Capítulo 29

2K 313 91
                                    


Beso

Sungmin estaba en su habitación. No había salido en gran parte de la mañana pero sabía que Kyuhyun ya estaba despierto, pues su hijo había bajado muy temprano y los había escuchado conversar. Mentiría si dijera que no estaba nervioso, ahora que conocía la verdad, la barrera de sentimientos que había mantenido entre él y Cho Kyuhyun se había desvanecido. Tal vez podían estar juntos, tal vez tenían una segunda oportunidad.

Se armó de valor para salir de su habitación y encontrarse con Kyuhyun. No podía sentirse nervioso por su sola presencia. Se vio de pronto en la Universidad, en aquel tiempo encontrarlo por los pasillos lo exaltaba, justo así se sentía ahora. Solo esperaba sobrevivir a aquella sonrisa pícara.

Escuchó voces, así que caminó hacia la escalera. Pudo ver a Sangin, su rostro estaba rojo.

Sangin no podía creer que Sungmin se atreviera a recibir a ese hombre en su casa. Nunca hablaba de él y ahora de buenas a primeras lo tenía ahí. Miró a Kyuhyun con desprecio.

—¿Qué hace aquí? —su voz sonó molesta.

—Vine a visitar a mi familia —comentó Kyuhyun con un tono tranquilo.

—Sungmin no lo quiere aquí, jamás lo ha ayudado con su hijo —atacó.

—En todo caso es problema mío y de Sungmin, ¿no le parece?

—Es mi problema porque estamos hablando de mi novio. Sungmin no lo necesita, él está conmigo ahora y no me dejará porque soy indispensable para él. Soy quien maneja su carrera como escritor, soy quien lo ha llevado a forjarse un nombre. No me dejará por alguien que lo abandonó con un engendro al qué cuidar.

Sungmin había escuchado. Frunció el ceño. Kyuhyun lo agarró del cuello de su camisa con fuerza.

—Mi hijo no es un engendro, y Sungmin no necesita de basuras como tú para ser exitoso —le respondió con sus ojos cargados de ira. Justo después Sungmin apareció ante ellos bajando las escaleras. Sus miradas se encontraron, y supo que Kyuhyun estaba a punto de golpear a Sangin, así que le rogó con la mirada que parara.

—¿Lo ves? No puede vivir sin mí —Kyuhyun no lo pensó dos veces y lo golpeó con fuerza en la mejilla. Sangin se tambaleó hasta caer al suelo. Nadie rebajaba a su Sungmin, nadie.

—¡Ya basta! —Min se acercó presuroso. Apartó a Kyuhyun y se plantó frente a Sangin— ¿Qué estás haciendo aquí? Te pedí no acercarte más, todo terminó, Sangin.

—¿Terminar? —preguntó desde el suelo con risa burlona—. ¡Yo decido cuando termina, eres mi novio, Sungmin!

—¡Te dije que no quiero estar más contigo! ¡Eres un idiota, egoísta y cerdo! —el hombre se levantó riéndose de las palabras de Sungmin.

Su hijo y él habían vuelto de su casa después de que discutieran como de costumbre, una discusión donde Sangin había intentado forzar a Sungmin.

—¡Yo soy quien debería estar enojado contigo! ¡He aguantado tus momentos de mojigato por bastante tiempo, he soportado a tu bastardo hijo y sus bromas estúpidas por meses! ¡También he tenido que tratar con tu incompetencia por años, porque eres un inútil!

Sangin fue levantado por Kyuhyun, completamente encolerizado, pero antes de que el castaño pudiera hacer algo, Min se le adelantó, golpeando su boca tan fuerte que la reventó, la sanguijuela volvió a caer. Un pedazo de diente se le desprendió, eso debido al anillo que Sungmin tenía en su dedo, un regalo precisamente de su editorial.

—¡Lárgate o te va a pesar, pendejo! —Min dio un paso más cerca.

Sangin retrocedió arrastrándose, entonces se levantó una vez más y sin decir nada volvió a su auto para no volver.

Sungmin suspiró. Después dio media vuelta para encontrarse con el rostro de Kyuhyun. Pudo ver una pequeña sonrisa en sus labios.

—Eso fue excelente, amor.

¿Amor? Las mejillas de Sungmin se encendieron, pero no lo corrigió. Kyuhyun se acercó a él y lo abrazó. Min entonces se permitió llorar. Lo intentó, lo intentó por años, pero todo fue un fracaso ¿Acaso Sangin tenía razón?

—Eres maravilloso, Sungmin —le dijo Kyuhyun, era justo lo que necesitaba oír.

—¿Por qué?, ¿por qué lo soy? —Ambos se miraron.

—¿Por qué?, ¿en serio lo preguntas? —tomó sus mejillas—. Eres noble y gentil, talentoso y lleno de cualidades. Pudiste criar solo a nuestro hijo, jamás necesitaste a nadie para hacerlo, fuiste tú. Tú, Sungmin. Y Hyunmin... Hyunmin es fantástico. No pudiste hacerlo mejor.

Min se sorprendió cuando Kyuhyun le dio un fugaz beso el los labios.

—Ven, ayudemos a nuestro hijo con el desayuno —lo tomó de la mano y Sungmin se dejó guiar mientras el cosquilleo de aquel beso recorría la piel de su boca.

-------------------

Espero que no reciban el capítulo 84 años después.😂

¡Gracias por leer, apreciaría la estrellita!   💕

  💋  

3 Kilos 200 gramosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora