hyunmin!" Escuchó su nombre ser pronunciado fuerte y claro, cuando dio media vuelta pudo ver a Jongnam mirándolo desde un auto color blanco.

—¿Nam?

—¡Rápido, sube! —le abrió la puerta de su auto y Hyun patinó con rapidez hacia él hasta brincar hacia adentro. Aquel hombre que lo ayudó resultó ser el chofer de Nam, quien ya se había encargado del fotógrafo y ahora subía de nuevo para arrancar el carro—. Vámonos, Kangin.

Hyun observó a Nam, el chico parecía tenso, un poco asustado quizás. Tal vez, estaba preocupado por él. Sonrió, entonces lo escuchó quejarse.

—¿Estás loco?, ¿qué hacías con ese tipo detrás de ti? —su mirada molesta le recordó aquel día en la biblioteca— ¿Acaso le robaste? Tienes suerte de que te reconociera.

—Nam —Hyun tomó su mano—. Gracias. Me alegra volver a verte.

—Eh... sí, de nada —se soltó, lucía incómodo.

—Joven, ¿volvemos a casa? —preguntó Kangin.

—Tengo clase de esgrima —le dijo a Hyunmin—, ¿podrías esperarme hasta que termine? Después podemos llevarte a tu casa. —Hyun asintió—. Sigue adelante, llevaremos a Hyun a casa después de mi clase.

—Así que practicas esgrima. Yo asisto a clases de Taekwondo, o bueno, eso era antes de mudarme a Seúl. Lo hago por papá. Cuando era niño, un hombre nos lastimó, así que decidí ser más fuerte y protegerlo. Debí hacer algo cuando ese hombre me capturó, claro que con estos patines es difícil, debo practicar más.

—¿Es definitivo?, ¿vivirás aquí? —Hyun sonrió.

—Sí, y quisiera estar en la misma escuela que la tuya —soltó, eso dejó a Nam desconcertado— ¿Cuál es su nombre?

El chico de cabello negro le dio la espalda.

—Ni hablar.

***

Sungmin lavaba los platos en la cocina mientras Ryeowook guardaba algunas cosas en el refrigerador. Los cuatro habían terminado de comer hacía un momento. Sungmin pudo entonces conocer a Yesung y tener una bonita mañana y parte de la tarde con ellos, ahora eran las cuatro y media, y pronto debían regresar.

—Sungmin —escuchó decir a Ryeowook—. No se lo he comentado a Kyuhyun, pero yo he iniciado los trámites de divorcio.

—¿Divorcio?

—Sí, Yesung está ahora con nosotros. Papá no puede hacerle daño, y tú y Kyuhyun merecen un nuevo comienzo. Así debió ser desde el principio.

—Cuando estábamos en la universidad yo llegué a sentirme celoso de ti, yo amaba a Kyuhyun y me dolía no poder ser como tú. Me hubiera gustado ser tu amigo en ese momento —confesó Min sin dejar los platos en el fregadero.

—Hubiéramos sido muy buenos amigos. Yo no tengo muchos, ni siquiera ahora. Sería genial poder ser tu amigo, Min —Ryeowook se acercó a Sungmin haciendo que el conejo dejara su tarea para mirarlo.

—También lo creo. Gracias.

—¡Sungmin! ¿Estás listo? —Kyuhyun apareció en la cocina—. Encenderé el auto. Gracias por la invitación, Ryeowook, te veo más tarde.

—Sí, de acuerdo. —Wook se acercó a Min para susurrarle algo al oído—. Dale esto a Kyuhyun, dile que muy pronto todo terminará.

Wook le entregó a Min el anillo de bodas en señal de que Kyuhyun sería un hombre libre en poco tiempo. Sungmin se despidió de la pareja y pronto él y Kyuhyun volvieron a la autopista.

—Son agradables, Ryeowook y Yesung —dijo Min después de un rato.

—Lo son —Kyuhyun dejó una mano fuera del volante para tomar la mano de Min con firmeza.

—Llamaré a Heechul para saber cómo van las cosas por allá —Sungmin tomó su celular para marcar a Hee, pero descubrió que la pila de su celular se había agotado—. La pila está muerta.

—Toma el mío —Min cogió el celular de Kyuhyun y marcó el número de Heechul. Su amigo contestó después de cinco segundos—. Hee, soy yo, Sungmin.

—¡Sungmin!, ¿hasta ahora te dignas a llamar?, ¿de quién es este número?

—Mmm... es de Kyuhyun. Ya vamos para allá ¿Ocurre algo?

—No, nada, solo que tu hijo fue perseguido por un tipo raro según Bon, dicen que les estaba tomando fotografías.

—¿Qué? ¿Hyunmin está bien? —Kyuhyun miraba de vez en cuando a Sungmin, este lucía asustado.

—Lo está, llamó hace un par de horas para decir que estaba con Jongnam, el hijo de Kyu... bueno, más bien el hijo de Ryeowook, porque sabemos bien que de Kyuhyun no es. —Min dejó salir el aire reprimido—. Tranquilo, está bien, Hyun lo acompañó a su clase de no sé qué y después lo trajo a casa. Siwon regresó temprano y los tres se las ingeniaron para arrastrarlo al cine. Van con Siwon y su chofer, así que están bien.

—Gracias a Dios, estaré ahí pronto. Solo pasaré a la nueva casa a recoger unos borradores que olvidé ayer. Gracias, Hee —colgó—. Kyuhyun, creo que la persona que nos vigilaba en Busan nos siguió hasta aquí.

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¡Hola, dejaré otro capítulo más tarde!  😏

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