Deseo
Sungmin estaba pensando seriamente en irse pronto. Dejaría la casa encargada con la vecina e iría a Seúl con Hyunmin. Heechul le había hablado hacía poco para informarle que había encontrado varias opciones muy cerca incluso del hogar de los Choi. Hyun podría ir y volver de la casa de Bonnie y asistir juntos a la escuela. Era perfecto.
Así fue que, después de salir de la reunión con la editorial en Busan, ya había tomado una decisión. Se mudaría a Seúl con su hijo. Caminó hacia su auto y manejó de vuelta a casa. Durante el camino se percató de algo, había un auto gris que lo había estado siguiendo desde entonces, no podía tratarse de una coincidencia, quince minutos era demasiado para llamarla así.
Aparcó el auto en su casa. Por el espejo pudo ver que aquel mismo vehículo se estacionaba varios metros atrás. Bajó, y con la mirada fija al frente entró a su casa. El saludo de Hyun lo recibió con entusiasmo. Lo había dejado a cargo de Kyuhyun mientras volvía.
—¿Todo bien, papá? —Hyun pudo ver el rostro pálido de Sungmin. Kyuhyun también lo notó y se acercó de inmediato. Sungmin fingió una sonrisa.
—Hyun, ¿podrías ir a tu recámara y empacar toda tu ropa? Volveremos a Seúl, es un hecho.
—¿En serio? ¡Genial! —le dio un beso en la mejilla a Sungmin y corrió a su habitación.
Sungmin permaneció plantado en el mismo sitio. Kyuhyun entonces puso una mano en su hombro, fue entonces que Min reaccionó.
—¿Qué sucedió? —Sungmin tuvo que luchar para no llorar, toda esa situación le preocupaba, no tanto por él, sino por su hijo.
—Alguien me siguió hasta aquí. Está afuera en un auto gris.
Kyuhyun se dirigió a la puerta pero Sungmin le impidió abrirla. No podían arriesgarse, ¿qué tal si ese hombre estaba armado?, ¿qué tal si estaba detrás de la puerta? No, no quería ni imaginar lo que pasaría.
—Es peligroso.
—Voy a dejarle claro que debe irse —Min se plantó frente a él.
—¡No puedes! Entiende que no se trata solo de ti o de mí, sino de Hyunmin también. Es nuestro hijo, tenemos que protegerlo.
Sungmin se abrazó a Kyuhyun y este le devolvió el gesto. Pese a las ganas que tenía el castaño de hacerle frente a aquel hombre, supo que Sungmin tenía razón, no podía tomarse las cosas a la ligera. Primero los pondría a salvo a ellos y después ese maldito viejo se las vería con él.
—Ve a empacar, yo vigilaré que se haya ido. —Min intentó replicar, pero Kyuhyun puso una mano en sus labios para callarlo—. Tendré cuidado.
Sungmin subió dejando abajo a Kyuhyun. Le tomó cerca de una hora y media llenar sus maletas, pero aún había cosas que no podía dejar. Bajó a la sala y encontró a Kyuhyun hojeando uno de sus libros. Corrió y se lo arrebató de las manos. El castaño le dedicó una mirada confusa.
—¿Qué?, está interesante. —Min lo ignoró.
—¿Qué pasó con el hombre?
—Se fue hace veinte minutos —respondió levantándose del sillón—. Devuélveme el libro.
—No... es mío. Fue el primero que escribí. Voy a empacarlos. —Min dio media vuelta hasta el librero, pero Kyuhyun le quitó el libro y lo alzó para que no pudiera llegar a él. Sungmin brincaba en un intento de tomarlo. Entonces el castaño hizo algo que Min no pudo evitar, comenzó a leerlo.
—...las sensaciones que le provocaba el contacto de su mano con la piel de su rostro eran excitantes y agradables. Cerró sus ojos olvidando por un momento por qué estaban ahí. De una cosa estaba seguro, el corazón se le saldría del pecho como una bala.
Sungmin estaba rojo, era casi un tomate maduro.
—¿Esto lee Nam? —Min brincó con molestia, pero Kyuhyun lo acorraló entre el librero y su cuerpo. Algunos libros se tambalearon, pero no cayeron. Kyu lanzó el libro al sillón y se dedicó a mantener a Sungmin muy cerca— ¿Por qué no quieres que lea?
—Es vergonzoso.
—¿Vergonzoso?, ¿por qué? —sus alientos se mezclaron— ¿Por qué, Sungmin?
—Yo... pienso en ti siempre que escribo —confesó bajando su mirada, el color carmesí en sus mejillas era evidente—. En los dos.
Kyuhyun lo tomó de la barbilla y le plantó un beso en los labios, vigoroso, tal como lo había querido hacer desde que volvió a encontrarlo, pero que había postergado por temor a que el mismo Sungmin se asustara de su pasión, de todo el deseo que le provocaba tenerlo cerca.
Mordió su labio, entonces escuchó a Sungmin gemir y vibrar mientras correspondía a sus deseos. Sabía tan dulce, cuando estuvieron juntos en aquella fiesta se besaron hasta que ambo quedaron dormidos, y a Kyuhyun le había gustado el sabor de Sungmin, un sabor que jamás pudo olvidar.
En un intento de acercarse más, ambos terminaron por sacudir el librero, causando que un libro golpeara la cabeza de Kyuhyun, deshaciendo el beso y provocando una carcajada de parte de Min.
—Eso te pasa por leer mi libro. —Kyuhyun mostró una sonrisa malvada.
—Por burlarse también pueden pasar cosas —le guiñó un ojo.
Cielos. Sungmin quedó sin palabras. Permanecer con Cho Kyuhyun por mucho tiempo sería peligroso.
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Con este tipo de cosas digo ¡Ah... que bonito el KyuMin! 💗 Amo a mi OTP 💙
Espero que les haya gustado el capítulo y puedan comentar n_n Por cierto... pueden apreciar un mini adelanto del próximo fic en mente, es decir, el que Kyu leyó: Pitch Black, más detalles próximamente.
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3 Kilos 200 gramos
FanficMICRO FIC Sungmin se enamora de Kyuhyun, pero, en una noche de alcohol de por medio, ambos terminan teniendo relaciones que trae como consecuencia un embarazo. Dolido, sabiendo que Kyuhyun no le corresponderá jamás porque tiene novio, decide irse de...