Capítulo 30

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Miedos

Sungmin observaba desde la ventana de su habitación hacia el patio trasero, Kyuhyun y Hyunmin jugaban afuera con un pequeño drone que el joven había pedido la navidad pasada. Se le oprimió el pecho, los dos parecían realmente felices. Jamás se imaginó que un momento así pudiera pasar de verdad.

De pronto su sonrisa se fue. Kyuhyun era un hombre que estaba siempre sobre el lente de una cámara. Para todo el mundo él era un hombre casado con un bello esposo y un hijo. No podía llegar él de la nada y quedar como el malo que destruía una familia. Ni siquiera su hijo Nam sabía la verdad, ¿cómo sería capaz Kyuhyun de separarse de él después de hacerle creer al joven que era su padre?

Suspiró, no tenía idea de qué hacer ¿Debería aceptar a Kyuhyun de vuelta en su vida y en su corazón?

—Hyunmin es feliz —la felicidad de Hyun era lo más importante para Sungmin—, pero entonces Nam sufrirá.

Todo era una farsa, Kyuhyun se lo había dicho, pero para el resto no lo era, serían juzgados duramente, no quería que Hyun pasara por algo así, no su hijo.

***

—¡Más alto! —gritó Hyunmin con una enorme sonrisa. Kyuhyun maniobró para esquivar la rama de un árbol.

—¡Soy bueno para esto! —Mantuvo el control en sus manos con firmeza—. Hacía bastante que no me divertía así ¿Tienes juegos de video?

—Sí, en mi habitación —respondió el joven con júbilo—. Podemos jugar, ¿o piensas irte hoy, papá?

Kyuhyun casi hace que el drone se estrelle con los cables de luz, pero logró controlarlo a tiempo. Al principio pensó que había escuchado mal, pero no fue así, Hyunmin lo había llamado papá. Una emoción hasta entonces desconocida se instaló en su pecho. Lo miró y le sonrió.

—Me quedaré unos días ¿Te parece si volvemos juntos a Seúl? —Hyun asintió con entusiasmo, pues tendría a su papá por más tiempo.

Kyuhyun descubrió que realmente no quería irse. Apenas cumpliría un día con ellos y no quería marcharse, no después de lo que sospechaban del padre de Ryeowook, no después de amar a su familia. También necesitaba que Sungmin confiara en él, que supiera que no los abandonaría y que los cuidaría, que no dejaría que nadie los dañara. Pero su conejo se la estaba poniendo difícil. No lo había visto después de la pelea con aquella mierda de exnovio y del desayuno.

—Traeré a Sungmin, se pierde toda la diversión. —Kyuhyun entregó el control a Hyun y caminó hacia adentro de la casa, dejando a su hijo bastante curioso.

Encontró a Sungmin doblando ropa en la habitación. Min estaba tan concentrado que no lo escuchó. Kyuhyun tuvo que carraspear para que se diera cuenta de su presencia. Cuando sus miradas se encontraron, Min inmediatamente volvió a mirar hacia el canasto con ropa.

—¿Quieres jugar con nosotros? —preguntó Kyuhyun.

—Sí, en cuanto termine con esto —respondió, pero sin dirigirle la mirada.

—¿Te ayudo?

—No, gracias. Puedo hacerlo solo.

—¿Por qué estás tan tenso? —Kyuhyun se acercó a él. Min quedó rígido cuando sintió el abrazo de Kyuhyun por su espalda.

Sus manos lo envolvieron con apego. Sungmin cerró sus ojos, amaba a Kyuhyun, siempre lo había amado, pero no tenía idea de qué hacer a partir de ahora, tenía miedo de avanzar, miedo de que las cosas no funcionaran como todas sus otras relaciones, tal vez era mejor quedar como amigos. Kyuhyun podría ver a Hyunmin las veces que quisiera, no se lo negaría.

—¿Qué te preocupa?

—Todo. Tengo mucho miedo. Eres Cho Kyuhyun, el simple hecho de estar aquí pondría a todos de cabeza. Hyunmin vivirá bajo las sombras.

—¿Quién lo dice? —Kyuhyun hizo girar a Sungmin, ambos se miraron—. No voy a ocultarlos ni negarlos, una vez que Kim salga de nuestras vidas, contaremos la verdad. Por ahora confía en mí.

—¿Cómo?, ¿cómo puedes explicar algo así?

—Quienes me quieran se quedarán. El resto no importa, no dejes que te afecte lo que la gente diga. —Kyuhyun puso una mano en su mejilla—. En todo caso, si las cosas no funcionan más, aún puedo dedicar mi tiempo en otros intereses. Uno de ellos es mi familia, y con familia me refiero a ti y a Hyun.

—Pero, tu hijo Nam...

—Quiero a Nam, pero Yesung también lo necesita.

El castaño acortó distancia hacia sus labios, pero Sungmin rápidamente tomó su mano y le mostró el anillo de matrimonio.

—Sigues casado para mí.

—¿Esto? —Kyuhyun soltó una risa divertida. Se quitó el anillo y se lo mostró—. Para Ryeowook y yo es un símbolo de amistad.

Sungmin lo tomó y leyó el grabado dentro del anillo.

—¿Gandalf?

—El de Ryeo dice Frodo.

Sungmin se echó a reír. Kyuhyun aprovechó su distracción para robarle un nuevo beso, al igual que el anterior, breve. La risa de Min se apagó.

—Te dije que te robaría un millón de besos. Número dos y contando.

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Hola, chicos! Disculpen la hora. Con el alboroto del SS7 se me olvidó todo, prácticamente 😍

Al parecer este jueves estará deshabilitada la opción de escritura, así que quería publicar algo antes de que pasara. Solo espero que puedan verlo bien.

Muchas gracias por su lectura, estrella y comentario 💋 💙

3 Kilos 200 gramosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora