Capítulo 53

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Declaración

Kyuhyun se recargó en la portezuela de un auto del desguace mientras veía cómo la policía, que había llegado apenas unos minutos antes gracias a su llamada, inspeccionaba el cuerpo de quien había intentado dispararle. La noticia de lo sucedido no tardaría en llegar a los medios, así que necesitaba irse en cuanto la ley se lo permitiese. Pero antes necesitaba entregar la evidencia.

—¿Reconoces a ese hombre, Kangin? —preguntó Kyuhyun.

—Sí, el señor Kim lo llamaba Li Qiang. No estoy seguro, pero creo que se encargaba de sus trabajos más importantes.

—Mmm... ¿debo sentirme alagado? —Kyuhyun dejó salir una pequeña risa.

—Señor Cho, como le dije, será necesario que nos acompañé a dar una declaración —dijo el oficial interrumpiéndolos.

—Lo entiendo, cuanto antes mejor.

—Todos los involucrados deberán acompañarme —el policía miró a Kangin, quien asintió a sus palabras con seriedad—. Muy bien, adelante.

Lo siguieron. Kyuhyun murmuró a Kangin que hablara con su familia en la primera oportunidad, no era seguro quedarse en casa si Kim se enteraba que Kangin lo había traicionado. Ese loco podría intentar hacerle daño a su esposo e hijo enfermo, no lo dudaba.

***

Sungmin tomó la taza de té que le había preparado Heechul entre sus manos. Su amigo y Siwon lo acompañaban esa noche mientras escuchaban las noticias en televisión. No había visto a Kyuhyun, pero había muchos comentarios respecto a lo sucedido, entre ellos que le habían disparado, pero hacía una hora que un oficial lo declaró ileso de aquel encuentro.

—Nadie habla de Kim, creen que ha sido un atentado contra Kyuhyun ¿Cómo pueden inventarse tantas historias? ¿Kyuhyun involucrado con la mafia china?, ¡por favor, qué disparate! —gritó Hee desde su lugar.

—Tranquilo, Hee —le dijo Siwon, pasando un brazo por sus hombros.

—¿De dónde inventan tanta mierda? Sungmin va a morir de los nervios. ¡Incluso llegaron a decir que Kyuhyun había muerto!

—Ya no te enojes, vas a alterar más a Sungmin. —Heechul se cruzó de brazos, después cambió su mirada enojada a una de pena, Min lucía pálido.

—Todo saldrá bien, Sungmin. Kyuhyun está bien, ese viejo no se saldrá con la suya. Esta vez lo tenemos. Sonríe —Min no hizo más que asentir—. Quita esa cara. Verás, te contaré algo importante. Yo me enteré esta mañana, Siwon y yo queríamos decírselos cuando todos estuviéramos juntos, pero... —tomó su mano—. Seremos padres de nuevo. Espero un bebé.

—Heechul —Sungmin lo miró con sorpresa, después con alegría, una alegría que se mezcló con su preocupación—, ¡felicidades a los dos! Es... es una gran noticia.

—Parece que tú disfrutas y el que se embaraza es uno —bromeó.

—Cállate —Sungmin había logrado sonrojarse.

—Heebon todavía no lo sabe, se lo diremos cuando todo esto se calme un poco —dijo esta vez Siwon.

—No te quedes atrás. O quien sabe, tal vez Kyuhyun volvió a hacer de la suyas.

***

Kangin miró directamente a los ojos del policía que lo interrogaba. Tenía miedo de lo que pudiera pasar a causa de la decisión que había tomado, pero también sabía que había hecho lo correcto. Haber dejado a Kyuhyun solo no se lo hubiera perdonado nunca, sabía que Cho Kyuhyun no era una mala persona, al contrario de Kim, que durante años manipuló a la gente a su antojo, incluso a sus mismos hijos que al final terminaron por darle la espalda.

3 Kilos 200 gramosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora